El pasado 29 de junio entró en vigor la nueva Ley General de Telecomunicaciones, más conocida como ley antiSPAM por su artículo 66, que prohibirá las llamadas comerciales sin permiso previo. Desde entonces ocurre que algunos usuarios no solo no han dejado de recibir esas llamadas, sino que como explican en profundidad nuestros compañeros en Xataka Móvil, éstas han aumentado. El problema es que la ley admite interpretación, y la clave es el llamado "consentimiento previo".
Llamadas "no deseadas". La nueva ley, aprobada en junio de 2022, establece de manera clara que las empresas no pueden realizar llamadas comerciales no deseadas. El problema es que el concepto de "no deseadas" queda definido con el "consentimiento previo" al que alude la Ley General de Comunicaciones, que es la única excepción ya sean llamadas realizadas por un operador o automáticas (robollamadas).
Consentimiento previo. En la Ley General de Telecomunicaciones hay dos puntos relacionados con los derechos de los usuarios en los que se alude al consentimiento previo como una autorización expresa para realizar llamadas de spam. Como indica la Ley:
"[Los usuarios tenemos derecho] a no recibir llamadas automáticas sin intervención humana o mensajes de fax, con fines de comunicación comercial sin haber prestado su consentimiento previo para ello".
"[Los usuarios tenemos derecho] a no recibir llamadas no deseadas con fines de comunicación comercial, salvo que exista consentimiento previo del propio usuario para recibir este tipo de comunicaciones comerciales".
Cuidado con "Aceptar" en los formularios. Precisamente la confusión está en los formularios que nos presentan las empresas y plataformas cuando nos damos de alta en ellas. Normalmente hay dos casillas que nos dan la opción de marcar. La primera, la de "He leído y acepto los términos de uso" (o algo parecido) que siempre tenemos que activar porque si no ni siquiera podremos completar el proceso de registro.
Si no quieres spam, no marques esa segunda casilla. La segunda, con "Acepto comunicaciones comerciales" (o mensaje similar), que parece que también debemos marcar para completar el proceso, pero que en realidad no es obligatoria. Y cuando la marcamos, damos consentimiento previo para esas comunicaciones comerciales, entre las que están las llamadas de spam. Ahí está el problema: no tenemos que activar esa casilla.
Patrones (un poco) oscuros. Aquí los proveedores de servicio aprovechan ciertas técnicas de patrones oscuros y muestran dos casillas con el mismo diseño y que parecen obligatorias para completar el proceso, pero la dedicada a recibir comunicaciones comerciales siempre es opcional. Siempre. Algunas plataformas incluso plantean mensajes confusos al tratar de averiguar si es necesario activar esa segunda casilla de comunicaciones comerciales, como se ve en la imagen de arriba. Insistimos: solo es necesario activar la casilla de "He leído y acepto las condiciones de la política de privacidad" (o mensaje similar).
Interés legítimo, la verdadera pesadilla. La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) indicó además que las empresa también pueden aprovechar el concepto de "interés legítimo", un concepto sujeto a muchas interpretaciones y especialmente problemático.
"Los usuarios podrán recibirlas si han dado previamente su consentimiento o si la empresa que llama puede justificar que su interés legítimo en realizar la llamada prevalece sobre el derecho de los usuarios a no recibirlas y estos no han ejercido su derecho de oposición".
Aunque no hayamos dado consentimiento previo, las empresas pueden ofrecernos un extra a lo ya contratado. ¿Que tienes un contrato de luz con la empresa X? No pasa nada, te ofrecen un descuento con un nuevo plan de precios. Es en tu propio beneficio, afirman, y así esquivan la Ley.
Por eso te llaman desde Inglaterra. Recientemente la OCU reveló el problema del aumento de llamadas de Spam. Este organismo se ha puesto en contacto con la AEPD, pero de momento no hay solución a un problema que tiene un componente adicional: la Ley General de Telecomunicaciones solo tiene vigor en España, y eso hace que muchas empresas hagan llamadas de spam con números de otros países, como Alemania o inglaterra.
Pero puedes bloquearlas en tu teléfono. A pesar de ese ataque indiscriminado de llamadas de spam, los usuarios tenemos un último recurso para evitarlas: activar el filtro antispam que tenemos disponible tanto en móviles basados en Android como en los iPhone con iOS. Puedes bloquear números ocultos, inscribirte en la Lista Robinson o incluso aprovechar aplicaciones de terceros como TrueCaller o CallBlocker que te permiten identificar mejor quién te llama y bloquear números de publicidad. Y si aún así sigues recibiendo llamadas de spam, puedes denunciar el caso.
Imagen | DC Studio
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