De vez en cuando, una vieja teoría de la conspiración resucita adaptada a los tiempos modernos. Con una cámara siempre lista en el bolsillo para verificar o desmentir estas conspiraciones, hay teorías que languidecen y otras que cobran fuerza. Al igual que la teoría de las luces en el cielo, que provocó una pequeña histeria colectiva hace tres años, la teoría de que vivimos en una simulación o "Matrix" aprovecha la cámara del móvil como aliada.
Airun, una mujer que vende cursos de finanzas "sin tabúes" y da clases de Kundalini yoga, venía cosechando miles de reproducciones con sus tutoriales para salir de la Matrix. De repente, un extenso vídeo en el que hace fotos del cielo para demostrar que estamos en un videojuego se ha viralizado y ha acabado traspasando las fronteras de TikTok.
La conspiración: se ve una placa base en el cielo, vivimos en una simulación
"Vi un vídeo en Instagram y al principio no me lo creí, pero luego empecé a hacer fotos al cielo", explica Airun en el vídeo. "Tiene que verse el cielo de verdad, ni nubes, ni chermails (sic) ni nada". A continuación, toma unas fotos del cielo y las edita para aumentar el contraste, los tonos negros y la nitidez, eliminando las sombras y la luminosidad.
"¿Qué es esto?". Se ven objetos poligonales en el cielo después de editar la foto; tenues estructuras negras entre los tonos azules. La explicación de Airun: "La placa base de un ordenador, de un simulador de un videojuego. Vives debajo de un domo, estás en una simulación, es un mundo cuántico. Nos movemos por vibraciones en diferentes planos, este es un plano físico. Estamos en el plano 3D, pero hay muchos".
En el vídeo, Airun encuentra los mismos defectos en la cortina de un bar de Barcelona, la espalda de un hombre en la playa y su propio brazo. Otras personas encontraron objetos similares e incluso compartieron sus propias imágenes del cielo, editadas siguiendo los parámetros de Airun para dejar al descubierto esos extraños patrones.
"Sorpresa, está en todos lados. Tienes que despertar porque la que viene... estamos jodidos si no", advierte Airun, que en otros vídeos invita a "desconfiar de todo, hasta de las auroras boreales", y especialmente de la medicina tradicional: "no te quieren sano, te quieren enfermo, deterioran tu salud humana aumentando su salud financiera".
Bienvenidos a 1992, donde las fotos comprimidas tienen pérdidas
Ni placa base, ni fallo de texturas en un videojuego. Han pasado más de 30 años desde su invención y todavía hay que explicar qué es un JPEG. "Las imágenes JPEG utilizan un algoritmo de compresión con pérdida", explica a Xataka el perito informático Eduardo Sanchís. "En otros formatos de imagen sin pérdida, la calidad de imagen es siempre la misma. Si la chica del vídeo realizara los mismos pasos o filtros en una imagen con formato RAW, esto no pasaría".
La compresión de un JPEG funciona dividiendo una imagen en pequeños bloques de píxeles. El algoritmo analiza cada bloque para determinar el color y el brillo promedio de los píxeles. A continuación, crea una representación comprimida del bloque a partir de esos datos promediados para reducir el tamaño de la imagen.
El algoritmo no es perfecto y, en algunos casos, introduce defectos que se conocen como "artefactos". Si hay un objeto brillante en el cielo, pueden aparecer halos. Y si no hay mucho detalle en el cielo, como es el caso de un cielo plano de un solo color, puede intentar simplificar la imagen, lo que a veces lleva a la pérdida de detalles finos y a la formación de artefactos.
Lo mismo ocurre con el formato HEIC, que usan los iPhone por defecto, y los vídeos del móvil (¡especialmente con los vídeos del móvil!), que se comprimen usando el códec H.264 o similar, a veces de forma muy agresiva.
Pareidolia y píxeles, un cóctel perfecto para la conspiranoia
Al llevar al extremo los parámetros de la imagen comprimida, como la exposición y la nitidez, Airun y sus seguidores modifican píxeles que antes eran oscuros y borrosos para que se vean más claros y definidos, lo que vuelve aún más evidentes los artefactos de la imagen.
Confundir esos artefactos con patrones familiares, como los de una placa base, se debe a otro fenómeno común en los conspiranoicos: la pareidolia. Es nuestro cerebro queriendo ver patrones donde no los hay, como cuando algunos creyeron ver una puerta en Marte o un smartphone en un concierto de Parchís de los años 80. Y aunque ni siquiera la NASA se atreva a afirmarlo con rotundidad, es probablemente la razón por la que asociamos fenómenos aéreos no identificados con platillos voladores.
¿Vivimos en una simulación, en un domo, en un videojuego? No lo sé, pero eso que se ve en el cielo no es una placa base, es un algoritmo de los 90 haciendo su trabajo para que podamos almacenar miles de fotos del cielo en nuestros teléfonos cuando estamos suficientemente aburridos como para llegar a esa conclusión.
Imagen | airunserconsciente (TikTok)
En Xataka | Así son las cuatro conspiranoias más extendidas de la España Negra
Ver 15 comentarios