En 1937 Canon iniciaba su andadura en el segmento de la fotografía, y a los pocos años se convertiría en un absoluto referente en todos los ámbitos para iniciar aquella rivalidad eterna con Nikon.
La mayor parte de esos más de 80 años de historia Canon defendió las tradicionales cámaras de carrete de película, pero el avance de las digitales acabó por condenar este formato. Ahora su último modelo en este ámbito, la Canon EOS-1V, da el último adiós al carrete de toda la vida.
Un adiós que nunca es del todo definitivo
Las cosas comenzarían a cambiar en 1984, cuando Canon presentaba su primera cámara digital, la RC-701. Desde entonces más y más recursos acabaron dedicándose a este segmento para ir marcando el adiós progresivo de las cámaras que usaban carretes con película.
Aún así la firma mantenía su particular homenaje al formato con la Canon EOS-1V, una SLR profesional de 35 mm que lanzó en el año 2000 y que acabaría influyendo en toda la familia de DSLR Canon EOS.
La fabricación de este modelo se mantuvo hasta el año 2010, y desde entonces Canon continuó vendiéndola gracias al inventario disponible. Esas ventas terminan ahora que ya no tiene más unidades disponibles, aunque eso sí, es posible seguir obteniendo soporte para reparaciones de la cámara hasta 2025... si es que todavía existen los componentes necesarios para repararlas.
Su compeditora, Nikon, sigue manteniendo dos cámaras de carrete en su catálogo, la Nikon F6 y la Nikon FM10, y de hecho la idea del carrete ha dado pie a intentos de la industria por adaptar ese formato con iniciativas como la de Yashica o aprovecharlo para experimentar como hace el proyecto Lomography Konstruktor F.
Sea como fuere, puede que las cámaras de carrete estén desapareciendo entre los fabricantes, pero lo que sigue siendo evidente es que hay muchos aficionados que siguen capturando momentos fantásticos con un formato que sigue siendo mágico.
Vía | PetaPixel
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