Emmanuel Macron, presidente de Francia, hacía una aparición en los medios ayer y anunciaba algo sorprendente. El país volverá a construir nuevas centrales nucleares décadas después de dejar de hacerlo.
Según el mandatario francés, el proyecto pretende "garantizar la independencia energética de Francia [...], el suministro de electricidad de nuestro país y alcanzar nuestros objetivos, en particular la neutralidad de carbono en 2050".
El debate sobre la energía nuclear se reabre
El jefe de estado francés ya había indicado a mediados de octubre que se invertirían 1.000 millones de euros en pequeños reactores nucleares SMR (Advanced Small Modular Reactors), pero esta decisión amplía de forma notable ese objetivo.
La razón, explicó es que "si queremos pagar nuestra energía a precios razonables, tenemos que seguir ahorrando energía e invirtiendo en la producción de energía baja en carbono en nuestro territorio".
La mayoría de los reactores nucleares actuales en Francia se construyeron desde mediados de los años 70 y principios de los 90. Ahora el país cuenta con 56 de elllos, pero muchos de ellos están envejeciendo y están llegando a los 40 años de edad. De hecho en los próximos 20 años la mayoría de esas centrales deberían dejar de funcionar tras cumplir su ciclo de vida.
Francia obtiene la mayor parte de su electricidad de la energía nuclear, y según Macron "estas inversiones nos permitirán cumplir nuestros compromisos en el momento en que se cierre la COP26 en Glasgow". El anuncio sigue las directrices del informe del operador de la red eléctrica RTE, publicado dos semanas antes, que recomendaba la construcción de reactores de tipo EPR (en la imagen de cabecera, Reactor Europeo Presurizado) para garantizar la transición energética del país.
Estos reactores de agua presurizada de tercera generación han sido diseñados por empresas de Francia y Alemania, pero salvo por ese detalle, el anuncio ha sido vago en otros aspectos. No se ha dado fechas de inicio de construcción ni se ha especificado el número de reactores previstos.
Aún así, desde 2019 se viene hablando de una hipótesis según la cual Francia construiría seis nuevos reactores de tercera generación y muy alta potencia, conocidos como EPR 2.
La decisión de Francia vuelve a poner de relieve el debate sobre la energía nuclear. Alemania era la gran defensora de impedir que esta fuente de energía no recibiera apoyos fiscales como si fuera una renovable más, y España se unió a esa propuesta. Para otros la cuestión es clara y "la humanidad ya no tiene el lujo de oponerse a la energía nuclear", una opinión acentuada por la crisis energética actual.
Vía | Reuters
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