Hemos estado siguiendo el proyecto y algunas etapas, pero su último recorrido no nos lo podíamos saltar: Solar Impulse aterrizará en unas horas en nuestro país, más concretamente en el aeropuerto de la calurosa Sevilla. Si todo marcha bien tienen programado que el aterrizaje debe tener lugar en la madrugada del jueves, entre las 4 y las 7 de la mañana.
Solar Impulse 2 está ahora mismo atravesando el océano Atlántico apuntando hacia la península, tras haber despegado del aeropuerto JFK el lunes pasado, a las 2:30 horas locales de la noche neoyorquina. Para el que ande perdido comentar que el vehículo volador funciona exclusivamente con energía solar, no para día y noche a manos del piloto suizo Bertrand Piccard.
Al estar solo en el vuelo, el piloto suizo debe dormir pequeños periodos durante las más de setenta horas que durará el recorrido hasta Sevilla. Es una etapa muy dura, pero es el mismo caso que ya llevan viviendo él y André Borschberg en otros tramos desde que comenzó la aventura allá por el mes de marzo.
Cuatro días sobre el Atlántico con un único piloto y ni una gota de combustible. El proyecto promueve el uso de energías renovables
André Borschberg tuvo que realizar el año pasado un vuelo de cinco días sobre el Pacífico, como etapa más larga. Solar Impulse 2 voló 118 horas desde la ciudad japonesa de Nagoya hasta la isla estadounidense de Hawái.
Para el que quiera seguir al momento las aventuras de estos suizos, es posible seguirlo en directo en sus redes sociales, y en su web, con imágenes y parámetros importantes en directo. Si no queréis llegar hasta allí, aquí os dejo el vídeo con el streaming de la cobertura:
Dos cazas Eurofighter del Ejército del Aire lo escoltarán a su paso por Sevilla, poco más tarde de las 6:30 de la mañana
Solar Impulse 2 en Sevilla
Procedente de Nueva York, en un vuelo que ha durado unas 70 horas y 30 minutos, el Solar Impulse 2 ya está en Sevilla. Ha entrado escoltado por la Patrulla Aguila, que ha aprovechado para dar un poco de color al cielo con las estelas de sus aviones:
The aerobatic team of the #Spanish air force paints it's flag in the sky for #solarimpulse this morning. Llegamos! pic.twitter.com/Ey9uSEdAad
— SOLAR IMPULSE (@solarimpulse) 23 de junio de 2016
BREAKING @bertrandpiccard lands in #Seville completing, in 70h, the 1st #Atlantic solar flight #futureisclean pic.twitter.com/z8o96ynFDa
— SOLAR IMPULSE (@solarimpulse) 23 de junio de 2016
Así han visto los @controladores de Sevilla la llegada del SOLAR2 @solarimpulse
— Controladores Aéreos (@controladores) 23 de junio de 2016
Buenos dias y Buenos vuelos! pic.twitter.com/Nl98lqy4HK
Good morning #Seville! Do you have a lot of direct flights from #NYC? 😉 #futureisclean pic.twitter.com/ZCSMOOgva4
— Bertrand PICCARD (@bertrandpiccard) 23 de junio de 2016
Aircraft secure, the end of 3days over the #Atlantic for @bertrandpiccard, a dream is becoming true #futureisclean pic.twitter.com/OthuXtCdOc
— SOLAR IMPULSE (@solarimpulse) 23 de junio de 2016
Solar Impulse 2 no se cansa
No es mucho más pesado que un coche grande, la segunda versión de Solar Impulse pesa 2.300 kilos, pero presenta una envergadura bastante imponente, con 72 metros de punto a punto de las alas. Necesita todo ese espacio para planear y colocar las 17.000 celdas para captar la energía solar que le da la vida.
Como se puede apreciar en las imágenes, el monoplaza cuenta con cuatro hélices. No es especialmente rápido ya que se suele mover cerca de los 50 kilómetros por hora, pero es capaz de duplicar esa velocidad cuando la exposición al sol es directa.
El viaje continúa
Llegará a Europa en cuestión de horas, pero el proyecto Solar Impulse debe continuar hasta Abu Dabi, el lugar donde empezó todo un 9 de marzo de 2015. Si sumamos todas las catorce etapas se realizarán unos 35.000 kilómetros, pasando por países como India, Myanmar, China, Japón o Estados Unidos.
La organización quiere poner de ejemplo la hazaña, sacando a relucir que las energías limpias pueden alimentar el planeta, y como era de esperar no faltan socios y apoyos, como la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco, o la empresa Covestro, que aporta los nuevos materiales - poliuretano y policarbonato - que hacen al avión tan ligero, aislado y resistente. Este punto es realmente importante, el avión ha tenido que pasar de situaciones de 40 grados bajo cero a 40 grados durante el vuelo.
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