Llevamos una cámara estupenda con nosotros todo el día: nuestros móviles son desde hace tiempo menos teléfonos y más dispositivos fotográficos, pero hay quien sigue intentando darle un giro a este segmento. Lo demuestra la Paper Shoot Camera, una singular cámara con un enfoque —guiño, guiño— distinto al tradicional.
Esta cámara presume de ser más respetuosa gracias al uso de unas simpáticas carcasas intercambiables hechas de cartón. En ella no encontraremos pantallas táctiles o controles avanzados: estamos ante un dispositivo que además le da un acabado "analógico" a las fotos. No quiere competir en calidad o prestaciones con tu móvil o cámara digital, sino complementarlos.
Fotos con otro toque
Estamos ante una cámara digital equivalente de una con película de 135 mm. Su sensor tiene una resolución de 16 Mpíxeles y una apertura f/2.0. Cuenta con ajuste automático de la exposición, el balance de blancos y el enfoque, y eso permite que el usuario no tenga que preocuparse de nada para sacar fotos incluso por la noche (y sin flash).
Hay cuatro filtros nativos: color, monocromo, sepia y "cool tone". Los resultados son desde luego diferentes y añaden cierto grano y cierto aspecto de cámara analógica, como puede verse en la cuenta de Instagram de este fabricante.
Además de las fotos tambien puede grabar vídeo de forma limitada: solo clips de 10 segundos, que además necesitarán que conectemos la cámara a una batería externa.

La experiencia fotográfica es también distinta a la que por ejemplo tenemos en nuestros móviles: no hay pantalla en la que poder ver qué queremos capturar, ni tampoco ajustes avanzados: básicamente hay un pequeño interruptor para elegir el filtro y un botón de disparo.
El visor óptico es, en esencia, un agujero que nos permite saber cómo va a ser el encuadre de la toma, que además tarda en hacerse unos instantes y no es tan instantáneo como el que podemos obtener en otras cámaras.
Eso no la hace especialmente adecuada para fotos en las que queramos captar objetos en movimiento en un momento proceso —por ejemplo en actividades deportivas—, aunque incluso en esos escenarios los resultados probablemente sean llamativos.

La cámara funciona captura las fotos en una tarjeta SD (acepta modelos de hasta 32 GB) y funciona con pilas AAA convencionales —recomiendan recargables—, y para ver los resultados tan solo tendremos que extraer esa tarjeta SD para insertarla en nuestro ordenador o conectar la cámara al PC mediante un cable con conector Micro USB.

La cámara es de hecho una placa con el sensor integrado en ella —recuerda a las Raspberry Pi— y lo que hacemos es "insertar" esa cámara en las distintas carcasas, que tienen todo tipo de diseños y que se pueden comprar por separado para darle un aspecto original y divertido a esta cámara según la ocasión.
La idea no es del todo nueva: su creador, un emprendedor taiwanés llamado George Lin, ya lanzó en el pasado este desarrollo con el nombre de CROZ, aunque en aquel momento el sensor era de tan solo 5 Mpíxeles.

Ahora existen ediciones evolucionadas de las CROZ en forma de nuevas carcasas, pero es que de hecho ya habíamos visto una cámara de este tipo en el pasado: la IKEA KNÄPPA de 2012 precisamente era un concepto idéntico que parece que en Paper Shoot Camera han sabido reaprovechar.
Las cámaras tienen un precio de 120 euros y se pueden encontrar en diversos países, incluido España. Hay además accesorios disponibles en forma de distintos objetivos, pero sobre todo en lo que se refiere a las citadas carcasas.
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12 comentarios
TOVI
Teniendo un telefono no se para que sirve este tipo de cámaras. Si llevo algo a parte, que sea mejor ¿no?
No veo el ecologismo, sino el uso de 2 dispositivos, por tanto, mayor impacto ambiental.
pableras
La idea, en un principio, parece interesante. Luego vas leyendo el resto y no tiene ni pies ni cabeza.
Y mucho menos es ecológica. Es más, creo que justo es lo contrario. Es un dispositivo con un precio elevado, que no aporta prácticamente nada, que no sustituye al móvil, y que al final, es un cacharro que comprarás para hacer la gracieta pero terminará abandonado en un cajón. Creas un producto que tarde o temprano terminará en la basura. Eso no es ser ecológico.
Eflosten
Parecia una chorradilla interesante hasta ver el precio. Por 120 euros hay cámaras point&shoot razonablemente buenas. Incluso, para esa resolución, puedes encontrar hasta kits de reflex antiguas (pero que siguen sacando buenas fotos) de segunda mano por ese precio.
Para lo que ofrece, no debería costar más de 20 euros...
nakama
la ultima hipsterpijada que aspira a conquistar el top 10 de regalos mas cool e inutiles para gente que no necesita nada
RamonYo 😬
¿Qué soplagaitez es esta?
Usuario desactivado
Una cámara prácticamente de usar y tirar, totalmente innecesaria (prácticamente todo el mundo tiene un móvil con una cámara superior a esta). No va a hacer más que generar nuevos residuos innecesarios pero tiene la etiqueta "Ecológica". Hay que darle un premio al de márketing.
Usuario desactivado
- Pero esto que hemos creado es un producto innecesario y va a generar residuos innecesarios.
- Naah no te preocupes, decimos que es ecologico, todos los hipsters crudoveganos vendran en manada, y a vender como churros!!!
Espero que les salga el tiro por la culata…
benjamin.rodriguezsa
Totalmente de acuerdo con todos los comentarios, dudo mucho que sea ecológica, y menos con ese precio, sabiendo que en bolsillo llevamos una cámara con mejor prestaciones y también te da un previo en pantalla del encuadre que vas a fotografiar. Más mierda innecesaría para el planeta.
Felipe_fotografo
Un producto interesante para ciertos clientes muy de nicho. Creo que sería ideal para los niños.