Si los Reyes o Papá Noel se han pasado por casa y te han dejado tu nueva cámara, es momento de comenzar a sacarle partido. En nuestro Especial Video de hoy os elaboramos una pequeña guía para grabar correctamente y obtener un resultado más profesional en vuestros videos.
Si ya tienes el equipo sólo te falta una idea y ponerte a grabar. Pero, ¿tendrás en cuenta todo lo necesario? Dicen que en el detalle está la calidad, y la calidad es uno de los distintivos más importantes en el audiovisual. El uso de algunos filtros muy básicos pero realmente útiles, focos especiales y ajustes de cámara como el balance de blancos son los primeros pasos que nunca podemos saltarnos a la hora de grabar con una buena calidad técnica y también artística.
Fuentes de luz, materia prima del video
El video no es más que luz, energía transformada en electricidad que se puede manipular, dar forma, transmitir y reproducir. Para grabar una imagen necesitamos una cantidad de luz concreta, que se reflejará sobre los objetos y la calidad de ese reflejo será la imagen que captemos.
Antes de grabar cualquier cosa debes fijarte en la luz de la que dispondrás y los iluminantes que necesitas. Existen antorchas para las cámaras domésticas y profesionales que nos permiten iluminar cualquier cosa que haya en primer término en la cámara, por ejemplo, la cara de una persona.
En iluminación, todo depende siempre de la potencia de la fuente de luz y del emisor de esa luz. Para un espacio amplio necesitaremos una gran potencia en focos, o quizás nos interesa iluminar espacios de forma puntual y con diferentes intensidades de luz. En cualquiera de los casos, siempre hay que observar cómo quedan las cosas en cámara.
Lo que a simple vista humana parece estar iluminado, a ojo de cámara puede faltar luz. Ten en cuenta que los objetivos suelen ser un obstáculo en muchas ocasiones, sobre todo, los teleobjetivos, que al tener una longitud mayor, entra una menor cantidad de luz.
En el caso contrario tendríamos, por ejemplo, la luz del sol. Cuando hay mucho sol nos pican los ojos y no podemos ver bien. Es entonces cuando nos acordamos de nuestras gafas de sol. Pues bien, en video también tenemos unas “gafas para el sol”. En situaciones con excesiva iluminación natural que no podemos controlar, utilizaremos unos filtros ND (densidad neutra).
Los filtros ND suelen ir incorporados en muchas cámaras, y consisten en unos cristales grises que reducen la luz solar y la sobreexposición en unos porcentajes concretos. También hay otros dispositivos fácilmente acoplables a cámara, como los parasoles. Más allá de este tipo de filtros pasaríamos a reflectores y difuminadores de luz, elementos de iluminación más avanzados.
¿Cómo grabar cuando no hay luz?
Necesitarás una cámara con ajustes manuales. Al igual que en fotografía, deberás abrir el Iris (Diafragma) al máximo posible y el obturador a la velocidad más lenta dentro de las condiciones posibles (el límite está en 1/25). Además, es probable que necesites aumentar la sensibilidad del sensor a la luz.
En fotografía diríamos que debes subir el ISO a un número mayor, y en una cámara de video deberemos aplicar un aumento de Ganancia (Gain) sobre la imagen. Esta ganancia se expresa en decibelios (dB), normalmente en tres valores 0, +9 dB y +18 dB.
La consecuencia de aumentar la sensibilidad del sensor para captar más luz repercute directamente en la calidad de la grabación: aparece ruido. Llamamos ruido a las distorsiones en la imagen, y es la única forma de capturar una escena con poca iluminación:
Balance de blancos, definiendo el tono de la imagen
No es lo mismo una bombilla convencional que un tubo fluorescente. Además de tener una forma diferente y no pasar por igual en la factura de la luz, funcionan con materiales particulares. Cada una emite un tipo de ondas distintas que nos darán una tonalidad concreta en la imagen.
Para realizar este ajuste básico antes de grabar, hay que “decirle a la cámara” cuál es el blanco en cada escena en la que cambien las condiciones de luz, para que los tonos blancos aparezcan como blancos y no como amarillentos o azulados.
Si tu cámara tiene controles manuales podrás ajustar exactamente la temperatura de color de cada escena enfocando a un punto completamente blanco y realizando el balance. La temperatura de color se mide en Kelvin (aunque la mayoría lo llamamos grados Kelvin) e indica la tonalidad del blanco. Por ejemplo, 12.000 K es un tono casi azulado y 2.000 K es casi rojizo. 5.500 K equivaldría a la luz solar en estado normal.
Como habrás visto llegado a este punto de nuestro Especial video, la importancia de una cámara con controles manuales es primordial. Estos controles son los que nos permiten ajustar esos detalles de nuestra grabación que la diferenciará de cualquier otra.
Fuentes de sonido, escuchando lo que nos interesa
Como vimos en el apartado de audio, tenemos que prestar especial atención al tema del sonido directo. Hay que escuchar lo que nos interesa en nuestra grabación, y debemos oírlo bien, omitiendo el resto de sonidos que son superfluos y nos producen ruido, interferencias.
Ante todo, identificaremos la fuente de sonido de nuestra escena e intentaremos poner los medios necesarios para situarnos tan cerca como necesitemos siempre que escuchemos el sonido. En muchos casos tendremos la cámara alejada de la fuente de sonido, por lo que lo ideal sería colocar un micrófono a distancia a través de un cable (o bien inalámbrico), y en el “peor” de los casos, un micrófono direccional, con el que apuntando hacia la fuente captaremos el sonido, aunque siempre procuraremos estar lo más cerca posible.
Ten en cuenta que colocar una cámara de video implica cuatro decisiones básicas: tiro de cámara, angulación, iluminación y sonido. En base a ellas tenemos que buscar nuestro sitio ideal.
En Xataka | Audio y microfonía: Cómo captar un buen sonido. Especial video (VII) En Xataka | Especial video Imagenes | Sara Heinrichs, Sara Meca.
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