Cómo fotografiar el eclipse de superluna de esta noche

En la madrugada del próximo 28 de Septiembre, si el tiempo lo permite, podremos disfrutar de lo que se ha denominado un eclipse superlunar. Y será muy especial, ya que desde 1982 no se producía uno y este fenómeno no se va a volver a repetir hasta 2033. Si sigues leyendo te mostraremos consejos de cómo fotografiarlo, ¿te lo vas a perder?

Antes de ponernos en marcha

Imagen de garyturner

Como ya hemos comentado, este será un eclipse especial, un eclipse de superluna, porque va a ser con una Luna llena, más brillante y más grande aparentemente y con aliciente de que la vamos a poder ver de un color naranja/rojo en determinados momentos. Dado que el eclipse empezará sobre las 2:12 de la madrugada (hora peninsular española) y acabará sobre las 7:22, está claro que vamos a tener que madrugar (o trasnochar, según se mire) para poder verlo, así que os indicamos algunos consejos previos a coger la cámara:

La gran diferencia con los eclipses de Sol es que los eclipses lunares se pueden ver a simple vista sin que los ojos se dañen, así que no hay que tener ninguna especial protección ocular.
Para poder disfrutar de este fenómeno tendremos que tener un cielo lo más despejado posible de nubes por lo que habrá que ver la previsión meteorológica para esa madrugada por si vamos a fotografiar el eclipse en exteriores. Para España hay varias páginas, la de la AEMET, en la que se puede buscar la predicción por municipios. O, una que me gusta mucho y que utilizo para mis salidas, eltiempo.es, que proporciona pronósticos por horas entre otros datos. Y, si se vive en una zona de costa, la más famosa y fiable es Windguru. Para el resto del mundo, pues hay la posibilidad de encontrar los servicios meteorológicos locales o páginas como Accuweather.
También el cielo será mejor cuanto menos contaminación lumínica haya, por ello se recomienda salir de los núcleos urbanos e ir a ver el eclipse a sitios altos y despejados, sin obstáculos.
Como la duración total del eclipse se estima en más de cinco horas (hora y media en la zona de sombra) no está de más tener algún asiento disponible (una tumbona sería ideal) para poder observar el cielo cómodamente. Además, al ser de noche cerrada, no hay que olvidarse de una linterna y ropa de abrigo y alguna bebida caliente (el otoño ya ha comenzado).
Y, para acabar con los preparativos y antes de empezar a hacer fotografías, es conveniente saber la posición que tendrá la Luna y el camino que va a seguir en referencia a la localización desde la que se quieren realizar las fotografías. Para ello hay bastantes apps para nuestro smartphone, pero si se quiere planificar desde casa una de las opciones más aconsejables es la página de The Photographer’s Ephemeris (TPE), aplicación gratuita en su versión de escritorio, que nos permiten saber la trayectoria que va a tener nuestro satélite durante el eclipse:

Con esta herramienta se puede saber la posición que tendrá la Luna en una instante determinado, su altura y qué movimiento tendrá. Esto puede ser muy útil a la hora de componer nuestras imágenes del eclipse.

Fotografiando el eclipse

Imagen de Richard Flink

Para fotografiar el eclipse lunar ya hemos comentado que no hace falta ninguna precaución ni para nuestros ojos ni para el equipo como en los eclipses solares, por lo que valdrán los consejos generales para cuando se hace fotografía nocturna, aunque matizándolos para nuestro eclipse:

Se recomienda cámara réflex, mirrorless o bridge avanzada y escoger el teleobjetivo de más focal que se tenga para poder ver la luna a lo grande. Hay que tener en cuenta que tanto el Sol como la Luna tienen, aproximadamente, el mismo tamaño aparente en el cielo. En una cámara con formato full frame (36x24mm) se proyectan sobre el sensor con un tamaño de alrededor de 1/100 sobre la focal utilizada, es decir, que con 400mm se tendrían 4mm en el sensor, con un 300mm, pues 3 mm, etc. Si tenemos una cámara APS-C o mirrorless, habría que multiplicar por el factor de recorte que tenga cada cámara.

Comprobar que llevamos tarjetas de memoria suficientes y que las baterías (al menos un par) están a tope de carga.
Para evitar la trepidación, es casi imprescindible usar trípode, combinándolo con el retardo de disparo o temporizador de la cámara o, mejor aún, con un cable disparador y activando el bloqueo del espejo o el Live View.
En la cámara, escoger la medición puntual ponderada en el centro o puntual para controlar la exposición de la Luna, disparar en Raw para poder editar posteriormente el equilibrio de blancos.

El autofoco no va a ser muy fiable en este caso, por lo que conviene usar el enfoque manual, enfocando a infinito.
Los parámetros típicos para fotografiar la Luna son 1/125-1/250, f8-f16 e ISO 100 y emplear el modo manual. Ésta es una configuración de partida cuando la Luna se encuentra totalmente iluminada, pero, como la Tierra la va a ir oscureciendo, habrá que ir subiendo el ISO, abriendo el diafragma y/o bajando la velocidad de obturación para poder captar esos instantes con la Luna parcialmente sombreada. En este último caso, una configuración orientativa podría ser 1/2-1s de tiempo de exposición, ISO 400-800 y f5.6. Como siempre, se recomienda usar el ISO mínimo posible.

Imagen de Rob Glover

Revisar las imágenes en la cámara, ampliándolas hasta el 100% para ver que están perfectamente nítidas y con la exposición adecuada.
No conformarse con la Luna como elemento único, intentar hacer alguna composición, mostrar una secuencia del eclipse, integrarla en un paisaje, jugar con dobles exposiciones, etc. Además de los ejemplos anteriores, aquí tenéis algunas ideas: