La Segunda Guerra Mundial dejó muchas lecciones. Una de ellas, aprendida a fuego durante operaciones como el Desembarco de Normandía, confirma una máxima que los buenos estrategas saben desde hace siglos: no hay nada mejor que una buena cartografía.
Conocer el terreno es clave. Lo era a mediados del XX. Y, como se ha demostrado en Ucrania, lo es hoy. Con el despliegue de Google Earth a golpe de clic, puede parecernos irrelevante; pero hace más de casi ocho décadas tener imágenes actualizadas y detalladas del territorio no resultaba tan fácil.
Con esa premisa clara a mediados de los 40, una vez encarrilada la guerra y liberados los bombardeos que habían prestado servicio, EEUU y Reino Unido pusieron en marcha "Project Casey Jones", una operación que aspiraba a definir una extensa área de aproximadamente cinco millones de kilómetros cuadrados que se repartían entre Europa Occidental y el norte de África.
El programa lo promovieron la USAAF, el Army Corps of Engineers y la Royal Air Force, entre otros organismos, y con el propósito de darle forma ambos países se repartieron el territorio.
Un Google Earth de hace 70 años
Los primeros aviones del Army Map Service empezaron a sobrevolar España poco después, a principios de 1945, siguiendo rutas autorizadas entre Gibraltar e Istre, en Francia.
Su trabajo se parecía poco al que pueden hacer hoy en día los ortofotógrafos. No solo por la técnica y los recursos a su alcance. Las operaciones de la hoy conocida como Serie A se realizaron entre el 45 y 46, cuando las aguas bajaban revueltas en Europa, y sobrevolar España, en plena posguerra y gobernada por un dictador fascista, se parecía poco a un paseo de fin de semana.
A pesar de los tiras y aflojas y tensiones con Madrid, la USAAF pudo realizar un trabajo que aún hoy, casi ochenta años después, sigue llamando la atención por su meticulosidad y nivel de detalle.
No fue la única ocasión en la que los aviones de EEUU sobrevolaron el país para tomar fotos. Años después, en la segunda mitad de los 50, un acuerdo entre el gobierno franquista y el estadounidense permitió que el Army Map Service volviese a contemplar la península a vista de pájaro. Los vientos eran otros por entonces y la Guerra Fría y el rol de España facilitaron la misión americana.
Entre 1956 y 1957 los españoles volvieron a sentir el zumbido de las naves de EEUU sobre sus cabezas, un despliegue que por entonces se bautizó como Vuelo Americano. Hoy, ya bien entrado el siglo XX, las ortofotos que entonces tomaron los técnicos del Army Map Service no destacan solo por su valor histórico; son también un legado que nos permite apreciar lo mucho que ha cambiado el país durante las últimas siete décadas. Algo así como asomarse a un Google Earth antiguo.
El material puede consultarse en la Fototeca Digital del Instituto Geográfico Nacional como Americano Serie A y Americano Serie B. En el mismo archivo, disponible online, se incluyen también imágenes y material tomado en otras operacioones de los años 60 —hay un Americano Serie C de 1967 y 1968—, 70, 80, 90 y buena parte de lo que va de siglo XXI. Si quieres remontarte algo más en el tiempo, tienes también las imágenes tomadas a finales de los años 20 y principios de los 30 durante el vuelo fotogramético realizado por Julio Ruiz de Alda en la Cuenca del Segura.
No todas las operaciones abarcan el conjunto del país, pero su material es igualmente interesante. Más allá de su valor para nostálgicos, el material ayuda a ver por ejemplo cómo se han expandido los núcleos urbanos, el desarrollo de las vías de comunicación, los aeropuertos, polos industriales... Y, muy especialmente, la transformación de la costa, con rellenos, puertos y urbanizaciones.
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