Logmar nos trae de vuelta al formato Super-8 con una cámara profesional

Logmar nos trae de vuelta al formato Super-8 con una cámara profesional
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A muchos os sonará el sistema Super-8, que apareció en el mercado allá por la década de los sesenta, llegando a su apogeo en los setenta. Se introdujo como una solución de grabación de vídeo doméstica, de la mano de Kodak, pero pronto empezó a ser herramienta de usuarios más espabilados en las artes de grabar.

Tras mucho tiempo desaparecido, el sistema Super-8 hace su vuelta al mercado de la mano de una compañía danesa conocida como Logmar.

Tommy y Lasse, son las dos personas que están detrás de Logmar S-8, una cámara de vídeo que podemos considerar como híbrida, al mezclar tecnologías de dos épocas bien diferentes. La película de 8 milímetros sigue estando ahí, pero se ve rodeada de un arsenal de tecnología profesional que la colocan directamente en el siglo actual.

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Película y WiFi en un mismo aparato

Tenemos sistemas de estabilización, pantalla LCD abatible, puerto USB, ranura SD, conectividad WiFi (se relaciona con Android, iOS, o Windows Phone), y circuitería moderna para controlarlo todo, capitaneada por un procesador ARM Cortex M3.

Las funcionalidades también se ponen al día, pudiendo acceder a una frecuencia programable de cuadros por segundo (16 a 54 fps), cambios en el tiempo de exposición, o prometidas actualizaciones de firmware que deben traer novedades en el futuro.

También se ha trabajado especialmente en el sistema de sonido, capaz de registrar audio sincronizado con la imagen a una calidad de 16-bit/48 kHz. Tanto el vídeo como el audio se guarda en la tarjeta SD.

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Las primeras veinte Logmar S-8 llegan al mercado en diciembre, y lo hacen a un precio de 3.500 dólares, sin lentes, que son intercambiables. Se espera que el precio suba a 5.000 dólares al pasar la primera tirada.

Complicado camino tienen por delante, teniendo en cuenta que lo digital domina la escena, y es relativamente sencillo buscar formas de simular el aspecto que conseguían los formatos más antiguos. Lógicamente no quieren llamar la atención del público general, sino de aquel que busca un resultado distinto.

Más información | Logmar

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