Era la última oportunidad para tratar de frenar la polémica reforma del copyright que se aprobó por el Parlamento Europeo el 26 de marzo, pero el Consejo de la Unión Europea ha ratificado esta nueva legislación que entre otras cosas valida los criticados artículos 11 y 13 (ahora 15 y 17) que podrían cambiar internet tal y como la conocemos.
Este organismo ha validado la directiva del copyright que plantea una amenaza a la libertad de expresión, que ha sido criticada por su ambiguedad y que según sus detractores es el comienzo de una peligrosa era en el que se ataca a la esencia misma de internet.
Tardaremos hasta dos años en ver los efectos de los artículos 11 y 13
La Unión Europea defendía esta reforma indicando que es mucho más que los polémicos artículos 11 y 13 (15 y 17, insistimos, aunque casi se les conoce más por su numeración original), y permite modernizar esta legislación para adaptarla a unos tiempos en los que internet lo ha cambiado todo.
Voting results, #Copyright directive approved: pic.twitter.com/kHPp8Q8xVI
— Julia Reda (@Senficon) 15 de abril de 2019
Los organismos que gestionan el copyright y los propietarios de los derechos seguramente vean con buenos ojos una reforma que para muchos otros es restrictiva y peligrosa con el hasta ahora permisivo funcionamiento de internet. Recordamos esos dos polémicos artículos
- Artículo 11 (ahora 15) (usos digitales de las publicaciones de prensa): con estas medidas la Unión Europea plantearía la implantación de una especie de tasa Google o Canon AEDE. Los editores de publicaciones de prensa podrían gestionar sus derechos de autor, cobrando o no a quienes les enlacen o les usen de fuente cierto importe como pago por hacer uso de dicha información con derechos de autor. Enlazar o citar se convertiría en un verdadero problema tanto en la práctica como en su gestión y sus consecuencias legales.
- Artículo 13 (ahora 17) (vigilancia de contenidos protegidos por parte de proveedores): en este caso la normativa obligaría a las plataformas de contenidos a monitorizar lo que los usuarios suben para comprobar si se violan o no los derechos de autor. Cada servicio tendría que crear un sistema tipo Content ID de YouTube que permitiría detectar violaciones de los derechos de autor. No solo de música, sino de cualquier contenido. Sitios como la Wikipedia -aunque la UE planteo este caso como una excepción- o GitHub que abogan por la libre compartición de información y conocimiento, por ejemplo, estarían entre los afectados.
Como indicaba la europarlamentaria Julia Reda en Twitter, Italia, Luxemburgo, Holanda, Finlandia y Suecia han votado en contra y Bélgica, Estonia y Eslovenia se han abstenido, pero eso no ha sido suficiente para bloquear el avance de una directiva que ha sido apoyada por la mayor parte de los "grandes" de la Unión Europea. Alemania, cuya postura era dudosa, ha aprobado finalmente el texto, como España, que también ha votado a favor de aprobar la directiva.
Ahora entramos en un periodo de transición en el que esta reforma será adoptada por los países miembros de forma gradual. Para esa adopción existe un plazo máximo de dos años, y será entonces cuando podamos comenzar a valorar el impacto real de una reforma que podría condicionar el funcionamiento de muchos de los servicios que utilizamos hoy en día. Esperemos lo mejor y estemos preparados para lo peor.
Vía | Julia Reda (Twitter)
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