Quienes defendían (defendíamos) la propuesta de Sun Microsystems la década pasada temblábamos ante la noticia. Oracle compraba Sun en abril de 2009 por 7.400 millones de dólares, y la comunidad Open Source que estaba encantada con la filosofía de Sun hasta ese momento temía lo peor.
Y lo peor ocurrió. Lenta pero inexorablemente Oracle fue desvelando sus cartas. Unas que desmotraron que a pesar de hacerse con desarrollos globales como Java o MySQL a Oracle solo le interesaba una cosa: destruir Sun y todo su legado.
La empresa que lo apostó casi todo al Open Source
A principios del nuevo milenio la imagen de Sun era fantástica. Su larga experiencia en el desarrollo y uso de soluciones UNIX hizo que poco a poco fueran contribuyendo más y más a proyectos Open Source de relevancia o convirtió sus propios desarrollos a proyectos libres mediante la adopción de licencias Open Source.
Java es el mejor ejemplo de ese amor al Open Source. Esta plataforma que revolucionó el mundo de la programación a principios de los 90 acabaría adoptando la licencia GPLv2 en noviembre de 2006, pero hay otros muchos ejemplos de esa filosofía.
Entre ellos están la plataforma de bases de datos MySQL, la suite ofimática OpenOffice.org e incluso su legendario sistema operativo Solaris 10, cuyo código abierto fue publicado bajo licencia CDDL. Sun acabó contribuyendo al desarrollo de su alternativa Open Source, OpenSolaris, demostrando una vez más esa apuesta por este tipo de modelo de desarrollo.
Oracle entra en escena
Tras la compra de Oracle, todo cambió. Algunos de los máximos responsables de Sun dimitieron de sus cargos justo después de la adquisición. Entre ellos destacó la dimisión de James Gosling, creador de Java, que comentó tras marcharse que en Oracle había "un entorno de trabajo extremadamente desagradable". Otros lo hicieron incluso antes, y Jonathan Schwartz, ex-CEO y artífice de esa gran dimensión Open Source de Sun, lo hizo nada más consumarse el acuerdo.
Entre sus primeras decisiones, la de obviar cualquier referencia a OpenSolaris, que dejó de desarrollarse en mayo de 2010 (el proyecto Illumos tomó el relevo) y la de volver a cerrar el código de Solaris 11, que apareció en noviembre de 2011 con una licencia propietaria. Las cosas no pintaban bien para otros proyectos Open Source de los que Oracle se fue desembarazando poco a poco.
La base de datos MySQL, fue por ejemplo uno de los desarrollos que más polémica causó, y se originó el movimiento "Save MySQL" por parte de uno de sus creadores, Monty Widenius, que acabaría creando un fork Open Source ampliamente conocido ahora, MariaDB. MySQL acabó en poder de Oracle, que, eso sí, tuvo que llegar a un acuerdo para mantener una licencia dual (propietaria y GPL según la versión) que ha permitido que siga siendo pilar fundamental de muchos otros desarrollos, por ejemplo en la puesta en marcha de proyectos LAMP/LEMP. Ha sido el único desarrollo que parece haber acabado siendo adoptado realmente por Oracle.
Mucho más sangrante fue el caso de Java, una tecnología que demostró que Oracle tenía poco interés en seguir desarrollándola y mucho más en convertirse en un 'patent troll' gracias a ella. Las patentes obtenidas por la compra de Sun permitieron a Oracle exigirle a Google el pago de 9.300 millones de dólares por su uso en Android. La jugada le salió mal, y tras seis años de litigios la justicia norteamericana estableció que Google estaba usando Java de forma adecuada y falló a su favor. Oracle, eso sí, prometió que apelaría la decisión.
Con OpenOffice hubo algo más de suerte, porque en lugar de matarlo Oracle tuvo el detalle de cederlo a la Fundación Apache, que ha seguido trabajando en su desarrollo. Aún así muchos de los creadores de aquella suite, temiendo un desenlace fatal para aquel proyecto, acabaron desmarcándose para crear LibreOffice, un fork alternativo que ahora compite con OpenOffice y que como él hace uso de una licencia Open Source.
Otros proyectos menos conocidos como su Virtual Desktop Infrastructure o su Project Kenai (un Sourceforge para aplicaciones Java) dejaron de desarrollarse, y poco a poco divisiones que habían brillado con fuerza en Sun fueron desapareciendo. Y así llegamos a los acontecimientos de esta semana.
Los últimos despidos marcan el fin de una era
Estos días aparecía la noticia: Oracle había decidido despedir a cerca de 900 personas en sus oficinas de Santa Clara, pero los despidos afectarían a cerca de 2.500 empleados de Oracle en todo el mundo según TheLayOff.com.
Muchas de esas personas estaban trabajando en la división de hardware de Oracle, la única herencia de Sun que seguía presente de forma importante en Oracle. Las pérdidas han sido evidentes en esta división: de los 5.370 millones de dólares ingresados en 2014 se pasó a los 5.200 de 2015, 4.670 de 2016 y 4.150 de este último año fiscal.
También había despidos en el área del sistema operativo Solaris, algo que era previsible tras la publicación de la hoja de ruta de SPARC y Solaris: ambos proyectos solo verían mejoras incrementales (SPARC next y Solaris 11.next) en sus próximas ediciones.
Bryan Cantrill, ex-directivo de Sun, cree que esto supone el fin de Solaris, y explicaba en su reflexión abierta en el sitio web del proyecto DTrace cómo tras sus conversaciones con otros ingenieros que trabajaban en esta plataforma el sentimiento era compartido. James Gosling coincidía en Facebook: "Solaris ha recibido un disparo en la cabeza este viernes".
Esos despidos parecen confirmar el fin de una era; la era en la que Sun intentó que el Open Source cambiara un poquito el mundo. Las decisiones empresariales de Oracle han acabado destruyendo un legado prodigioso. Bien por ti, Larry.
En Xataka | ¿Oracle se está cargando Java?
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