Shein y Temu han hecho fortuna gracias a la fast fashion. Ahora tienen un problema: análisis de toxicidad disparados

  • Un análisis de Corea del Sur ha revivido el debate sobre la seguridad de la "moda rápida"

  • El estudio ha detectado niveles de químicos tóxicos que superan con creces los límites permitidos 

Temushein
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Shein y Temu son noticia. Y muy a su pesar en esta ocasión. Más allá de su crecimiento acelerado, su agresiva política de precios low cost o incluso los planes de salida a bolsa, ambos gigantes del comercio online y la fast fashion están ahora en el disparadero por una realidad bastante más incómodas para sus directivos: la salubridad de sus mercancías. Uno de los últimos análisis realizados por Corea del Sur ha demostrado que al menos parte de las prendas y cosméticos que venden contienen sustancias tóxicas que superaban con creces los límites permitidos.

No es la primera vez que un estudio cuestiona la seguridad de la fast fashion. Ni tampoco que esas compañías u otras del sector han hecho saltar las alarmas.

Corea del Sur saca la lupa. La noticia la ha avanzado la agencia AFP: como parte de sus inspecciones rutinarias, hace poco las autoridades de Seúl analizaron una muestra de 144 artículos de Shein, AliExpress y Temu centrándose sobre todo en su composición. Los resultados fueron sorprendentes. Y preocupantes.

"Varios productos de todas las empresas incumplían los estándares legales", precisa la agencia, que se centra en concreto en algunas de las mercancías de Shein y Temu que arrojaron resultados que superan los límites de toxicidad permitidos.

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Zapatos que hacen saltar las alarmas. La inspección surcoreana resulta interesante tanto por su balance como por lo que nos dice de las mercancías que han hecho saltar las alarmas por sus concentraciones de tóxicos. Un ejemplo claro son los zapatos de Shein en los que las autoridades detectaron niveles elevados de ftalatos, compuestos que se usan para que los plásticos ganen flexibilidad. AFP asegura que al menos uno de los pares superaba 229 veces el límite legal.

"Los plastificantes a base de ftalatos afectan a la función reproductiva, como la reducción del recuento de espermatozoides, y pueden causar infertilidad e incluso partos prematuros", advierte a la agencia un equipo de salud medioambiental de Seúl. Es más, los expertos incluso apuntan que uno de los químicos detectados está considerado carcinógeno, "por lo que se debe tener un cuidado especial al evitar el contacto prolongado". Los técnicos de Seúl también han localizado en las plantillas de las sandalias de Temu niveles de plomo 11 veces superiores a los permitidos.

¿Hay más ejemplos? Sí. Unos cuantos. Otra prenda que ha suspendido el análisis surcoreano son las gorras de Shein en las que los técnicos han identificado formaldehído. Y en niveles que superan con holgura los estándares permitidos. Se habla de cantidades que llegan a duplicar el máximo de la normativa.

Otro artículo que tampoco ha pasado la criba son dos botes de esmalte para uñas del gigante del e-commerce. Al estudiarlos los funcionarios hallaron dioxano, un posible carcinógeno humano asociado a la intoxicación hepática. Sus niveles son de nuevo preocupantes: 3,6 veces por encima de lo que se considera aceptable. Otro compuesto es metanol, en niveles 1,4 veces superiores a lo permitido.

"Prestar especial atención". Desde Seúl ponen el acento tanto en los resultados de los análisis como, sobre todo, en la clase de artículos examinados. "Los que superan el límite legal son aquellos que entran en contacto directo con el cuerpo, como las sandalias de cuero y gorras, por lo que los ciudadanos deben prestar especial atención", advierte Kim Tae-hee a la agencia AFP.

¿Y qué dicen las empresas? Defienden sus protocolos internos y que han tomado medidas tras el toque de atención de Seúl. "Al recibir la notificación del gobierno iniciamos de forma inmediata una investigación interna", asegura un portavoz de Temu, quien avanza además que la compañía ha eliminado ya los productos que salieron mal parados del estudio. "Estamos mejorando nuestros sistemas y orientando a los comerciantes para garantizar las regulaciones".

Desde Shein recalcan que se exige a los proveedores "cumplir los controles y normas" marcados por la compañía y la normativa de los países en los que venden sus artículos. El gigante chino insiste además en que trabaja con agencias externas que se encargan de supervisar y someter a pruebas sus mercancías. Todo, recalcan, para "garantizar que los productos de proveedores cumplen las normativas".

¿Es la primera vez? No. El análisis de Seúl ha generado revuelo por sus conclusiones, pero lo cierto es que no es el primero que arroja dudas sobre la salubridad de al menos parte de las mercancías de la conocida como industria fast fashion, un lucrativo negocio que países como Francia ya se han propuesto regular, entre otras cuestiones por su impacto ambiental y para las empresas locales.

Hace dos años Greenpeace analizó también decenas de prendas de Shein y llegó a lo que el propio organismo calificó de conclusiones "alarmantes": el 15% contenían sustancias químicas peligrosas que superaban los límites reglamentarios de la UE y el 32% mostraban concentraciones que, si bien se mantienen dentro de las líneas rojas, para el colectivo ecologista representan ya niveles "preocupantes".

Hace meses un análisis de Corea del Sur ya arrojó resultados reveladores en artículos de AliExpress y Shein, incluido calzado y bolsos de esta última marca con niveles de ftalatos por encima de lo permitido. Según aclara Just-Style, en abril las autoridades surcoreanas realizaron pruebas en productos infantiles de marcas de fast fashion y comprobaron que, de 93 artículos analizados, alrededor del 43% presentaba sustancias nocivas. Shein también defendió entonces la seguridad de sus productos e insistió en que realiza al año miles de pruebas de seguridad.

Imágenes | Temu y Dick Thomas Johnson (Flickr) 1 y 2

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