El mayor radiotelescopio del mundo está en marcha. Ayer comenzó a buscar señales de estrellas, galaxias y, quizás, vida extraterrestre. Está en China, puede escanear el doble de cielo que Arecibo, que era el radiotelescopio hasta el momento, y es entre tres y cuatro veces más sensible que su rival puertorriqueño.
Sin duda, FAST, que así se llama el proyecto, es una proeza técnica que nos dará muchas alegrías astronómicas. Pero es algo más: junto con el lanzamiento de su nueva estación espacial, es la muestra más clara de que China va en serio en querer liderar la gran conquista del espacio y tener un papel clave en la ciencia contemporánea.
FAST, el radiotelescopio más grande del mundo
LA instalación de los 4450 paneles comenzó en 2001 y terminó en julio de este año. Pero ya está listo y con 500 metros de diámetro y un presupuesto de 180 millones de dólares, China ha conseguido pulverizar el récord del observatorio norteamericano estadouniense en Arecibo.
Aunque "el objetivo último de FAST es descubrir las leyes del desarrollo del Universo", China busca liderar la ciencia y la tecnología del futuro
Investigadores, según cuenta la agencia estatal de noticias, creen que puede ser una herramienta clave para la búsqueda de ondas gravitacionales, conocer mejor la estructura y naturaleza de las estrellas y escuchar signos de vida extraterrestre.
"El objetivo último de FAST es descubrir las leyes del desarrollo del Universo", explicaba Qian Lai, investigador de los Observatorios Astronómicos Nacionales de la Academia China de Ciencias. "En teoría, si hay una civilización ahí fuera, las señales de radio que nos mandarían serían similares a las que escuchamos cuando estudiamos un púlsar", siguió explicando Qian.
Como ya explicamos en su momento, el radiotelescopio se ha visto envuelto en una gran polémica porque, para su funcionamiento, necesita un radio de cinco kilómetros en los que no exista otro tipo de actividad humana. Eso llevó al reasentamiento forzoso de más de 2,000 familias.
Una estrategia a largo plazo por conquistar el espacio
Mientras nos tenía entretenidos a todos con el futuro de su primera estación y la posibilidad de que caiga en cualquier punto del planeta; el 15 de septiembre, el gobierno chino puso en órbita la Tiangong-2, su segunda estación espacial.
Con más de 40 experimentos científicos, la Tiangong-2 supone una gran oportunidad científica que se va a dejar notar en diversos campos desde la investigación cardiovascular a la comunicación cuántica. Está claro que China quiere liderar la investigación científica y tecnológica y no lo disimula. Allí donde hay un proyecto científico, allí hay científicos chinos luchando por estar en cabeza. Da igual que sea fisión comercial, clonación humana o el viaje a Marte.
Imágenes | News.cn (Vía Eureka)
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