Hace un par de meses os contamos que la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) tenía un plan para acabar con toda la basura espacial que hay en el espacio. Y, creedme, hace falta porque el resultado de toda la carrera aeroespacial ha sido crear, allá arriba, todo un vertedero espacial.
La mala noticia es que la primera prueba no ha funcionado. El Kounotori 6, además de entregar suministros en la Estación Espacial Internacional, llevaba una correa de 700 metros para recoger y llevar la basura a la atmósfera y que combustionen. Tokyo, tenemos un problema.
Ese problema llamado basura espacial
Según las estimaciones de la NASA, hay medio millón de objetos en la órbita baja de la Tierra y suponen un peligro muy considerable para los casi 800 satélites que hay en allá arriba. Un problema que suma una complejidad innecesaria a la que ya conllevan este tipo de misiones.
La intención de la JAXA (con la ayuda de Nitto Seimo Co. un fabricante de redes de pesca) era utilizar una malla metálica - lo que viene siendo un cable para nuestros estándares, en realidad - que utilizaba la fuerza electromagnética para reunir piezas pequeñas de basura y llevarlas a la atmósfera, donde se destruirían como cualquier estrella fugaz. Una escoba espacial casi perfecta.
Pero como digo, el proyecto no ha funcionado, pero por un problema mecánico. No han sido capaces de soltar el cable y esa parte de la misión no ha podido ponerse en marcha. No son buenos tiempos para la JAXA que lleva varios fracasos seguidos, pero, por lo que ha trascendido, el programa de limpieza espacial sigue en marcha.
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