En julio de 1971, como parte de la misión Apollo 15, la NASA conseguía otro importante hito como parte de la historia de la exploración espacial: el Lunar Roving Vehicle (LRV), mejor conocido como 'rover lunar', pisaba la superficie lunar convirtiéndose en el primer vehículo conducido por el hombre fuera de la Tierra. Se trató de un momento histórico que estuvo cerca de no ser así, ya que el rover estuvo a punto de ser sustituido por una motocicleta eléctrica.
A mediados de la década de 1960, la NASA solicitó la ayuda de compañías como Boeing, General Motors, Grumman y Lockheed para diseñar una solución que pudiera trasladar a los astronautas a través de la superficie de la Luna más rápido que caminando. Las compañías ganadoras fueron Boeing y General Motors, quien fabricó el rover, pero la NASA tenía un 'Plan B', que era una motocicleta eléctrica que estuvo cerca de ser el primer vehículo lunar en la historia.
Astronautas en moto en la luna... sí, la historia hubiera sido un poco distinta
De acuerdo a la Oficina de Historia de la NASA, después de que los primeros astronautas pisaron la superficie lunar, la agencia empezó a probar una motocicleta eléctrica como posible método para que los astronautas se desplazarán por la Luna. ¿La razón? Parecía que Boeing y GM no entregarían a tiempo el rover lunar y la NASA necesitaba tener un vehículo urgentemente.
Más que una motocicleta, se trataba de un scooter eléctrico, y a finales de 1969 empezaron a probar un primer prototipo a bordo del KC-135 Vomit Comet, la aeronave de gravedad reducida que usa la NASA para entrenamiento de astronautas y algunas investigaciones.
Como podemos ver en la fotos, el vehículo contaba con un diseño sencillo, de hecho no pasó de la etapa de prototipo y se desconoce cuántos se fabricaron. El marco era básico y albergaba una batería en la parte central y un pequeño motor eléctrico en la parte trasera. Ni las ruedas eran del mismo tamaño, ya que el objetivo era usar ruedas de metal acanalado recubiertas con malla, las cuales serían ideales para la superficie lunar.
Resulta curioso que por parte de la NASA no hay detalles de esta motocicleta eléctrica, pero de acuerdo a la edición de mayo de 1972 de la revista American Motorcycle Association News, este prototipo utilizaba un motor eléctrico de 58 CV de potencia acoplado a una batería de 30 Ah, lo que le permitía alcanzar velocidades de hasta 11 km/h.
La motocicleta eléctrica pesaba unos 40 kilogramos, y lo más atractivo fue la solución que encontró la NASA para implementar un sistema de refrigeración. Los ingenieros decidieron usar el marco de la moto para dispersar el calor lejos del motor y la batería, por ello la batería estaba rodeada por casi dos kilos de cera de abeja, que servía como "interruptor de apagado" para evitar el sobrecalentamiento. Cuando la cera se ablandaba, la moto se detenía hasta que se enfriaba y el material se endurecía una vez más.
La NASA quería mandar a la Luna un vehículo con capacidad para varios tripulantes, y nunca estuvo convencida al 100% de la moto principalmente por el tema de la seguridad, ya que tendría que enviar a un astronauta a la vez. Al final el proyecto fue descartado y el LRV fue enviado a la luna de 1971 a 1972 durante las misiones Apolo 15, 16 y 17.
Tras descartar el proyecto, nadie sabe dónde fue a parar el prototipo (o los prototipos) de esta motocicleta eléctrica de la NASA. A día de hoy no hay pruebas de que se exhiban públicamente en ningún museo estadounidense, aunque forman parte de la historia científica y espacial.
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