El camino hacia un destino tan desafiante como lo es la fusión nuclear comercial debe estar necesariamente repleto de pequeñas conquistas. De logros que pueden parecer modestos, pero que, en realidad, son hitos que nos colocan un poco más cerca de un objetivo ambicioso que no persigue otra cosa que ayudarnos a resolver nuestras necesidades energéticas sin continuar emitiendo gases de efecto invernadero.
En este contexto ITER acapara buena parte de la atención. Y es comprensible que sea así. Al fin y al cabo es un proyecto con una envergadura enorme, que, además, está liderado por la Unión Europea. De hecho, esta organización está asumiendo en conjunto aproximadamente el 50% del coste total de un plan en el que también participan Estados Unidos, Rusia, China, Japón, India y Corea del Sur.
Sin embargo, la apuesta de origen público por la fusión nuclear no se condensa únicamente en ITER. Y tampoco está circunscrita solo a la Unión Europea. Ni mucho menos. Europa se está apuntando hitos científicos muy importantes, pero hay otros países que también están pujando muy alto, y que, precisamente, no se mueven en la órbita de Occidente. De hecho, dos de ellos, probablemente los más aventajados, son China y Corea del Sur.
Dos potencias económicas y científicas a las que merece la pena seguir la pista
A mediados del pasado mes de abril tuve la oportunidad de hablar con Carlos Alejaldre, que en aquel momento ejercía como director general del CIEMAT (si tenéis curiosidad podéis leer el artículo que recoge nuestra conversación). Durante esa charla abordamos muchos asuntos vinculados a la fusión nuclear, y, precisamente, uno de ellos fue el papel primordial que ya ejerce China de facto como el contribuyente esencial que es al desarrollo de esta disciplina. Esta es la reflexión que Carlos Alejaldre compartió conmigo aquel día:
China está contribuyendo de una forma muy importante a ITER, y, además, ha iniciado la última fase de diseño de una máquina que promete producir energía eléctrica y en unos plazos que se pueden solapar con ITER. Este último es un proyecto faraónico, pero es un reactor experimental y no va a producir un solo kWh.
Sin embargo, es posible que en la década de 2040 China ya tenga una máquina de fusión capaz de producir electricidad. Probablemente no será mucha, pero es posible que demuestre la viabilidad de esta tecnología y su rentabilidad desde un punto de vista energético.
El hito que Carlos Alejaldre tenía en mente cuando pronunció estas palabras se produjo en la provincia china de Anhui a finales de 2021. Y es que el reactor de fusión experimental de He'féi consiguió batir su propio récord de temperatura al estabilizar el plasma a 70 millones de grados Celsius durante nada menos que diecisiete minutos. Para sostener la fusión nuclear entre los núcleos de deuterio y tritio, que conforman el combustible que se utilizará en estas reacciones, es necesario mantener de forma imperturbable una temperatura de 150 millones de grados Celsius.
Para sostener la fusión nuclear es necesario mantener de forma imperturbable una temperatura de 150 millones de grados Celsius
La información que tenemos a nuestro alcance nos indica que los científicos chinos todavía tienen mucho trabajo por delante, pero no debemos pasar por alto que la apuesta de este país por la fusión nuclear es mucho más reciente que la de la Unión Europea, Estados Unidos o Rusia, y está alcanzando hitos con una frecuencia asombrosa. Curiosamente, Corea del Sur está recorriendo un camino similar al que está trazando China. De hecho, hace tan solo unos días este país asiático ha dado a conocer un logro muy relevante en el campo de juego de la fusión nuclear.
Y es que el equipo de investigación de la Universidad de Seúl liderado por el profesor Yong-Su Na ha logrado sostener el plasma en el interior de la cámara de vacío del reactor tokamak KSTAR de estas instalaciones a una temperatura de 100 millones de grados Celsius durante 30 segundos. Puede parecer muy poco tiempo, pero en realidad es un gran avance si tenemos presente que, tal y como sucede con China, su currículo en el ámbito de la investigación en fusión nuclear mediante confinamiento magnético es mucho menos extenso que el que tienen las grandes potencias occidentales.
Ningún otro proyecto de fusión nuclear tiene una envergadura equiparable a la que ITER ostenta actualmente. Y posiblemente tampoco a la que tendrá a medio plazo DEMO, que será el reactor de demostración que heredará los avances que si todo va bien se consolidarán en ITER. Sin embargo, como ha vaticinado Carlos Alejaldre, cabe la posibilidad de que alguna de las potencias económicas y científicas asiáticas que ya están pujando con mucha fuerza por la fusión nuclear llegue antes a la meta que la Unión Europea, Estados Unidos o Rusia.
Imagen de portada: Michel Maccagnan
Vía: NewScientist
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Escepticum
Yo lo resumo mejor: Han hecho en mucho menos tiempo y con mucho menos presupuesto más que Europa en tropecientos años.
Seguramente la causa de este adelanto se debe a que en Europa estamos muy "verdes"
sanamarcar
La energía la energía del futuro desde siempre. Si todo lo que se han gastado en chorradas se gastaran en aprovechar la energía gratis de nuestro regalo llamado Sol... En fin tenemos lo que merecemos y poco me parece. La Tierra lo que está aguantando se estudiará en las escuelas del futuro. Siglo XX y XXI, unos putos gilipollas que se creian avanzados casi acaban con todo. Menos mal que aun hay gente que trabaja por el bien, pero poquitos. Menos mal que la realidad pone las cosas en su sitio.
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Todo hace pensar que nadie tenía apuro por hacer funcionar la fusión y ahora quieren embarazar a 9 mujeres para tener un niño en un mes 😃
nexus01
No sería mucho mas sencillo que esto avanzara si se compartieran información, esfuerzos y recursos?
Usuario desactivado
Me entristece un poco este cambio editorial de los artículos de Juan Carlos López. Sin acritud por supuesto, cada uno barre su casa como quiere, pero yo creo que aquí nadie pisa a nadie porque no tiene ningún sentido. Las implicaciones socioeconómicas que comportaría la adopción (mundial) de una energía de estas características, abre una serie de nuevos escenarios absolutamente desconocidos en la historia de la humanidad.
El enfoque del ITER es universalista y es como se debe plantear (y en el que, como ya se comenta en el artículo, todos los que pueden están, sean de oriente o de occidente). Estos anuncios creo que tienen connotaciones que buscan satisfacer otra clase de intereses, sobretodo geopolíticos, que no tienen nada que ver con el desarrollo de la energía de fusión exceptuando, lamentablemente, su calendario.
Aparte de una supuesta rivalidad para llegar los primeros, lo que básicamente hay son logros y hallazgos que ponen los puntos sobre la íes de uno de los retos más complejos y complicados de la historia de la humanidad que, en un solo siglo, se ha pulido la energía acumulada durante miles de años para convertirla en bonitas muñecas repollo con más de siete mil millones de vestiditos diferentes.
Si no recuerdo mal, en el mundo hay unos 25 proyectos relacionados con investigaciones para conseguir rentabilidad con la energía de fusión. El objetivo del ITER es alcanzar una energía 10 veces superior a la empleada en el proceso de calentar la materia, un eslabón más dentro del macro proyecto de la fusión nuclear rentable. Pero Carlos Hidalgo, director del laboratorio nacional de fusión del CIEMAT, ya ha avanzado que la puesta en marcha del ITER se va a retrasar no menos de tres años por la pandemia y por los últimos acontecimientos en Ucrania.
Rusia ha quedado aislada del resto del mundo y muchos acuerdos de investigación se han interrumpido hasta que la guerra del sátrapa Putin finalice, pero sigue siendo parte de la organización y tiene una serie de compromisos de suministro de componentes importantes para el ITER.
Que China o Corea del Sur muestren sus avances creo que no debe interpretarse como lo hace el artículo, sino como logros que allanan el camino, un camino que tiene a varios proyectos (no solo al ITER) medio paralizados por los intereses de un lobby, el energético, que se está haciendo de oro, literalmente y en "ambos bandos", con lo que sí se puede interpretar como una artimaña bien calculada para retrasar la paulatina transformación que tiene que afrontar el sector económico más importante de mundo.
Tiemblo por la siguiente cábala, porque creo que esto solo acaba de empezar, puesto que se puede decir que ya estamos en el temido pico de producción (el famoso Peak Oil de Hubbert), que fomenta y fomentará escenarios que beneficien un lento o muy lento cambio de paradigma energético si es económicamente viable y, sobretodo, rentable (en mi opinión, claro). Lo de la sangre, los muertos y el calor tropical, ya se sabe, daños colaterales.
Saludos cordiales.