Noches despejadas, una luna menguante ya muy cerca de la nueva y la estela de un cometa que pasa cerca del Sol cada 133 años: esos son los ingredientes básicos de una de las veladas astronómicas más importantes del año: las perseidas. Y este año 2023, los tenemos.
Falta una semana para una de las mejores Lágrimas de San Lorenzo de los últimos años. Más vale que lo metamos en agenda.
Vale, pero ¿qué son las perseidas? Es la mayor lluvia de estrellas del hemisferio norte y, como comentaba más arriba, su origen de las Perseidas está relacionado con la estela del cometa 109P/Swift-Tuttle: las "estrellas fugaces" que se ven cada agosto no son más que los cientos de partículas de polvo que ha ido dejando a su paso. Cientos de miles de partículas atravesando la atmósfera a más de 210.000 kilómetros por hora.
El Swift-Tuttle se llama así porque fue descubierto de forma casi simultánea (e independiente) por Lewis Swift y Horace Parnell Tuttle en 1862.
Gira alrededor del Sol aproximadamente cada 133 años y la última vez que pasó cerca de la Tierra fue en diciembre de 1992. De hecho, en agosto del 93 llegaron a verse hasta 400 meteoros a la hora. A la espera de que vuelva (y reponga la estela) en julio de 2126., solo nos queda encontrar las mejores condiciones atmosféricas para ver la mejor lluvia de estrellas del año.
¿Cuándo se pueden ver? Precisamente, el "cuando" es una de las dos características que hacen de las Perseidas uno de los grandes eventos astronómicos año tras año. Y es que las lágrimas de San Lorenzo tiene lugar, como su propio nombre indica, en mitad del verano del hemisferio norte: justo cuando los cielos están más despejados y hace mejor temperatura. Por ello, suelen ser fáciles de ver las noches de verano en las que hay buena visibilidad.
La otra característica es que, en su pico, se pueden llegar a observar entre 50 y 100 meteoros a la hora. Hablo de su pico porque, aunque el fenómeno está activo entre el 17 de julio y el 24 de agosto, la verdad es que el punto álgido ocurre cada año entre el 11 y el 13 de agosto. La noche del 12 al 13, en pleno fin de semana, será el mejor momento para verlas este 2023.
¿Dónde y cómo? Tan importante como el día y la hora, es el lugar de observación. Sobre todo, porque aunque las Perseidas sean cuerpos fugaces muy brillantes, las grandes ciudades son verdaderos "vertederos de contaminación lumínica" y resulta casi imposible observarlas sin alejarse de ellas.
De ahí que lo recomendable es desplazarnos a lugares con cielos despejados y poca contaminación lumínica. En este sentido, las poblaciones pequeñas y zonas de montaña son lugares idóneos. Eso sí, tenemos que tener cuidado. Hay lugares, como el Observatorio almeriense del Calar Alto, que piden a los aficionados que no se acerquen a sus instalaciones porque el bullicio habitual puede acabar contaminando lumínicamente el trabajo del observatorio.
Buscando a Perseo. Una vez que hemos dado con el lugar adecuado, es buena idea buscar la constelación de Perseo. No se trata de algo imprescindible, pero así maximizamos las posibilidades de éxito y aprovechamos para ejercitar nuestras habilidades astronómicas.
No es difícil encontrarla, de todas formas. Se trata de una constelación que recuerda una silueta humana con el brazo extendido y su declinación de 45º al norte hace que en ningún momento se ponga bajo el horizonte si se observa desde España.
Esto último (la declinación) es lo que hace que sea más fácil de observar las estrellas fugaces desde el hemisferio norte; no obstante, las Perseidas son un fenómeno global y, en rigor, puede verse desde ambos hemisferios si la meteorología acompaña.
En Xataka | Cómo fotografiar las Perseidas, la mejor lluvia de estrellas del verano
Imagen | Marc Sendra Martorell