A Donald Trump no parece temblarle el pulso lo más mínimo al recurrir a los aranceles para penalizar los productos importados y proteger la industria nacional. Durante su campaña a las elecciones presidenciales de EEUU que finalmente ha ganado ha anticipado que echará abajo el programa 'Chips and Science Act' aprobado por la Administración liderada por Joe Biden. En su lugar utilizará aranceles para obligar a las empresas a fabricar chips en EEUU.
No obstante, las declaraciones que ha hecho durante los últimos meses reflejan con claridad que su estrategia no pasa por aplicar aranceles tan solo a los semiconductores procedentes del extranjero. Trump parece estar decidido a zancadillear cualquier producto que proceda de China, y las compañías de tecnología estadounidenses lo tienen muy presente. Las que se dedican en mayor o menor medida a la fabricación de hardware producen en el país liderado por Xi Jinping buena parte de sus productos, y en la coyuntura actual las "promesas" del próximo presidente de EEUU resultan amenazantes.
Las tecnológicas de EEUU se están preparando para afrontar un aumento de los aranceles
Donald Trump regresará a la Casa Blanca el próximo 20 de enero. Y Microsoft, HP y Dell, entre otras compañías de tecnología estadounidenses, se han tomado muy en serio sus declaraciones. Tanto, de hecho, que estas tres compañías han incrementado drásticamente la producción y la compra de componentes electrónicos en China en previsión de que cuando Trump inicie su segundo mandato aumente perceptiblemente los aranceles para buena parte, o, incluso, para todos los productos procedentes de este país asiático.
Las tecnológicas estadounidenses están pidiendo a sus proveedores chinos que establezcan filiales fuera de China
"Nos hemos reunido con varios clientes estadounidenses y todos ellos están interesados en saber si podemos acelerar aún más nuestro plan para tener una producción significativa fuera de China". Estas palabras las ha pronunciado el portavoz de una empresa china que fabrica componentes electrónicos para HP, Apple y Microsoft, y de ellas se desprende una realidad inapelable: las tecnológicas estadounidenses están pidiendo a sus proveedores chinos que establezcan filiales fuera de China para que sus envíos a EEUU no procedan directamente del país liderado por Xi Jinping. A priori esta es la manera más eficaz de lidiar con los aranceles.
El pasado lunes Donald Trump aseguró que lo primero que hará cuando vuelva a ser presidente de EEUU será imponer un arancel adicional del 10% a las importaciones chinas y del 25% a los productos que procedan de México o Canadá. Esta declaración es, precisamente, la que ha provocado que muchas tecnológicas estadounidenses aceleren sus compras en China para aprovisionarse bien antes del 20 de enero.
Estos movimientos están perjudicando a China, pero también están beneficiando a Tailandia, Vietnam y otros países del sudeste asiático debido a que están recogiendo la mayor parte de la producción de componentes electrónicos que se está desviando del país de Xi Jinping. Presumiblemente la Administración de Donald Trump responderá auditando a las empresas de tecnología que exportan a EEUU, lo que iniciará un tira y afloja entre su Gobierno y las tecnológicas estadounidenses cuyo final ahora es difícil prever.
Imagen | Shealah Craighead
Más información | Nikkei Asia
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kanete
Quizás sería momento de que valoraran moverse a un territorio en el que no impongan ciertos aranceles a sus proveedores, ¿no?
TelloCaA
EEUU cuando sus empresas venden a China: 🤬🤬
EEUU cuando sus empresas compran a China: 🥱🥱
yagosanchez_1
Raro que ahora se den cuenta de que China es comunista cuando lo es desde hace más de 50 y están metidos allí todas las grandes corporaciones fabricando, sacando provecho de la mano de obra barata y vendiendo en su mercado interno... pero ahora ya se dieron cuenta que son comunistas... ja ja ja!... el miedo no anda en asno
notelodigo1
Las empresas no van a volver al país, sino que se trasladarán (si pueden) a otros países más baratos.
Lo que harán los aranceles, y esto lo están viendo ya las empresas, es encarecer los materiales y productos comprados a China, por lo que tendrán que pagar el precio o buscar productos subóptimos (y no siempre es posible).
Pero el coste del producto no solo proviene de la fabricación del mismo, sino de la logística. Tú puedes poner una fábrica en un país muy barato, pero ese país debe tener infraestructuras de transporte, electricidad, agua y gas que hagan que esa fábrica funcione. Cosas como "me ahorro un 50% en salarios, pero se me va la luz cada 3 horas, o los materiales no me llegan a tiempo, o los trabajadores no tienen la preparación adecuada, o transportar mis productos me lleva el doble de tiempo y es más caro..." son habituales en traslados de fábrica que solo han mirado el coste salarial.