La materia oscura es una paradoja en sí misma. Sigue siendo una incógnita, no podemos verla de forma directa porque no interactúa con la luz y, por no saber, no sabemos aún a ciencia cierta lo que es. Sin embargo, ha llegado a ser tan importante para nuestros modelos y compresión del universo que su ausencia llega a suponer también un misterio. Y eso precisamente es lo que trae de cabeza desde 2019 a un investigador de la Universidad de Groninga, en Holanda, y sus colegas.
Hace dos años Pavel Mancera Piña y sus compañeros publicaron un estudio en el que apuntaban que tanto la galaxia AGC 114905, situada a alrededor de 250 millones de años luz, como otra media decena, contenían cantidades mínimas de materia oscura. Su análisis se centraba en galaxias muy difusas, con poca materia visible, y lo que sugerían generó escepticismo: precisamente por sus peculiaridades deberían contener una cantidad notable de la materia misteriosa.
40 horas de observación para confirmarlo
Ahora, en un nuevo artículo que ya ha sido aceptado para su publicación en la revista Monthy Notices of the Royal Astronomical Society, los investigadores van un paso más allá y confirman sus teorías de hace dos años: en apariencia, al menos, AGC 114905 parece estar libre de materia oscura. Las mediciones tomadas se explican simplemente con la atracción gravitatoria de la materia visible. Como recoge Science Daily, a pesar de haber realizado observaciones detalladas durante 40 horas con telescopios de última generación la conclusión es exactamente la misma.
De aproximadamente el tamaño de la Vía Láctea, la distante AGC 114905 forma parte del grupo de galaxias enanas ultradifusas, una característica que deben a su luminosidad. Los expertos calculan que contiene alrededor de mil veces menos estrellas que nuestro “hogar”. Justo esa característica es la que predisponía a los astrónomos a esperar una cantidad considerable de materia oscura. Sin embargo, después recabar datos sobre la distribución y rotación del gas durante 40 horas entre julio y octubre de 2020 utilizando el Very Large Array (VLA) de Nuevo México comprobaron que sus observaciones se pueden explicar sin necesidad de meter la materia oscura en la ecuación.
“El problema sigue siendo que la teoría predice que debe haber materia oscura en la galaxia AGC 114905, pero nuestras observaciones dicen que no lo hay. De hecho, la diferencia entre la teoría y la observación es cada vez mayor”, explica Pavel Mancera Piña en declaraciones recogidas por Science Daily. Habría varias explicaciones alternativas y más adecuadas al canon actual, por supuesto, como que esté relacionado con su ángulo de inclinación y su impacto sobre la observación desde la Tierra o el efecto de otra galaxia vecina. Los investigadores han explorado las diferentes opciones, pero siguen sin ajustarse a los datos que han recabado en AGC 114905.
A la espera de encajar el misterio en nuestra comprensión, aún muy limitada de la materia oscura, los investigadores se han lanzado a estudiar una segunda galaxia enana ultradifusa.
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gurken
Mi idea sobre este caso es que dado que este tipo de galaxias son de "materia muy difusa" unos 10.000 soles menos que la nuestra, en su proceso de formación al partir de una nube de materia de poca densidad, no se llegó a producir un fluido compacto que girase a una velocidad angular determinada como un todo (como gira un disco antiguo de música) y por ello no pueden detectarse luego velocidades lineales de giro de algunas de sus estrellas (las más externas) sobre el centro galáctico muy altas.
Es decir, en realidad la materia oscura no existe, y es un fenómeno que podría explicarse a partir de una rotación angular conjunta de todo el polvo galáctico inicial, y la formación de un gigantesco agujero negro en su centro que después pierde materia por radiación al espacio, lo que provoca que las estrellas viejas (de primera formación se proyecten a la zona periférica de la galaxia para conservar su momento angular. Las estrellas de formación posterior. las más jóvenes de la galaxia no sufrieron este proceso y responden a la mecánica de Newton.
Para comprobar lo que digo debería comprobarse que las estrellas anómalas que giran con velocidades lineales muy elevadas como si en el interior de la galaxia existiese mucha más materia (materia oscura)todavía deberían poseer una componente de velocidad que las siguiera alejando del centro galáctico. Pero no sé si esto se ha medido o comprobado porque resultaría difícil ya que al observar la galaxia deberíamos encontrar que las estrellas anómalas situadas en el extremo más alejado de nosotros tendrían un corrimiento al rojo en su luz (se alejan cada vez más) y las del extremo más cercano a nosotros un corrimiento al azul-violeta (se acercan cada vez más a nosotros). Las situadas en un diámetro perpendicular al anterior ni se acercarían ni se alejarían.
Todo esto con independencia a que la galaxia anómala como tal se alejase de nosotros, que ya implicaría un corrimiento al rojo que afectaría a todas sus estrellas.
g900
La materia y la energía "oscuras", esos parches matemáticos hechos para tapar los agujeros de conocimiento de la física actual.
Me recuerda al planeta X, ese que tenía que estar entre mercurio y el sol para que encajara la mecánica newtoniana. O el "éter", esa sustancia que permitía la propagación de la luz por el espacio.
La física está llena de cadáveres matemáticos que taparon los agujeros de conocimiento de su época.