Todos tenemos a Canon como una empresa muy poderosa en el mercado de la imagen, pero también es cierto que es muy japonesa en sus movimientos, avanzando al ritmo que le interesa sin mirar demasiado a lo que está haciendo la competencia. Al margen de su particular funcionamiento en el mercado doméstico, la empresa no para de innovar con el diseño y desarrollo de sensores especiales.
Hace no mucho os mostrábamos un sensor y cámara ideados para trabajar en las condiciones de luz más complicadas, hoy os traemos un desarrollo bastante diferente, pensado para batir records en esa particular guerra por la mayor resolución. La nueva propuesta de Canon se marcha hasta los 250 megapíxeles.
El gigante japonés de las cámaras ha decidido que hay espacio para tal cantidad de megapixeles - 19.580x12.600 píxeles - en un lugar relativamente pequeño como es un sensor CMOS de tipo APS-H. Se puede considerar como la mayor cantidad ofertada en un sensor por debajo de los 35 milímetros.
El formato APS-H nos habla de un sensor que tiene un tamaño aproximado de 29,2 x 20,2 milímetros, y es el que utiliza Canon - EOS 1D - como sistema intermedio entre el extendido APS-C y el “full frame”, también reconocido como 35 milímetros.
No estamos ante el formato más grande de sensor que manejan comercialmente, por lo que la cantidad de megapíxeles es todavía más llamativa.
A pesar del minúsculo tamaño de píxeles que debe tener para caber en tan poco espacio - se complica la sensibilidad y el ruido -, Canon presume de que la velocidad de lectura de las señales es de 1.250 millones de píxeles por segundo.
Mucha tela que cortar en vídeo
Lo más interesante de cara a sus aplicaciones es que es un sensor ideado para captar vídeo, pudiendo registrar un nivel de resolución que es 125 veces el del estándar Full HD, y unas 30 veces el 4K. Os podéis imaginar que las posibilidades de aumento y recorte son espectaculares.
A la derecha tenéis la cámara prototipo en la que han montado el sensor, emparejado con una óptica Canon EF35mm f/1,4
En su nota de prensa nos ponen un ejemplo curioso: con este sensor podrían distinguir las letras en un lateral de un avión que vuela a 18 kilómetros de donde nos encontramos. Entendemos que con los mejores teleobjetivos, y condiciones de luz ideales.
No tiene pinta de que este trabajo vaya a terminar formando parte de una cámara DSLR de la casa, bastante tienen ya con ese monstruo de 50 megapixeles llamado EOS 5D S y R. Puede tener sentido en equipos de vigilancia, instrumentos de medición que necesitan esa resolución, y equipos industriales.
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