Los chips cerebrales de Neuralink causan un "daño extremo" en los animales. Así lo ha denunciado el Comité de Médicos por una Medicina Responsable, quienes aseguran que de los 23 monos involucrados en las pruebas, al menos 15 murieron o fueron sacrificados, según registros abiertos de California a los que han tenido acceso.
Neuralink ha decidido responder con un comunicado oficial a la polémica, asegurando que cuidan a los animales de la "mejor manera ética" aunque admitiendo que sí se tuvieron que sacrificar hasta ocho animales.
Chips cerebrales y sus riesgos en la salud
A principios de enero, la compañía de Elon Musk anticipaba el inicio de ensayos clínicos con humanos. El estudio del cerebro es una de las fronteras más desafiantes y Neuralink ha conseguido demostraciones fascinantes como la de un mono jugando al Pong con la mente.
Pero ahora los informes sobre el estado de salud de los animales que han participado en las pruebas vuelve a generar muchas dudas sobre la viabilidad de estos chips cerebrales, sobre todo si se quiere iniciar también el ensayo en humanos.
Según describe el New York Post, a uno de los monos le faltaban algunos dedos de las manos y los pies "posiblemente por automutilación o algún otro trauma no especificado". Un animal que posteriormente fue sacrificado. En otro caso, a un animal le perforaron agujeros en el cráneo para implantarle electrodos y desarrolló una infección. En otro, los electrodos en el cerebro le causaron vómitos y arcadas, lo que llevó a una hemorragia cerebral, según el informe.
"Casi todos los monos a los que se les colocaron implantes en la cabeza sufrieron efectos de salud bastante debilitantes", explican desde el Comité de Médicos en defensa de los animales que ha denunciado esta actividad.
Qué explica Neuralink frente a estas acusaciones
Desde Neuralink aseguran que todos los tratamientos médicos novedosos deben probarse antes en animales, pero que están comprometidos con realizarlo de la mejor manera ética. Argumentan que en el pasado se basaron en instituciones externas para su programa. En 2017 eligieron el prestigioso California National Primate Research Center (CNPRC), con el que han trabajado durante dos años y medio.
Las primeras pruebas se realizaban en cadáveres de animales y después en animales terminales. Sujetos elegidos médicamente y sacrificados mediante cirugía y anestesia para evitar el sufrimiento del animal. En cuanto a los animales terminales, son aquellos que el personal veterinario ha considerado suficiente saludables para un evento anestésico pero sin la calidad de vida adecuada debido a una condición preexistente.
Sobre los dedos y traumatismos, desde Neuralink lo explican como conflictos entre los propios animales y no como resultado directo de las pruebas. Con el añadido de que explican que no hubo ese tipo de daños en los animales de UC Davis mientras formaban parte del proyecto Neuralink.
Sí admiten que dos animales fueron sacrificados en las fechas de finalización y otros seis fueron sacrificados por consejo médico. Entre los motivos incluyen una complicación quirúrgica relacionada con el uso de BioGlue, aprobado por la FDA; un fallo en un dispositivo y cuatro infecciones, que consideran un riesgo inherente cuando se realizan estas intervenciones.
Una vez finalizaron la construcción de sus laboratorios, algunos de los macacos como Pager (la del vídeo del Pong) fueron trasladados. Neuralink justifica que todo su trabajo fue aprobado por el Comité Institucional de Cuidado y Uso de Animales (IACUC). Desde 2020 disponen de un vivero de 560 metros cuadrados que fue inspeccionado antes de inaugurarse y explican que nunca han sido alertados. Argumentan además que si un animal no quiere participar en una tarea, no se le obliga nunca a hacerlo, yendo más allá de lo que exigen la regulación estadounidense sobre el uso y cuidado de los animales en el laboratorio.
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