El último gran culebrón tecnológico no lo están protagonizando las Big Tech o sus líderes, como suele ser habitual. Su protagonista no es otro que Matt Mullenweg, creador de WordPress y CEO de Automattic. Lo que parecía una simple violación de la marca registrada se ha convertido en un absoluto pandemonio: uno en el que la disputa legal ha llevado a Mullenweg a iniciar una singular cruzada personal contra la empresa WP Engine, propiedad del fondo Silver Lake. Muchas cosas han pasado aquí, y muchas más pueden pasar en el futuro.
Dictador benevolente. Matt Mullebweg siempre ha sido considerado un buen ejemplo de BDFL (Benevolent Dictator For Life, Dictador Benevolente de por Vida). Es decir: controla y tiene poder de decisión casi absoluto sobre su proyecto o empresa, pero en la mayoría de las ocasiones esas decisiones contribuyen a la buena marcha de ese proyecto o negocio. Linus Torvalds es otro ejemplo de BDFL, aunque el término lo acuñó Guido van Rossum, creador de Python, que se autodesignó BDFL del proyecto. Por cierto: él acabó cansado del odio que su gestión acabó generando. Su labor ha sido largamente alabada, y de hecho Mullenweg fue nuestro Xataka Leyenda en los Premios Xataka 2023.
WordPress, wordpress.com y Wordpress.org. Aquí es importante diferenciar esas tres variantes que suelen confundir a usuarios e industria:
- WordPress: es el CMS de código abierto y gratuito más utilizado en todo el mundo. Lo escriben, desarrollan y mantienen miles de voluntarios independientes, siendo Automattic su principal contribuidor.
- WordPress.com: (de Automattic), es la versión alojada de WordPress. Esto quiere decir que incluye el CMS WordPress y servicios de hosting con funciones adicionales de seguridad, velocidad y soporte. Cualquier persona que quiera crear un blog, una web, o un comercio electrónico lo puede hacer en WordPress.com; desde la presencia en internet más básica en sus planes gratuitos, hasta el proyecto más completo y avanzado en sus planes de pago.
- Wordpress.org: actúa como un centro de recursos, ofreciendo el software de WordPress para su descarga. Además, es un centro para la comunidad de WordPress de código abierto donde los usuarios pueden aprender sobre WordPress, contribuir a su desarrollo y participar con otros entusiastas de WordPress. Es importante resaltar que WordPress.org no ofrece creación de sitios web, ni es un proveedor de hosting.
La confusión entre Automattic y la WordPress Foundation es lógico. Matt Mullenweg dirige tanto WordPress.com como la WordPress Foundation, lo que plantea conflictos de interés, que son justamente los que han aparecido en esta batalla entre Mullenweg y WP Engine/Silver Lake, como veremos a continuación.
Qué ha pasado. El caos se ha originado en una disputa entre Matt Mullenweg y la empresa WP Engine. Esta última fue creada por Jason Cohen en 2010, un escritor que simplemente pretendía que su blog dejase de "caerse" porque no escalaba bien. Hasta hace poco WP Engine era una de las empresas más populares a la hora de ofrecer servicios añadidos (componentes de seguridad, escalabilidad, rendimiento, entre otros) alrededor del CMS WordPress, pero eso ha cambiado.
Mullenweg criticó a las empresas "que tratan al Open Source como un recurso para extraer algo de su alrededor"
La críticas inicial. El 17 de septiembre se celebró el WorldCamp U.S., el evento anual más importante de este tipo. Aprovechando la ocasión, Mullenweg publicó un post en su blog en el que habló de las bondades del Open Source y criticó a las empresas "que tratan al Open Source como un recurso para extraer algo de su alrededor, como el petróleo del suelo".
Dar mucho, no recibir nada. Citó explícitamente a WP Engine, de la que dijo que "tiene buena gente", pero que comentó que "está controlada por Silver Lake", una firma de inversión a la que según el creador de WordPress y CEO de Automattic "tus ideales Open Source le importan un pimiento. Lo único que quiere es retorno de la inversión". Para él WP Engine no estaba contribuyendo suficiente al ecosistema, aunque citó a otras como GoDadddy o Google de las que dijo que usan WordPress pero al menos aportan más al proyecto.
Es la guerra. La crítica continuó en su charla el último día del evento WorldCamp U.S. que algunos consideraron como una declaración de guerra entre Mullenweg y WP Engine. Miembros de la comunidad empezaron a posicionarse. Algunos calificaron el discurso de "irresponsable", y otros indicaron que "el discurso no dio en el blanco" o "no ayuda a la comunidad". En general la sensación que transmitieron esos mensajes es que Mullenweg podía tener cierta razón, pero la forma de plantearlo todo había sido inadecuada.
WordPress, marca registrada. El colosal enfado de Mullenweg no se quedó ahí, y en los días siguientes añadió más leña al fuego con varios mensajes en X y con posts como el del 21 de septiembre, en el que destacaba que WP Engine estaba utilizando de forma supuestamente ilegal la marca registrada de WordPress: "su marca, su marketing, su publicidad y toda su promesa a los clientes es que te ofrecen WordPress, pero no lo hacen". No solo eso, calificaba a WP Engine como "un cáncer" para WordPress. Según su criterio, la empresa debería contratar "una licencia de marca registrada para continuar su negocio".
El 21 de septiembre, Mullenweg calificaba a WP Engine como "un cáncer" para WordPress
Dudas. Como señalaron en The Verge, la política de marca registrada original de la WordPress Foundation indicaba que la abreviatura "WP" no estaba incluida en esos términos. Que justamente cambiaron el 19 de septiembre —los originales, aquí— junto con una nueva forma de expresar esos requisitos a la hora de usar tanto la marca registrada, WordPress, como su abreviatura.
Desistimiento. El 23 de septiembre los responsables de WP Engine enviaron una carta de desistimiento a Automattic, un recurso legal para obligar a la compañía a que dejase de atacarles. Automattic, como luego confirmó Mullenweg, había exigido un pago de diez millones de dólares para poder usar la marca registrada WordPress. ¿Qué hicieron en Automattic? Enviar una carta desistimiento exactamente opuesta el mismo día.
Bloqueo (temporal) a WP Engine. El 25 de septiembre Mullenweg anunció que había expulsado a WP Engine de la red del proyecto sin ánimo de lucro de WordPress en el cual se engloba el desarrollo del código Open Source. Eso era especialmente grave, ya que bloqueaba así las actualizaciones y parches a los 1,5 millones de sitios web que usan WP Engine. Dos días después anunció un aplazamiento temporal de la medida y trasladó su ataque a Silver Lake.
Demanda judicial. WP Engine acabó demandando a Automattic el 2 de octubre. El documento, con acusaba a la empresa de Mullenweg de 11 cargos distintos, argumentaba en sus 100 páginas que la marca registrada que parecía estar en manos de WordPress Foundation había vuelto a Automattic de forma arbitraria.
Este singular y caótico enfrentamiento ha provocado una crisis interna en la propia Automattic
Esa demanda generó una rápida respuesta de la empresa en la que indicaban que habían contratado a un famoso abogado para defender su causa. Mientras, WP Engine realizó cambios en su sitio web para, según Mullenweg, "esconder su abuso de la marca registrada".
Crisis interna. Este singular y caótico enfrentamiento ha provocado una crisis interna en la propia Automattic. El propio Mullenweg, sabedor de que había miembros de su empresa que no estaban de acuerdo con su mensaje en fondo o en forma, ofreció a su plantilla una salida: los que no quisieran seguir en Automattic podrían renunciar y obtendrían 30.000 dólares o seis meses de salario, fuera cual fuera la mejor opción para ellos. El resultado: un 8% de la plantilla dimitió.
Medidas discutibles. La tensión ha llegado a ser notable y ha desencadenado medidas especialmente preocupantes. La semana pasada los usuarios de Wordpress.org comenzaron a ver cómo al tratar de iniciar sesión tenían una nueva casilla en el formulario correspondiente. En ella debían declarar si tenían o afiliación con WP Engine.
Más problemas. El 12 de octubre WordPress.org modificó por su cuenta la página web del conocido plugin ACF (Advanced Custom Fields) renombrándolo a SCF (Secure Custom Fields) sin permiso de WP Engine. Uno de sus máximos responsables, Scott Kingsley Clark, decidió poco después abandonar su desarrollo y su implicación con el proyecto WordPress. Mullenweg explicó en el blog de Wordpress.org que tomaron el control debido a una vulnerabilidad que los responsables del plugin no habían parcheado.
¿Y más dimisiones? La situación provocó nuevas crisis internas en Automattic, y Mullenweg volvió a ofrecer a los empleados que estaban en desacuerdo con sus acciones con WP Engine que dimitieran. Si lo hacían recibirían nueve meses de salario. Se desconoce de momento el alcance de dichas dimisiones.
El conflicto ha acabado polarizando a toda la comunidad WordPress e incluso al mundo Open Source
Momento existencial para el Open Source. Lo que se suponía debería limitarse a un conclicto relacionado con marcas registradas ha acabado polarizando a toda la comunidad WordPress e incluso al mundo Open Source, que se ha visto salpicado y que ha visto cómo este tipo de problemas pueden acabar provocando un malestar peligroso en todo el ecosistema.
El Open Source es dar sin esperar recibir nada a cambio. David Heinemeier Hansson (DHH), creador de Basecamp, de Ruby on Rails y CTO de 37signals, mantuvo un intercambio de tuits y mensajes con Mullenweg y publicaba sus opiniones en varios posts a lo largo de la última semana hace unos días.
En su texto trataba de hacer entrar en razon al creador de WordPress y destacaba que el espíritu del Open Source no incluye una cláusula del tipo "todo esto es gratis pero solo si los propietarios del proyecto deciden que estás teniendo demasiado éxito y entonces tendrás que pagar el 8% de tus ingresos para apoyar el proyecto". Insitía en ese concepto poco después en otro texto titulado "Captura menos de lo que creas", defendiendo una ácida crítica que Mullenweg había hecho en su blog y que luego modificó, disculpándose. DHH, apaciguador, lo celebró.
Imagen | Xataka
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