La firma presentó beneficios por primera vez este año, y eso ha impulsado su ambición
El objetivo es conseguir "el líder global en comercio local" gracias a sus plataformas Uber, Uber Eats y Uber Driver
Plantea la creación de tres "superaplicaciones" siguiendo la inspiración de WeChat en China
Cuando Dara Khosrowshahi cogió el testigo de Uber en 2017, las cosas no iban especialmente bien. En estos siete años el directivo, exCEO de Expedia, ha logrado no solo consolidar el liderazgo de la empresa en su segmento, sino expandir su oferta. Ahora quiere expandirla aún más para incluso robarle la cartera a Amazon en uno de los ámbitos en los que precisamente Uber puede aprovechar su infraestructura.
Vivan los beneficios. Como destacan en Financial Times, hace site meses la empresa presentó unos resultados financieros en los que por primera vez podía presumir de haber obtenido unos beneficios operativos durante el año fiscal. Los 1.100 millones de dólares de beneficios fueron una gran noticia largamente esperada por los inversores, pero Khosrowshahi no quiere pararse ahí. Ni mucho menos.
Uber lleva tiempo siendo más que un VTC. Aunque es muy conocida por su plataforma VTC (Vehículo de Turismo con Conductor) , la empresa lanzó ya en 2015 Uber Eats y logró —pese a las críticas— convertirse en un referente para el envío de comida a domicilio. A esos dos negocios se le une su división más orientada a empresas, Uber Direct, que es más pequeña pero comienza a ser importante a la hora de transportar mercancías para grandes firmas como Walmart, Apple o McDonalds en EEUU. Con este servicio los productos se envían directamente vía Uber, pero sin interacción con la app de Uber, la integración con el comercio es total.
Superapps. Según indican en FT, los inversores creen que Uber debería plantear superaplicaciones como WeChat en China. Con ellas los ciudadanos chinos se envían mensajes, pero también juegan y pagan por compras. El propio Khosrowshahi coincide: en 2019 ya indicó que quería que Uber fuera "el sistema operativo para tu vida cotidiana", y ahora comentaba en FT que la plataforma quiere convertirse en "la opción por defecto para mover a gente y cosas". De hecho afirmaba que no están trabajando en una superapp, sino en tres para Uber, Uber Eats y Uber Driver.
A por Amazon. Aunque algunos analistas creen que los competidores —Lyft, Bolt y DoorDash en EEUU, Cabify en España, por ejemplo— en el transporte de viajeros hace las cosas difíciles, y que su servicio Uber Eats tiene un competidor aún más duro: Amazon (por no hablar de Glovo). Para Khosrowshahi eso no es un problema, sino una oportunidad: "La tecnología de Uber puede permitir a minoristas de todos los tamaños competir con Amazon. Mientras que ellos son el líder mundial en comercio electrónico, nosotros creemos que Uber puede ser el líder mundial en comercio local".
La ambición es crucial, pero hay obstáculos gigantes. Uber recortó gastos —con despidos masivos, entre otras cosas— desde la pandemia, y a pesar de ello logró un crecimiento envidiable de usuarios: de los 45 millones de 2016 ha pasado a tener más de 150 millones a mediados de 2024, indican en FT. Eso no significa que no hayan tenido tropiezos, como el que sufrieron con Uber Freight. Intentar convertirse en ese referente para el comercio local parece ciertamente complicado.
Alianzas para fortalecerse. En los últimos tiempos hemos visto como Uber perseguía ese crecimiento apoyado por algunos aliados como Instacart en EEUU o por el fabricante de vehículos eléctricos BYD. Y como no acaba de lanzar un coche autónomo fiable, se ha aliado con los robotaxis de Cruise y Waymo.
Y cómo no, publicidad. Otro de los apartados en los que Uber está ganando terreno es en el publicitario. Los ingresos anuales de esta división —los comercios se promocionan en Uber como ya lo hacían en Amazon o Google— superan ya los 1.000 millones de dólares según las estimaciones.
Paquetizando que es gerundio. Esa diversificación de sus propuestas se aprovecha también de la estrategia de paquetización de servicios. Uber One cuenta con 19 millones de suscriptores que pagan unos 10 dólares al mes para disfrutar de envíos gratuitos y descuentos en viajes y entregas de comida. Y como sucede con Amazon Prime, hay un efecto directo entre esos usuarios: Gastan tres o cuatro veces más al mes en compras con Uber que los que no son miembros de esa plataforma.
Y los conductores, ¿qué? El ambicioso objetivo de Uber se enfrenta a otro obstáculo enorme: el de cómo compensa a sus conductores, que critican sus duras condiciones de trabajo. El propio Khorowshahi lo sufrió en sus carnes al actuar como "jefe infiltrado", y el propio Financial Times mostraba cómo según los datos actuales la pérdida de ingresos para estos trabajadores ha sido notable entre 2022 y 2023.
Uber como aliado del pequeño comercio. Pese a todo ello, Uber Direct quiere ser la opción para esos "negocios de vecindario" que no tienen acceso —o no les compensa— a la red logística de Amazon. Si todos esos pequeños comercios acaban usando Uber, puede que su suma sea efectivamente una poderosa fuente de ingresos para la firma, que podría así convertirse en una amenaza real para el gigante de comercio electrónico a nivel mundial. El reto es sin duda gigantesco.
Imagen | Fortune Brainstorm Tech
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