De calamares gigantes a espectaculares colas de iones: seis fotografías para romperte la cabeza del espacio exterior

Abróchense los cinturones que estamos a punto de despegar. Destino: el universo y algunos de sus mejores trucos

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La proliferación de imágenes del espacio exterior gracias a herramientas legendarias como los telescopios Hubble o Webb a veces producen el efecto contrario. Son preciosas, alucinantes e instantes que hasta hace poco ni siquiera podríamos soñar con admirar. Y sin embargo,a veces puede abrumar la cantidad de instantáneas que nos llegan desde la red, en ocasiones sin el contexto necesario para admirar y/o entender lo que estamos viendo. De eso va precisamente lo que vamos a mostrar: seis fotos de la NASA para explicar la magnitud del universo.

La nebulosa del calamar gigante

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Descubierta en el año 2011 por el francés Nicolas Outters, la nube cósmica fue fotografiada por Alex Linde. Su color azulado se debe a la emisión de átomos de oxígeno doblemente ionizados. A pesar de su más que curiosa forma, lo cierto es que el tamaño de la nebulosa no se parece en nada al de un molusco marino, ya que engloba casi tres lunas llenas en el cielo del planeta Tierra.

Cuando Cassini orbitó Saturno

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Otra de esas escenas que se quedarán grabadas para la posteridad. El momento tuvo lugar en 2005, cuando el robot espacial Cassini orbitó Saturno (de 2004 a 2017). Esta instantánea supuso un hito, ya que por primera vez los humanos nos hacíamos una idea de lo que veríamos si nos acercaramos al gigante mundo anillado. Lo que admiramos: los majestuosos anillos que aparecen directamente sólo como una línea curva. Dichos anillos muestran mejor su compleja estructura en las sombras oscuras que crean en la parte superior del planeta.

Admirando el cúmulo de estrellas NGC 7789

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El cúmulo se encuentra entre los ricos campos estelares de la Vía Láctea, a unos 8.000 años luz de distancia, hacia la constelación de Casiopea. Un descubrimiento del cielo profundo de finales del siglo XVIII por la astrónoma Caroline Lucretia Herschel, el cúmulo también se conoce como la Rosa de Carolina. Cuentan los investigadores que su apariencia visual en pequeños telescopios, creada por el complejo de estrellas y vacíos del cúmulo, sugiere pétalos de rosa anidados.

Gas y polvo en NGC 602

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Estamos ante una nube estelar distante ubicada en las afueras de la Pequeña Nube de Magallanes, una galaxia satélite a unos 200 mil años luz de distancia. El cúmulo estelar NGC 602, de 5 millones de años de antigüedad, está rodeado por su capa natal de gas y polvo. Lo que vemos abarca unos 200 años luz, aunque en esta vista nítida también se pueden apreciar una variedad de galaxias de fondo (eso sí, a cientos de millones de años luz de distancia).

El cometa apuntando con colas opuestas

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Lo que presenciamos aquí es el cometa 2P/Pons-Brooks y su brillante cola de iones, expulsada directamente del Sol por el viento solar. En la parte superior derecha está la brillante coma central del cometa. Abriéndose en abanico desde la coma, principalmente hacia la izquierda, está la cola de polvo del cometa. Además, también podemos observar una estrella brillante distante, Alpha Leporis, en la parte inferior de la imagen presentada capturada desde Namibia.

Madeira y la Vía Láctea

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Terminamos con una de las fotografías astronómicas más espectaculares en lo que va de año. Tomada el pasado 15 de abril, la impactante imagen muestra un camino estrecho y pedregoso que conduce a una cresta rocosa en la isla portuguesa. Detrás, el cielo está surcado por una variedad de colores fascinantes: una rica capa de nubes dorada da paso a fantásticos cielos verdes antes de que estos se desvanezcan en tonos más profundos y oscuros.

Por último, y sumándose a la hipnótica sensación de belleza, el gran arco de la Vía Láctea forma una media luna casi perfecta sobre el escarpado afloramiento. Además, a la composición se añaden esas nubes de gas y manchas de color púrpura que ofrecen un “todo” mágico. Tan etérea como finamente detallada, entre las estrellas visibles se encuentran Vega y Altair.

Imagen | NASA, Marcin Rosadziński, Alex Linde, Massimo Di Fusco, Rolando Ligustri

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