En 1997 Jobs volvía a la que siempre fue su casa, y lo hizo con muchas ideas sorprendentes en mente. Una de ellas: dejar que Dell licenciase Mac OS y lo preinstalase en sus PCs.
La idea era llamativa y hay quien afirma que podía haber cambiado la historia, pero Michael Dell cuenta ahora en su biografía cómo al final él y Steve Jobs no llegaron a un acuerdo porque este último quiso ser demasiado listo.
Primer intento: "Oye Michael, qué tal si instalas NeXT en tus PCs?
El fundador y CEO de Dell, Michael Dell, publicó su biografía 'Play Nice But Win' recientemente, y en ella cuenta cómo fue su relación con un Steve Jobs al que conoció cuando él tenía apenas 15 años.
Acabaron siendo amigos, y cuando Dell ya comenzaba a destacar Jobs se reunió con Michael Dell para hacerle una propuesta. Fue en 1993, y por entonces el fundador de Apple seguía "exiliado" de Apple y había creado NeXT.
Michael Dell afirma que Jobs fue varias veces a su casa de Texas ese año para tratar de convencerle de que usara el sistema operativo NeXTSTEP en sus PCs de Dell. Argumentaba que era mejor que Windows y podría llegar a ganarle la batalla a las estaciones de trabajo que Sun Microsystems vendía en aquella época.
Para Michael Dell aquello no era buena idea: no había aplicaciones para las estaciones de trabajo de NeXT, y por muy fantásticas que fueran el interés de los clientes era nulo. Aquel primer intento de Jobs no sirvió de nada, pero Dell acabó trabajando con NeXT y utilizó su tecnología WebObjects para crear su primera tienda online a mediados de los 90.
A la segunda tampoco va la vencida: de PCs de Dell con Mac OS, nada
Cuatro años después el panorama cambió. Apple compró NeXT por 429 millones de dólares y Steve Jobs volvió a convertirse en CEO de la empresa que había creado.
Jobs y su equipo habían logrado hacer funcionar el kernel Mach de NeXTSTEP en los chips x86 de Intel que por entonces gobernaban los equipos de Dell. Se lo enseñó a Michael Dell y le propuso licenciar Mac OS para los equipos de Dell, haciendo así que los usuarios pudieran tener la opción de instalar el software de Apple o el Windows de Microsoft.
En Dell creyeron que la idea no era nada descabellada, afirma Michael Dell, y le ofrecieron a Jobs pagarle una licencia por cada PC que lograran vender con Mac OS. Steve Jobs, que regateaba como nadie, quiso sacar más tajada: su idea era la de preinstalar Mac OS en todos los equipos de Dell, y luego dejar que los clientes decidieran si usaban ese sistema o usaban Windows.
Para Michael Dell la jugada fue demasiado favorable para Apple. "El royalty del que hablaba hubiera sido de cientos de millones de dólares y las cuentas no salían, porque la mayoría de nuestros clientes, especialmente los grandes clientes empresariales, no querían para nada el sistema operativo Mac OS".
El creador de Dell tenía claro que "la propuesta de Steve hubiera sido interesante si solo hubiera dicho "OK, te pagaremos cada vez que se use el sistema Mac OS, pero pagarle por todas las veces que no se usaba... en fin, ¡buen intento, Steve!".
Además de eso Michael Dell añadía que Jobs no garantizaba que luego esos PCs pudieran acceder a futuras versiones del sistema operativo incluso aceptando "esas mismas malas condiciones", lo que hubiera hecho que los usuarios que se compraran equipos de Dell con Mac OS no pudieran actualizar su software.
Para Dell ese acuerdo "podría haber cambiado la trayectoria de Windows y Mac OS en los PCs, pero obviamente fueron en direcciones distintas". La relación de Michael Dell con Jobs estuvo en peligro poco después: en una conferencia en octubre de 1997 le preguntaron qué haría con una empresa que, como Apple, estaba en serios problemas, y dijo que "la cerraría y le devolvería el dinero a los inversores".
Aquella declaración fue viral y hizo que para muchos Dell fuera la archienemiga de Apple, pero Michael Dell comenta que luego habló con Steve Jobs, que obviamente se lo había tomado muy mal, y las aguas se calmaron aunque ciertamente sus productos y estrategias rivalizaban.
Y a la tercera, tampoco: En 2005 pudimos ver portátiles Sony VAIO con Mac OS X
Efectivamente, Jobs acabó lanzando los iMac de colores a mediados de 1998, pero además cortó de raíz el programa de licencia de Mac OS, que entre principios de 1995 y mediados de 1997 hizo que apareciesen varios equipos no fabricados por Apple (sobre todo de Power Computing y UMAX) que contaban con Mac OS 7.
La decisión de no licenciar Mac OS se convirtió en algo perpetuo... o casi. En 2005 Apple hacía la célebre transición de arquitectura PowerPC a x86, y aunque Steve Jobs no tenía ninguna intención de ofrecerlo en equipos de otros fabricantes, estuvo a punto de hacer una excepción.
Así lo contaba el presidente de Sony en aquellos momentos, Kunitake Ando. Él y Steve Jobs habían estado jugando al golf y charlando en Hawái en 2001, y comentaron cómo en Apple no querían hacer clones de sus equipos, pero "con Sony podían hacer una excepción" ya que admiraban el resultado de su trabajo con la entonces prestigiosa familia VAIO.
En 2005 Jobs habló con Ando de licenciar Mac OS X en los VAIO de alta gama, pero según el directivo japonés la cosa no llegó a nada, en parte porque las ventas de portátiles basados en Windows estaban yendo realmente bien.
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