El negocio de las IPv4: ya se venden por más de 40 dólares direcciones que eran gratis y siguen retrasando unas IPv6 que sobrarán

Enrique Pérez

Editor Senior - Tech

Editor especializado en tecnología de consumo y sociedad de la información. Estudié física, pero desde hace más de diez años me dedico a escribir sobre tecnología, imagen y sonido, economía digital, legislación y protección de datos. Interesado en aquellos proyectos que buscan mejorar la sociedad y democratizar el acceso a la tecnología. LinkedIn

El protocolo IPv6 dará el salto a los 128 bits, lo que equivale a 340 sextillones de direcciones. Eso es mucho. Muchísimo. Suficiente como para que cada impresora, bolígrafo u objeto que utilicemos tenga varias direcciones IP. Y todavía sobrarán. No ocurre lo mismo con las IPv4, que se agotaron en Europa en 2011 y en EE.UU en 2015. La idea era hacer una transición al IPv6, pero en vez de avanzar hacia el nuevo protocolo estamos viendo como las IPv4 se están revendiendo a precio de oro.

Unas direcciones que se repartieron gratuitamente en un inicio y donde hay unas pocas compañías y organizaciones que tienen millones de IPv4 sin utilizar. Así funciona el negocio de las IPv4. Una situación paradigmática donde en vez de ir a menos por la adopción del nuevo protocolo, las IPv4 están en máximos históricos debido a que cada vez hay menos disponibles y se está optando por pagar las direcciones antiguas antes que realizar la adaptación necesaria para las IPv6.

Apple, Ford o HP tienen millones de IPv4 sin utilizar

Cuando se distribuyeron las direcciones IPv4 se realizaron distintas clases. La primera de ellas fue en bloques de 16,77 millones de direcciones, entregadas a varias empresas, entidades académicas y organizaciones del gobierno. Entre ellas encontramos el Pentágono, el MIT, la Universidad de Stanford, AT&T, Apple, IBM, Xerox, HP o Ford. Es decir, se otorgaron las direcciones IP a quienes se creía que podrían necesitar más.

Se da el caso que de estas direcciones, hay compañías como Ford u organizaciones como el correo postal estadounidense que no las aprovechan. Una enorme cantidad de direcciones IP que a 40 dólares cada una, hablamos de un paquete de unos 670 millones de dólares. Una reserva de gran valor económico pero que estas empresas tienen ahí reservadas.

Contrasta la gran cantidad de direcciones IPv4 que tienen estas empresas y organizaciones con lo difícil que es conseguir hoy en día una. Si nos vamos a vendedores como IPv4.Global, podemos observar que se venden bloques de múltiples direcciones IP a raíz de 37, 42 o 45 dólares.

Los precios de las IPv4 rondan los 40 dólares. Imagen: IPv4.Global

En el caso del Pentágono, según describe Ars Technica, se realizó un movimiento para obtener 175 millones de direcciones IPv4, lo que convierte al Departamento de Defensa de los EE.UU el mayor gestor de estas direcciones con 233 millones de direcciones. De nuevo, a 40 dólares cada una de ellas, este paquete tiene un valor de unos 9.000 millones de dólares. Nada mal para unas direcciones que inicialmente se repartieron gratuitamente.

Si a mediados de 2020 el coste medio de estas direcciones IPv4 se situaba alrededor de los 25 dólares, según datos de IPv4.Global, progresivamente ha ido escalando hasta los 40 dólares en los que se encuentra durante el mes de julio. Un máximo histórico que puede seguir subiendo si nada cambia.

Para intentar cambiar la situación, en 2017, una de las organizaciones que disponía de un gran paquete de direcciones IPv4 decidió venderlas a 10 dólares la dirección. El MIT se deshizo de 8 millones de direcciones IPv4, vendiendo también un pequeño bloque a Amazon. No es la única gran empresa de tecnología que adquirió direcciones IPv4. En 2011, Microsoft pagó 7,5 millones de dólares por 667.000 IPv4 a la empresa Nortel.

La tardanza en adoptar las IPv6 dispara el interés por las "pocas" IPv4

El protocolo IPv4 establece unos 4.300 millones de direcciones. Claramente un número insuficiente si tenemos en cuenta la población mundial, el número de usuarios en internet y la cantidad de dispositivos conectados. La solución a la largo plazo es clara: que toda internet adopte IPv6, pero no es tan inmediato porque requiere un cambio de infraestructura y de enlaces importante.

Sin embargo, el problema de fondo no es que nos hayamos quedado sin direcciones IPv4, sino que muchas de ellas no se están utilizando. Aquí es donde entra el mercado de revendedores.

Para muchas empresas es más sencillo pagar por una dirección IPv4 que invertir en la costosa infraestructura necesaria para IPv6. Hoy en día hace falta un mejor acceso al software que soporte IPv6, seguridad empresarial, sitios webs populares que las utilicen y más routers compatibles.

A corto plazo no hay una solución fácil. Las pequeñas empresas no tienen los recursos necesarios para impulsar el IPv6 y las grandes empresas no tienen suficientes incentivos para hacer esta transición.

Imagen de portada | Thomas Jensen
En Xataka | Cómo están cambiando a Internet los protocolos de bajo nivel

Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com

VER 33 Comentarios

Portada de Xataka