El de la Starliner de Boeing parece un camino similar al que está teniendo el [telescopio espacial James Webb](https://www.xataka.com/espacio/la-mala-suerte-o-planificacion-del-telescopio-espacial-james-webb-acabara-llegando-justo-a-la-jubilacion-del-hubble, con algunos problemas y cambios en la hoja de ruta. Pero no todo son fallos ni mucho menos y la NASA nos ha mostrado ahora un paso a favor en la preparación de la Boeing Starliner.
La Starliner se hizo oficial en septiembre de 2015, un año después de conocerse el proyecto de lo que sería un taxi de ida y vuelta a la Estación Espacial Internacional. Los planes eran verla activa en 2017, pero a finales de diciembre de 2019 uno de los tests falló y aún se retrasó todo un poco más. Pero por suerte no todo son malas noticias y esta vez se trata de un test realizado con éxito.
Esta vez son fallos intencionados
Pese a estos errores en aquel test, la Starliner de Boeing aún logró hacer algo de historia se convirtió en la primera cápsula para astronautas fabricada por Estados Unidos en aterrizar en tierra firme. Y precisamente de eso va el último test exitoso que nos muestran en la NASA, de nuevo con un vídeo bastante inmersivo.
Son las pruebas que anteceden a un segundo test orbital y a los viajes con tripulación hacia la ISS. Boeing (y la NASA) comprobaron los paracaídas de seguridad para el aterrizaje de la Starliner en su vuelta a la Tierra, siendo dos primeros paracaídas de deceleración y los tres principales hasta el descenso final.
La prueba se ha realizado en Nuevo México (Estados Unidos), un total de seis vuelos con los que evaluar el desempeño del proceso de descenso así como la reutilización de los paracaídas. Eso sí, dado que no cabe en un avión, la cápsula tuvo que elevarse con un gran globo.
La altura desde la que se comprobaron los sistemas en el test final fue de 10.700 metros y esta vez los fallos fueron simulados. El equipo quiso comprobar si podía descender de manera segura sólo con uno de los paracaídas de deceleración, así como los del escudo térmico.
La idea era recoger los máximos datos posibles sobre el funcionamiento de los paracaídas y la interacción entre los sistemas dadas ciertas condiciones adversas, así como lo que hemos comentado de la reutilización. Según explicaba Mike McCarley (jefe de equipo del sistema de aterrizaje de la Starliner en Boeing) en el comunicado, los sistemas de paracaídas "son complejos de manera inherente" y que podríamos ver resultados distintos haciendo "los mismos tests una y otra vez", de ahí que cuando éstos más se repitan, más consistencia tendrán las conclusiones.
¿Los vuelos tripulados? En "algún momento de 2021", cuando veremos también un segundo test de vuelo orbital. Así que estaremos pendientes de la evolución, a ver si la Starliner mantiene la buena racha con las pruebas.
Imagen | Boeing (vía NASA)
Ver 4 comentarios