Antes de convertirse en un árido y frío erial, Marte tenía enormes océanos y ríos. No toda el agua ha desaparecido, pero los depósitos más importantes que se habían encontrado hasta ahora estaban en las inhóspitas regiones polares. Ahora, la Agencia Espacial Europea ha dado con una gigantesca reserva de agua en el ecuador. ¿Qué implicaciones tiene y para qué nos puede servir este hallazgo?
Desde cuándo se sabe que hay agua en Marte. En 2002, el orbitador Mars Odyssey de la NASA detectó grandes cantidades de hidrógeno bajo la superficie de las regiones polares de Marte. En 2008, la sonda Phoenix de la NASA aterrizó en el polo norte marciano, excavó una zanja y encontró hielo de agua a pocos centímetros del suelo.
En cuanto a la presencia de agua en el ecuador, las misiones equipadas con radar, Mars Express de la ESA (lanzada en 2003) y Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA (lanzada en 2005), detectaron grandes depósitos de un material poco denso y transparente al radar bajo el suelo de una región ecuatorial que se extiende a lo largo de 5.000 km.
Qué han descubierto ahora. Los científicos han confirmado mediante observaciones de Mars Express la presencia de enormes depósitos de hielo de agua bajo la Formación de Medusae Fossae, una colección de macizos con un volumen combinado de 1,4 a 1,9 millones de kilómetros cúbicos.
Los enormes depósitos de hielo, que alcanzan los 3,7 kilómetros de espesor, se alternan con capas secas y algunos depósitos de dióxido de carbono en estado sólido. Su profundidad y su perfil es muy similar a la del casquete polar del hemisferio sur marciano.
Por qué es tan importante. Es la mayor cantidad de hielo hallada fuera de las regiones extremadamente frías y distantes de los polos. Si estos depósitos se fundieran, cubrirían el planeta entero con una manta de agua de entre 1,5 y 2,7 metros de profundidad.
Es un hallazgo importante porque no está claro cómo se ha podido formar tanto hielo cerca del ecuador (se sospecha de un gran cambio climático causado por la inclinación del eje del planeta). Pero también es un hallazgo importante porque encontrar y mapear los depósitos de agua de Marte será crucial en nuestros planes de colonizar el planeta.
Cómo podemos aprovechar toda esa agua. Las regiones ecuatoriales de Marte reciben más luz y son más cálidas (o mejor dicho, menos frías) que las regiones polares, así que a los futuros colonos de Marte les viene bien tener tanta agua disponible. No solo para consumo humano: también para la producción de oxígeno e hidrógeno mediante electrólisis, que servirán para respirar y producir combustible, respectivamente.
El problema es que estos grandes depósitos están cubiertos por una capa de polvo de entre 300 y 600 metros de grosor, por lo que extraerlo va a ser complicado sin una infraestructura avanzada. El polvo tiende, además, a formar grandes tormentas que complicarían nuestra vida en la zona. Así que, al menos al principio, convendría extraer el hielo de otros depósitos subterráneos.
Es hora de mandar a Marte otro radar. La agencia espacial italiana, la agencia espacial canadiense, la agencia espacial japonesa y la NASA trabajan en una sonda con un radar de mayor resolución para encontrar nuevos depósitos de hielo de agua en la superficie marciana.
Se llama International Mars Ice Mapper (iMIM). En un principio, estaba programada para lanzarse en 2026. Lamentablemente, los últimos recortes presupuestarios de la NASA han puesto su futuro en el aire. Quizá con el descubrimiento de la ESA su desarrollo vuelva a ser una prioridad.
Imagen | NASA
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