Los usuarios del programa piloto de taxis autónomos de Waymo en Silicon Valley aún valoran negativamente la mitad de sus viajes

Los usuarios del programa piloto de taxis autónomos de Waymo en Silicon Valley aún valoran negativamente la mitad de sus viajes
6 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

El pasado mes de diciembre, Waymo (la compañía desarrolladora de vehículos autónomos vinculada a Google) puso en marcha el primer servicio de taxis autónomos del mundo bajo el nombre de Waymo One. Su propósito era el "competir directamente con Uber y Lyft", compañías líderes del transporte de pasajeros bajo demanda en EE.UU., que ya se encuentran desarrollando sus propias soluciones basadas en coches autónomos.

Pese a eso, Waymo quiso empezar a desplegar su servicio con cautela, concentrándose primero en una única ciudad: Phoenix (y sus alrededores). En los últimos meses han empezado a operar también en la zona de Silicon Valley, aunque en este caso sólo acepta como pasajeros a sus propios empleados, a los que se anima a ser sinceros en sus valoraciones.

Los viajes se realizan en su mayor parte con conductores de seguridad, que rara vez tienen que poner las manos en el volante, y en algún caso se han llegado a ofrecer viajes 100% sin conductor, si bien dentro de áreas geográficas muy delimitadas.

Datos de 10.500 trayectos sugieren un problema de Waymo con cierto tipos de diseño urbano

Ahora, el diario The Information ha tenido acceso a las reseñas anonimizadas de 10.500 trayectos realizados entre julio y agosto en ambas localizaciones (6.100 de ellos en Phoenix), unos datos que ofrecen algunas pistas sobre la evolución de la compañía que, teóricamente, cuenta con la tecnología de conducción autónoma más avanzada a día de hoy.

Y se ha encontrado con que, si bien el 30% de esas reseñas contenía algún tipo de crítica, el porcentaje se situaba en el 47% cuando se analizan únicamente los datos de Silicon Valley.

En los comentarios, los viajeros se quejan, principalmente, de las "rutas tortuosas", del "frenado excesivo" y de la "conducción inestable" de los taxis autónomos. De hecho, uno de los explícitos mensajes recogidos de forma literal por The Information reza así: "¡Este viaje fue una mierda! Incómodo y verdaderamente aterrador".

Y eso, escrito por un empleado de la propia compañía. Otro empleado se queja de los constantes y repentinos frenados "llegaron a provocarle mareos".

Por último, hasta un 7% de las reseñas se quejan de la excesiva distancia con que los taxis les dejaban con respecto a su destino real, de entre 15 y 900 metros, obligándolos a caminar o a llamar a otro taxi para finalizar el trayecto.

Es interesante analizar a qué puede deberse la diferencia de valoraciones entre Phoenix y Silicon Valley, pues da una pista de los retos a los que se enfrentan esta clase de vehículos a corto plazo. Podría deberse, es cierto, al distinto perfil de los viajeros, al ser los de la segunda área expertos de la industria específicamente motivados para hacer reseñas exhaustivas. Pero hay una segunda explicación posible: el urbanismo.

Y es que los municipios de Silicon Valley (San Francisco, Mountain View, Sunnyvale, Los Altos y Palo Alto) presentan un diseño urbano más denso, con vías más estrechas y mayor presencia de peatones y ciclistas que en Phoenix. Es decir, un desafío mayor para la tecnología de navegación automática de Waymo... y la clase de diseño urbano más frecuente fuera de los Estados Unidos, por lo que resolver este reto supondrá un requisito antes de emprender cualquier intento de expansión internacional ed Waymo One.

Vía | Futurity

Imagen | Waymo

Comentarios cerrados
Inicio