Kinsa es una empresa que vende termómetros, "más que termómetros" según ellos ya que son inteligentes y se conectan al móvil. Gracias al móvil el cliente puede ver su historial y los posibles síntomas que puede tener según su temperatura corporal. Pero también se conecta al teléfono para recopilar los datos y ofrecerlos a anunciantes, hospitales o universidades, tal y como muestra su página de investigación oficial.
Tendencias de gripe en tiempo real
Más de un millón de hogares estadounidenses cuentan con un termómetro de Kinsa según la empresa. Estos termómetros repartidos por el país americano le sirven a la empresa para mejorar su producto y ofrecer información más certera según han explicado. Comentan que los datos son utilizados de forma anónima para detectar puntos donde se pueden originar nuevas gripes, así como para diagnosticar mejor las enfermedades que pueden tener los clientes.
Detectar a tiempo una posible gripe es clave para las autoridades y organizaciones sanitarias, permite tomar medidas a tiempo y evitar que se expanda más de la cuenta. Pero es algo que depende generalmente de la cantidad de personas que van al hospital con síntomas parecidos, las búsquedas en Internet o las colas que se generan en farmacias. Kinsa presume de que su método es más eficaz.
Según ellos, mientras que por el "método tradicional" se tarda entre dos y seis semanas en detectar áreas con gripe, ellos lo consiguen en tiempo real. Sus termómetros recogen los datos directo de los pacientes, indican que los hace anónimos y buscan patrones que puedan dar indicios de gripe. De este modo se saltan intermediarios y no hay que esperar a que el enfermo se acerque al hospital o a una farmacia.
Tendencias de gripe en tiempo real también para anunciantes
Los datos recopilados por Kinsa sin embargo no se limitan a mejorar los resultados que se muestran al usuario, también son un negocio secundario para la compañía. Según se ha hecho eco New York Times, empresas como Clorox han comprado los datos recopilados por Kinsa para saber en qué áreas de Estados Unidos hay más gripes y vender ahí sus productos higiénicos.
Con este tipo de datos las empresas que los compran pueden saber dónde aumenta la fiebre y así dirigir sus anuncios a áreas específicas para tener un impacto mayor. ¿Por qué pagar anuncios que se publiquen en todo el país si la gripe no se da en todo el país por igual? Es una forma efectiva de segmentar la publicidad apuntando directamente a los que necesitan el producto.
Al parecer, Clorox no ha sido la única empresa que ha pagado por estos datos. Otras compañías como farmacias, fabricantes y distribuidores de medicamentos y productos sanitarios han utilizado los datos de Kinsa, tal y como han explicado a NYT. Eso sí, los datos siempre son anónimos, según la compañía, y no se vincula ni el número de teléfono ni el correo de los usuarios.
Empresas como Alphabet o Facebook saben muy bien lo valiosa que puede ser la información. Ejemplos como este termómetro inteligente son una prueba de ello, muchos productos aparentemente inofensivos basan parte de su negocio en recopilar datos. Hasta la TV puede estar espiándote sin que tú lo sepas. O los juguetes sexuales.
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