Estos días surca nuestros cielos el cometa C/2017 K2 (PanSTARRS), que nos estará acompañando intermitentemente hasta principios de 2023. Será una oportunidad única porque no sabemos cuánto tardará en volver a acercarse al centro del Sistema Solar. O si lo hará. Será necesario un telescopio para verlo (no uno muy potente, eso sí). Nuestra primera oportunidad de verlo será durante las noches de verano, hasta septiembre. Volverá en enero para ir alejándose progresivamente hacia las zonas más inhóspitas de nuestro Sistema Solar.
Cómo verlo. El cometa estará cruzando el horizonte por el este a media tarde, pero no será posible verlo hasta que anochezca. Además, la luna llena de estos días hará más difícil su observación. Se ocultará por el oeste alrededor de una hora antes del amanecer, aproximadamente a las cinco de la madrugada, hora peninsular.
Aunque hoy es el día que más cerca de la Tierra se encuentra el cometa, la luna llena hará que su visibilidad no sea tan buena como la de los días siguientes, en los que el cometa se mantendrá cerca de nuestro planeta y el cielo a su alrededor estará más oscuro.
Para encontrarlo tendremos que encontrar primero la constelación de Ofiuco. Se mantendrá ahí aproximadamente hasta el final de julio, cuando se acerque ya más a la constelación de Escorpio, concretamente a la estrella Beta Scorpii, “el Alacrán”. Ahí podremos observarlo hasta mediados de Septiembre, cuando el hemisferio sur pase a tener mejor visibilidad del objeto.
Una pequeña roca con un gran halo. El cometa en sí mide 18 kilómetros de diámetro, pero si tamaño es ensombrecido por el de su “atmósfera”, la esfera de polvo y gases que rodea este cometa, y que se expande a lo largo de 130.000 kilómetros, un diámetro poco más pequeño que el del planeta júpiter. Su cola alcanza los 800.000 kilómetros. Su magnitud será de 11, por lo que podríamos verlo con un pequeño telescopio de 3 pulgadas.
El cometa. C/2017 K2 fue descubierto mayo de 2017 por el observatorio PanSTARRS de Hawái. Al momento de su descubrimiento fue el cometa descubierto a mayor distancia de nosotros, cuando aún no había alcanzado la órbita de Saturno, a 2.400 millones de kilómetros. Hoy en día ese récord lo ostenta el cometa Bernardinelli-Bernstein, que fue localizado a 4.400 millones de kilómetros
Aunque su nombre parezca un estándar de los que son utilizados a menudo para nombrar provisional y sistemáticamente a los objetos celestes, K2 no es un código sino que hace referencia a la montaña también conocida como Chogori, situada en la cordillera del Himalaya, segunda en elevación tras el Everest.
PanSTARRS. El cometa también recibe un apellido que hace referencia a su descubrimiento. PanStarrs es un sondeo realizado en busca de objetos celestes. Fue precisamente este sondeo el que descubrión un curioso objeto también hace cinco años, la roca interestelar Oumuamua.
Próxima cita. El cometa se encuentra ahora mismo rumbo a su apogeo, su mayor acercamiento al Sol, y nos lo volveremos a encontrar a su regreso a las zonas más periféricas de nuestro Sistema Solar. En enero podremos de nuevo disfrutar de la presencia del cometa, es más, su presencia será, según se predice, más visible en nuestros cielos, quizá alcanzando una magnitud de cinco, que podría hacerlo visible al ojo humano.
A partir de aquí el cometa se desvanecerá en el cielo. Su órbita lo llevará a la nube de Oort, un viaje que podría llevarle miles de años. En cuanquier caso, su próxima visita al interior de nuestro Sistema Solar, si es que se produce, no ocurrirá en el plazo de nuestras vidas. Esta será por tanto una oportunidad única.
Imagen | Cometa Neowise, Alexander Andrews
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