Siguiente, siguiente, sí, sí, Acepto. Lo acepto todo, venga. Deja de molestarme con mensajitos de advertencia sobre permisos y aceptación de términos de uso. Quiero empezar a usar el servicio, y quiero empezar ya.
Es una de las condenas de nuestro tiempo. Las empresas proporcionan servicios a los usuarios, pero se protegen las espaldas legalmente con unos textos que normalmente son insondables para el común de los mortales. La mayoría de usuarios aceptamos sin pensar, y eso podría ser más inquietante de lo que parece.
A lavar los baños públicos
Desde luego es lo que les podría haber ocurrido a las 22.000 personas que hace unos días aceptaron los términos de uso de la empresa Purple para poder usar una conexión WiFi gratuita en ciertos locales de Manchester.

Una cláusula especial se creó en esos términos para demostrar que nadie se los lee: los que usaran esa red WiFi podrían tener que lavar baños públicos (entre otras muchas cosas) como contraprestación por ese servicio. Era tan solo una advertencia, pero una que dejó bien claro los peligros de esa actitud que nos hace esquivar a toda costa esas farragosas licencias y términos de uso que a menudo parecen haber sido redactadas para espantar al más paciente de los usuarios.
A esa cláusula se le añadía un punto final: si alguien descubría ese 'huevo de Pascua' y avisaba a la empresa de haberla encontrado (por haber hecho tan simple como leerse los términos de uso) se le concedería un premio. Solo una persona de las 22.000 que aceptaron esos términos de uso aceptó el premio.
No las leíamos antes y no las leemos ahora
La iniciativa no era más que una acción de marketing de Purple, que quería avisar de la nueva Regulación de Protección General de Datos. La idea surtió efecto, y sirvió para demostrar que efectivamente la inmensa mayoría de usuarios no se leen (no nos leemos) los términos y condiciones de los servicios a los que queremos acceder.

Lo que no hace casi nadie, no obstante, lo intentó hacer a conciencia un periodista de The Guardian que se leyó 146.000 palabras de documentos legales (casi la extensión de la novela de Moby Dick). Lo hizo para revisar los términos y condiciones de 33 servicios distintos de internet. Ocho horas después, llegó a varias conclusiones.
Entre ellas, que en Apple hacían uso de algunos términos, marcas y productos obsoletos (o que prohíbe usar iTunes para crear misiles y armas nucleares), que en Google las licencias son sorprendentemente legibles y coheerentes, o cosas más generales, como que el uso de las mayúsculas es exagerado e inútil. Lo que sí que pudo constatar en ese proceso es que la mayoría de esas licencias de uso convierten al usuario no en propietario de lo que usa, sino en alguien que tiene licencia para usar el servicio o el producto.

Si alguien viola esos términos, queda expuesto efectivamente a las condiciones que se especifican en ello. En mayo de 2015 Microsoft vetó el acceso a Xbox Live a varios usuarios que habían filtrado detalles del remaster de 'Gears of War', y en los términos de uso de la PS4 el apartado dedicado a "la violación del acuerdo" deja clara una amenaza similar:
Si SIE Inc determinara que usted ha violado los términos de este acuerdo podrá, por sí misma o a través de otros, iniciar acciones encaminadas a proteger sus intereses, tales como desactivar el acceso a parte del software del sistema (o su totalidad), desactivar el uso online u offline del sistema PS4, prohibir el acceso a PlayStation™Network, negarle la garantía, las reparaciones o cualquier otro servicio asociado a su sistema PS4, instalar actualizaciones automáticas u obligatorias o dispositivos de cualquier tipo encaminados a interrumpir su uso no autorizado o, en general, llevar a cabo cualquier acción que considere necesaria, dentro de lo razonable, para impedir el uso modificado o no permitido del software del sistema.
En esencia todas las empresas se reservan ciertos derechos si quieres utilizar sus servicios, y lo hacen además sin que el usuario tenga capacidad de negociación. Como explicaba el citado artículo de The Guardian, "descubres lo lamentablemente pequeños que son tus derechos en comparación con los que incluso una empresa de tamaño medio se reservará cuando uses su producto. Pero el problema no solo es el de la opacidad, sino el de quién tiene el poder en la relación. Sin poder para negociar, esta acaba siendo la lectura más deprimente"
La condena se extiende a Android y sus aplicaciones móviles
El problema de las licencias y términos de uso se extiende aún en mayor medida a los dispositivos móviles, y más concretamente a aquellos basados en Android, la plataforma de Google. La gestión de los permisos siempre ha sido un problema patente en este sistema operativo, y aunque las cosas han mejorado en los últimos tiempos, la solución no es óptima.

Nuestros compañeros de Xataka Android precisamente debatían sobre este tema en 2011, y años más tarde nos hablaban del nuevo administrador de permisos que llegó con Android 6.0 Marshmallow y que se ha convertido en parte integral de esa plataforma móvil.
El problema una vez más no está en Android o en los desarrolladores de esas aplicaciones (o al menos no siempre), sino en nosotros, los usuarios. La pereza nos conquista y somos como niños mimados que lo quieren todo ya.
Permitir, permitir, permitir. Siguiente, siguiente, siguiente. Cedemos a todo sin pensarlo un momento, porque las prisas o la pereza nos pueden. Y eso, claro, puede tener sus consecuencias, sobre todo porque todas esas empresas y desarrollos que nos presentan esos infumables términos de uso y esos permisos pueden acudir al eterno "te lo advertí".
Si no queréis exponeros tendréis que armaros de paciencia, pero nos tememos que será difícil que la situación cambie. Mientras tanto, ya sabéis: nada de desarrollar armas nucleares con iTunes.
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jaimejames
¿en que cambia leer los términos de uso?
No se pueden modificar por el usuario y si se quiere usar tal cosa se tienen que aceptar.
zoompyy
El que tiene esto muy bien es Google, que cuando actualiza sus servicios hace un resumen alegando que somos "alérgicos a los términos de uso".
Debería existir un nuevo método para tramitar esto. No es lo mismo el número de servicios que uno tenía que revisar por ejemplo en los años 90 que hoy, que al año podríamos superar el millar de servicios "contratados".
Antes te podías parar a leer las condiciones de tu operadora, a lo mejor instalabas un juego que te instaba a que no ayudases a la piratería, o esas tres o cuatro cosas que no exigían mucho.
Hoy, era de los servicios, nos registramos en foros y webs, contratamos todo tipo de cosas por internet, canales, viajes, hoteles, usamos redes sociales, cine, series, juegos, música... Compramos un teléfono a nuestra teleco, el teléfono va con un SO, el SO nos permite descargar apps, descargamos cientos de apps, navegamos, vemos mapas, compramos comida, ropa, electrodomésticos, tenemos cuentas de correo... Y cada cosa de estas, que podemos hacer en tan solo unas horas, tiene su propio código particular de condiciones que ni de broma podríamos llegar a leer tanto. Ah, y que cada cosa suele actualizar condiciones de vez en cuando.
Pienso en todo lo que he utilizado hoy martes, incluyendo mi cuenta de xataka, el internet, el teléfono, el wasap, Google, Facebook, Hotmail, Acnur, Steam, Twitter, cada web que visité hoy con sus "acepta las cookies", Paypal, etc, necesitaría tres vidas para leer sólo lo de hoy!
Lo que deberían hacer es un estandar, una lista de condiciones fijas con nombres y categorías o niveles, estilo "Para utilizar nuestro servicio tienes que aceptar Privacidad nivel 3", donde todos sepamos más o menos qué nivel de privacidad supone eso.
Que todas esas ideas en común, como la de vender tus datos a terceros que casi todos los que se nutren de publicidad tienen, estén recogidas en una categoría oficial (Datos nivel 3 por ejemplo), y que cuando vayas a contratar algo solo tengas que leer "Privacidad 2, Datos 4, Pagos 1, Ética 1", y ya tengamos claro qué es cada cosa. Que luego aparte tengan desglosado todo el rollo de texto por si alguien lo quiere leer.
Hoy las apps van por permisos, instalas una y te pregunta "le das permiso para usar la cámara?", no se abre Mateo 22, versículo 46, utilización de la cámara del dispositivo, apartado 1.1.1.1.1a. Hay millones de apps diferentes pero todas utilizan el mismo sistema estandar. No pueden hacer lo mismo con las contrataciones de servicios? Ya que todos tienen ideas similares, sobretodo las webs, que hagan unas normas estandar (Como la clasificación Pegi de los juegos) donde cada compañía seleccione las suyas y los niveles que desee, en lugar de que cada uno redacte el mismo texto de maneras diferentes que nunca leeremos porque a estas alturas de siglo ES IMPOSIBLE.
Es como cuando te registrabas en un foro en su época dorada y todos te hacían leer las malditas normas que venían a decir todas lo mismo escrito de mil millones de maneras distintas por el mod de turno. No podían hacer una plantilla no.
PD: Soy consciente de que este mensaje os supone el mismo efecto que los términos y condiciones de cualquier cosa. Lo siento, pero mientras esto me permita editar podré seguir añadiendo cláusulas xD
sergiosalesserrano
Pienso lo mismo, de que me sirve leerme algo que no puedo modificar o cambiar, acaso vas a dejar de usar el servicio?, seguramente no, por que o no tienes alternativa, o si no aceptas los terminos de este servicio, te tocara aceptar los del siguiente.....
Usuario desactivado
Ya me has fastidiado mi plan de destruir el mundo con armas nucleares. Tendré que recurrir al plan B de destruir el mundo mediante iTunes...Un virus que reproduzca la salchipapa en todos los ordenadores.
acerswap
Deberia estandarizarse y limitarse a unos cuantos aspectos: garantia, acceso a datos, derecho a cancelar por parte de desarrollador y usuario. Y ya si ponen iconos que lo resuman y colores lo clavan.
manuti
Siempre me gustó eso de GNU/Linux:
¿Quieres instalar algo?
Sí
¿Contraseña de root?
****
FIN
Renato
Porque son un coñazo de largo y es una escrita que hace imposible que una personal normal lo entienda todo sin quedarse en dudas. (Bueno las leyes en general son hechas así, y incluso los más estudiados la interpretan de manera distinta).
Cualquier termino de servicio de un wifi gratis, tiene el doble o más de páginas que mi contrato móvil y el anexo de fair use policy.
Cuando entramos en un autobús, hay un par de reglas claras como no poder consumir alimentos o bebidas, no fumar, respetar los asientos especiales, etc... claro que por detrás hay toda una legislación que trata de temas más complejos, pero el usuario no está interesado en saber qué ocurre si hay un accidente por desastre natural o atentado terrorista y por culpa de esto pierde el 41,1% de su movilidad.
Si vamos a especificar cada caso y situación en los términos de servicio para los servicios más básicos, nadie las leerá.
Y esto no es apenas empresas queriendo joder al usuario, también intentan cubrirse en el caso de que pase algo... necesitan 30 páginas donde declaran que no son responsables si te hachean, si te entra virus, si tu novia te deja por no contestar al WhatsApp... en fin.
Lo que más yuyu me dio fue en Malasia muchas de las redes wifi piden información personal como correo y nr de móvil para conectarse.
Miyamoto Gaming
Bueno, no lo leo todo, pero solo "scrolleo" un poco y veo en lo que terminan los parrafos para darme una idea de lo que estoy aceptando. Pero deberia haber una ley para regularlos y que puedan ser comprendibles.
Adrián
Por eso estoy inscrito en Xataka, para que por medio de sus artículos nos enteren de cuando un servicio moderno abusa en sus términos.
murdok7
No lo leo por el mismo motivo que no leí este artículo...