Después de algunos retrasos, se espera que un cohete Falcon Heavy de SpaceX lance el avión espacial X-37B del Pentágono este miércoles. Es la primera vez que el avión militar despega a bordo de un lanzador tan potente, por lo que se espera que este sea su vuelo de mayor apogeo.
¿Qué es el X-37B y qué hace en sus largas misiones en el espacio? Esto es lo que sabemos de una de las naves más enigmáticas del Ejército de Estados Unidos.
X-37B: qué es y cuántos hay
El Vehículo de Prueba Orbital X-37B es un avión espacial robótico de la Fuerza Aérea y la Fuerza Espacial de Estados Unidos. Hay dos unidades, y acumulan 3.774 días en el espacio.
Como el transbordador espacial, el X-37B es lanzado al espacio con un cohete, pero una vez allí tiene capacidad para propulsarse, reentrar en la atmósfera y aterrizar planeando. A diferencia del transbordador espacial, el X-37B no está diseñado para transportar humanos.
Además, es mucho más pequeño: mide unos 9 metros de largo por tres de alto, pesa unas cinco toneladas y tiene una envergadura de cuatro metros y medio.
Hasta ahora, el X-37B se ha lanzado seis veces a bordo de dos cohetes distintos. Cinco en un Atlas V de ULA y una en un Falcon 9 de SpaceX. El miércoles está previsto el primer lanzamiento a bordo de un Falcon Heavy de SpaceX.
Se cree que el Pentágono ha contratado el cohete más potente de SpaceX para llegar más alto que en vuelos anteriores. El investigador Marco Langbroek especula a partir de los datos de trayectoria del lanzamiento que irá a una órbita altamente elíptica (con un perigeo relativamente bajo, pero un apogeo muy alto que podría situarlo cerca del cinturón geoestacionario).
Desarrollados por Boeing, los aviones X-37 comenzaron siendo un proyecto de la NASA antes de pasar a la agencia DARPA y convertirse en un proyecto clasificado. El X-37A de la NASA hizo algunos vuelos de prueba en 2006 antes de que la Fuerza Aérea anunciara el desarrollo de la variante X-37B, conocida oficialmente como OTV (Orbital Test Vehicle).
El X-37B llevó a cabo su primera misión en marzo de 2011. Existen dos unidades operativas. X-37B 1 batió su récord de permanencia en órbita en su tercera misión, que completó en 2022 después de 908 días en órbita.
X-37B 2 también tuvo un tercer vuelo particularmente largo, que completó después de 779 días en órbita a finales de 2019. El segundo es el que se espera que despegue en breve con el Falcon Heavy.
Para qué lo usa el Pentágono
La mayor parte de lo que hace el X-37B en sus largas misiones es secreto. Uno de lo objetivos iniciales del programa cuando estaba bajo el ala de la NASA era que el X-37 se encontrara con satélites y realizara reparaciones en órbita, por lo que quizá se esté usando para el espionaje.
El X-37B puede cambiar de órbita y, en teoría, impulsar satélites que ya estén en el espacio. El Pentágono lo ha usado sobre todo para lanzar satélites (cuya órbita no siempre ha sido registrada, como exige Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Ultraterrestre).
Equipado con un compartimento de carga del tamaño de una camioneta, lo que se sabe con certeza es que ha lanzado varias cargas útiles y alojado varios experimentos y demostraciones de tecnología, no solo militares, sino también de la NASA. Una de las tecnologías que se probó en el X-37B fue un motor de efecto Hall diseñado por Aerojet Rocketdyne.
Se sabe poco del verdadero objeto de este séptimo vuelo orbital (OTV-7, según la nomenclatura de la Fuerza Aérea), pero la Fuerza Espacial menciona en un comunicado que las pruebas "incluyen operar en nuevos regímenes orbitales, experimentar con tecnologías de detección de amenazas de dominio espacial e investigar los efectos de la radiación en materiales de la NASA".
En misiones anteriores, el X-37B probó un panel solar en el espacio capaz de transmitir energía a la Tierra mediante microondas.
Si hacemos caso a las especulaciones, se ha dicho que podría lanzar armas desde el espacio (algo que el Pentágono ha negado) o que se estaba usando para espiar naves chinas, lo que explicaría por qué China tiene un avión espacial muy similar. Lo paradójico es que cuando China lanzó su avión espacial hace dos años hubo cierta preocupación en Estados Unidos de que se tratara de un "sistema de bombardeo orbital".
Sea como sea, el X-37B partirá pronto a su séptima misión. No sabemos qué hará exactamente, pero sí que llegará más lejos que nunca.
Imagen | Fuerza Aérea de Estados Unidos
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