Dentro de la Agenda 2030, hay varios proyectos económicos, sociales, energéticos, tecnológicos y, sobre todo, medioambientales. Es por ello que muchas empresas tienen objetivos ambientales para 2030 con mayores compromisos para 2050, siendo la industria de la alimentación una de ellas. Hay que seguir alimentando al planeta, pero emitiendo menos CO2 a la atmósfera, y algo que puede ayudar son proyectos como el Ocean Farm 1.
Es una piscifactoría en alta mar enfocada a la cría de salmones para consumo humano. Y es técnicamente impresionante.
Una megapiscifactoría. La empresa noruega SalMar es la responsable de esta colosal construcción de 86 millones de euros en la que han colaborado otras empresas del país. Diseñada en Noruega, pero construida en China por la empresa Shipbuilding Industry Corporation, tras un largo viaje de seis semanas por mar se colocó frente a la costa de Froya en otoño de 2017. En principio operó como un proyecto piloto, ya que el objetivo de SalMar (que es uno de los mayores productores de salmón de piscifactoría del mundo) es el de explotar esta instalación para acelerar y mejorar su producción.
La instalación tiene un diámetro de 110 metros y una altura de unos 69 metros, lo suficiente como para anclarla en el lecho marino. En la estructura se alberga un volumen de 250.000 metros cúbicos de agua y, tras una puesta a punto el año pasado, la granja se encuentra de nuevo en su ubicación final para la producción de salmón.
Llena de sensores. En sus dos primeros ciclos de producción, la Ocean Farm 1 ha entregado 10.000 toneladas de salmón, y los planes es poder producir más de 6.000 toneladas por año cuando esté a pleno rendimiento. En total, puede albergar 1,6 millones de salmones, con un proceso de maduración completa que lleva unos 14 meses. Según los responsables, las condiciones son ópticas gracias a la Corriente del Golfo, que suministra un constante flujo de agua de calidad y con la temperatura óptima. De hecho, la empresa apunta que no tienen necesidad de añadir agua dulce.
Y para controlar todo eso, la instalación cuenta 20.000 sensores que permiten monitorizar tanto el estado de las redes como de los cuatro compartimentos y, evidentemente, el estado de los peces, así como su alimentación. De esta forma controlan el crecimiento, pero también la ausencia de parásitos. Olav-Andreas Ervik es el director general de SalMar y afirma que han "podido observar resultados biológicos sólidos, con un fuerte crecimiento, baja mortalidad, bajos niveles de piojos en el mar y costos de producción a la par con las mejores instalaciones en ubicaciones costeras".
Eso sí, además de todos los sensores, la estructura tiene diferentes marcas que permiten controlar de manera manual las mareas o el oleaje.
Salmon Run. Aunque los responsables están contentos con el rendimiento de la Ocean Farm 1, ha habido algunos contratiempos. Básicamente, dos grandes fugas estos años. En septiembre de 2018, alrededor de 16.000 salmones pudieron salir nadando tan tranquilamente debido a que la Ocean Farm 1 se inclinó después de que el agua entrara por una escotilla que quedó abierta de forma accidental. Unos 18 centímetros quedaron bajo el agua durante un tiempo, lo que permitió que los peces se libraran de su destino.
La otra fuga se produjo en agosto de 2022 debido a un desgarro de la red. Es por eso que se realizó un proceso de mantenimiento que detuvo la producción durante un tiempo mientras preparaban un nuevo diseño de redes.
Planes de futuro. En cierta forma, y pese a su numerosa producción, la Ocean Farm 1 sigue siendo un proyecto piloto que está permitiendo a SalMar adquirir experiencia y recopilar datos de cara a nuevas instalaciones. En ella se están realizando actividades de I+D para recopilar datos como las condiciones biológicas y el bienestar de los peces para trasladar ese aprendizaje a granjas similares.
El objetivo es producir 150.000 toneladas de salmón al año de cara a 2030 gracias a otras dos piscifactorías de esta clase y ya hay un nuevo modelo en marcha, la Ocean Farm 2. Tendrá un sistema más complejo de sensores y automatismos, así como un mayor tamaño y el objetivo de producir 22,7 toneladas anuales. El proyecto estaba en un limbo hasta que la empresa recibiera permisos del gobierno, algo que ocurrió en septiembre del año pasado.
Imágenes | SalMar
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