Los resultados de los ensayos de la semana laboral de cuatro días sin perjuicio salarial son, en su mayoría, positivos: aumenta los ingresos de las empresas y mejora la calidad de vida de los trabajadores. Ello genera que empresas y gobiernos de diferentes países de todo el mundo consideren la opción de probar la semana de 32 horas.
En Europa, en países como Gran Bretaña, Irlanda, Italia y Francia ya hay empresas que han optado por este modelo. En la península ibérica, España anunció el pasado mes de diciembre un proyecto para subvencionar a aquellas pymes que dieran el paso, y Portugal tiene previsto celebrar una prueba piloto que cada vez interesa a más empresas.
Aumenta el interés. Miguel Fontes, Secretario de Estado de Trabajo portugués, afirmó recientemente que el número de empresas interesadas en participar en la prueba piloto de la semana laboral de cuatro días se había duplicado en el último mes, según informó Rádio Observador. Fontes, que acudió a la ciudad portuguesa de Viseu para hablar con algunos empresarios acerca del ensayo, también afirmó que las firmas interesadas “hace poco tiempo eran poco más de 30 y en este momento estamos en 63”.
Animar a las compañías. Además, el secretario de Estado comunicó que el objetivo de estas conversaciones era “motivar a las empresas, prepararlas y capacitarlas para la transición a este proyecto”. Informó, además, de que la prueba piloto de la semana laboral de cuatro días era reversible en cualquier momento: el objetivo no es “imponer ningún vanguardismo” que sirva “a todas las empresas”, sino sacar algunas conclusiones.
Ejemplo Navigator. En este sentido, Fontes informó de las recientes conversaciones con los responsables de la compañía Navigator, una empresa de la industria del papel, donde los directivos expresaron su rechazo a la semana laboral de cuatro días porque la firma tenía un modelo de trabajo industrial continuo.
La semana de cuatro días como solución. Sin embargo, cuando informaron al secretario de la dificultad que tenían para contratar trabajadores jóvenes, a pesar de ofrecer un salario superior al de sus competidoras, éste les comunicó que la semana laboral de cuatro días podía resolver el problema, ya que la principal razón del rechazo era la distribución del horario de la firma. Finalmente, los responsables de Navigator cambiaron de opinión y reconocieron estar interesados en la prueba piloto.
Un camino largo. Aún así, tal y como afirmó a finales de octubre Pedro Gomes, coordinador del ensayo y profesor de economía en la Universidad de Londres, este proyecto supone “un primer paso de un camino que va a demorar mucho tiempo recorrer”, según informó Jornal de Negócios.
La semana laboral de cuatro días en el Viejo Continente. Por otra parte, España y Portugal no son los únicos países europeos donde se está probando la semana laboral de cuatro días. En Francia, empresas del sector energético e informático han decidido aplicar esta jornada; en Alemania, el portal 4 Day Week señala que existen más de doscientas compañías que aplican esta jornada, la mayoría de las cuales sigue el modelo 100-80-100 (100% de la productividad en el 80% del tiempo por el 100% del salario) y en Gran Bretaña, el 86% de las empresas que participaron en un ensayo organizado por Four Day Work Week afirmaron que querían mantener ese horario después de la prueba.
Imagen: Pixabay
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