Los salvapantallas se convirtieron en uno de los mejores aliados de nuestros antiguos monitores CRT. Aquella tecnología tenía un problema: si la imagen en pantalla no cambiaba, podía acabar "quemando" la pantalla, algo que motivó la aparición de estas aplicaciones con las que se evitó ese peligro y que además acabaron siendo un singular método de personalizar nuestro escritorio.
Hoy en día los salvapantallas ya no tienen sentido como tal: las nuevas tecnologías de nuestros monitores LCD evitan los problemas de la tecnología CRT, así que estas aplicaciones básicamente hacen que los equipos consuman más energía de la que deberían. Lo que no implica que no puedan conseguir darle nuevos aires a nuestro escritorio. Ya lo hicieron en el pasado, y aquí está la demostración.
De Norton Commander al salvapantallas
Pocos de nuestros lectores habrán leído u oído algo sobre John Socha, un desarrollador que es sobre todo conocido por el desarrollo de la herramienta Norton Commander —preludio de lo que nos llegaría con los exploradores de los archivos— pero que también acuñó el término "screensaver" o "salvapantallas".
La motivación de Socha era simple: quería evitar el peligro que planteaba el monitor CRT de su IBM PC, así que en diciembre de 1983 desarrolló "scrnsave", una utilidad que apagaba la pantalla tras tres minutos de inactividad. No era posible modificar ese parámetro: si querías cambiar el tiempo de inactividad, tenías que modificar el programa y recompilarlo.
Aquello fue el germen de un tipo de aplicaciones que acabaron convirtiéndose en algo muy habitual en el mercado, y que de hecho permitió que artistas y desarrolladores unieran fuerzas para crear algunos salvapantallas especialmente famosos.
After Dark, el mito
Aunque los primeros años la mayoría de salvapantallas eran estáticos, en 1989 Bill Stewart y Ian McDonald desarrollaron el llamado 'Magic Screensaver', el primer salvapantallas animado para máquinas de 16 bits.
Aquel desarrollo acabó evolucionando para convertirse en After Dark, un conjunto de salvapantallas que aparecieron para Macintosh en 1989 y que también acabarían desarrollándose para Windows 2.x en 1992 con After Dark 2.0. En ese desarrollo de Berkeley Systems participaron los ingenieros Jack Eastman y Patrick Beard, y sus creaciones acabaron en millones de monitores en todo el mundo.
Como explicaban hace años en LowEndMac, aquel desarrollo iba más allá de la capacidad de mostrar salvapantallas predefinidos: Berkeley Systems habilitaba la creación de módulos (nuevos salvapantallas), y llegó a organizar concursos para elegir el mejor de todos ellos, algunos de los cuales acabaron formando parte de versiones sucesivas de la aplicación.
After Dark se convirtió de hecho en uno de los grandes referentes en un campo que acabó teniendo un éxito enorme —en 1992 se vendían 10.000 copias de After Dark 2.0 al mes— y en el que se generó una competencia igualmente asombrosa. En Berkeley System acabaron convirtiendo este producto en protagonista absoluto de la empresa, y llegaron a licenciar a personajes de Disney, los Simpsons o Star Trek para lograr nuevos módulos.
Los viejos salvapantallas nunca mueren
Este desarrollo comercial compitió con un gran número de salvapantallas gratuitos o de libre distribución, como era el caso de XScreenSaver, que inició su andadura en 1992 y acabó llegando a sistemas Linux, FreeBSD, macOS, pero también a iOS y Android.
Poco a poco las pantallas planas se impusieron a los CRT y la validez de los salvapantallas era discutible, pero eso daba igual: la creatividad que permitían desarrollar y el entretenimiento que proporcionaban a los usuarios sirvieron para mantener viva la llama de unos salvapantallas que siguen usándose hoy en día.
En Windows 10 ya no tenemos la opción "pura", pero podemos seguir mostrando presentaciones en la pantalla de bloqueo, por ejemplo, y siguen existiendo aplicaciones que permiten activar esa opción para los usuarios que así lo desean. En macOS se siguen manteniendo esos salvapantallas, algo que precisamente nos recordaban nuestros compañeros de Applesfera con una selección de los mejores actualmente.
Estos desarrollos han generado tal creatividad que muchos siguen rindiéndoles tributos con nuevas creaciones que ya solo tienen ese componente artístico y de entretenimiento que sigue siendo tan válido como hace 30 años. De hecho existe actualmente una exposición en Rotterdam en la que el artista digital Rafael Rozendaal hace su particular homenaje al arte perdido de los salvapantallas.
Sirva esto como complemento de ese fantástico homenaje en cuyo sitio web encontraréis entrevistas, ensayos, y un buen montón de vídeos sobre esos salvapantallas legendarios que se convirtieron en algo cotidiano para millones de usuarios (y que para muchos siguen siéndolo). Aquí tenéis algunos de ellos.
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