Los astrónomos han identificado un planeta mucho más grande que Júpiter orbitando una estrella lejana. Lo verdaderamente extraño es que tiene la densidad de un algodón de azúcar. Es un "gigante esponjoso".
El misterio de WASP-193b. Ubicado a unos 1.200 años luz de la Tierra, WASP-193b es el segundo exoplaneta menos denso que se conoce, por detrás de Kepler 51d. Sin embargo, es cuatro veces más grande, una rara avis entre los más de 5.000 planetas descubiertos fuera del sistema solar.
WASP-193b es un 50% más grande que Júpiter, nuestro vecino de mayores dimensiones, pero tiene una décima parte de su masa. Su densidad es de 0,059 gramos por centímetro cúbico, similar a los 0,05 gramos por centímetro cúbico de un algodón de azúcar.
Un hallazgo internacional. Publicado en la revista Nature Astronomy, el descubrimiento ha sido posible gracias a una colaboración internacional llamada WASP (Wide Angle Search for Planets), que cuenta con observatorios robóticos para medir el brillo de las estrellas desde ambos hemisferios.
El estudio se basa en cuatro años de observaciones de los tránsitos del planeta frente a su estrella, similar al Sol. Para calcular la masa del planeta, así como su densidad, el equipo midió la velocidad radial de la estrella: pequeñas oscilaciones en su movimiento debido a la atracción del planeta que la orbita.
Creyeron que estaban equivocados. El monumental tamaño de WASP-193b debería corresponderse con un desplazamiento significativo en el espectro de la estrella, pero apenas ejerce atracción sobre ella. Las mediciones daban una densidad tan baja que los científicos pensaron que era un error en el análisis.
"Al principio, las densidades que obteníamos eran tan extraordinariamente bajas que nos costaba creerlas", comenta Francisco J. Pozuelos, quien colideró el estudio desde el Instituto de Astrofísica de Andalucía. "Por ello, repetimos el proceso completo de análisis de datos varias veces, empleando diferentes códigos y metodologías, para asegurarnos de que era la densidad real del planeta".
Un trabajo para el telescopio Webb. Es posible que WASP-193b tenga una atmósfera de hidrógeno y helio varias decenas de miles de kilómetros más extensa que la atmósfera de Júpiter. Pero ningún modelo de formación planetaria puede explicar un planeta con una atmósfera de estas características.
El hallazgo pide a gritos orientar el telescopio espacial James Webb hacia WASP-193b para saber más sobre su atmósfera y arrojar luz sobre la naturaleza de estos planetas gigantes "esponjosos" para entender cómo llegan a formarse.