El pasado sábado 13 de marzo un grupo de científicos sumergió en las profundidades del helado lago Baikal uno de los telescopios más importantes del mundo. Importante primer por lo que detecta, segundo por su tamaño y tercero por su ubicación. El Baikal-GVD tiene ahora una misión: detectar los escurridizos neutrinos.
El telescopio Baikal-GVD es un detector de neutrinos que se encargará de estudiar esta peculiar partícula del Universo. Baikal-GVD es el telescopio de neutrinos submarinos profundos más grande del hemisferio norte, según dijeron sus responsables. Uno de los pocos que rivaliza con él es el Ice Cube de Estados Unidos que se encuentra instalado en la Antártida.
Si bien el Baikal-GVD se encuentra en Rusia y ha sido instalado por científicos rusos, es un proyecto común de Rusia, Alemania, la República Checa y Eslovaquia. Ha estado desarrollándose desde 2015 y finalmente ha sido sumergido a una profundidad que varía entre los 750 y los 1.000 metros bajo el agua. Se encuentra a cuatro kilómetros de la orilla del lago y ha sido posible gracias a que actualmente el lago se encuentra helado.
El telescopio está conformado por diferentes módulos de cristal unidos por cuerdas. En total conforma un espacio de medio kilómetro cúbico y se espera que en el futuro mida hasta un kilómetro cúbico. Dicen que el lago Baikal, que es el más grande con agua dulce del mundo, es ideal para albergar semejante observatorio.
A 1.000 metros bajo el agua para observar el Universo
Los neutrinos son una de las partículas más ligeras y pequeñas que conocemos. Con una masa mil millones de veces menor que la de los átomos más ligeros, son prácticamente imposibles de detectar debido a que no interactúan apenas con el resto de elementos.
¿Cómo detectar una partícula tan escurridiza? Viendo cómo altera un entorno extremadamente calmado y repleto de detectores. Es lo que hace el Super-Kamiokande japonés, una piscina a un kilómetro bajo tierra con 50 toneladas de agua. Es lo que busca hacer también Baikal-GVD en las tranquila aguas de las profundidades del lago Baikal.
Vía | Phys
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