Varios asuntos se han dirimido esta semana en Twitter en relación al mundo del arte. Una de las polémicas giraba en torno a si debía devolverse a sus países de origen todo el patrimonio y obras de arte. Más allá de la polémica, que da para tesis, hay un punto del debate en el que sí me quiero parar. En ese hilo se preguntaba dónde habíamos visto la mayor parte de las obras de arte. Se daban varias opciones, pero ninguna mencionaba las más importantes: libros e internet.
La mayor parte de la gente ha visto las grandes obras de la Historia Universal a través de reproducciones en libros o en la red. Por lo tanto, la Historia del Arte es para la mayoría una Historia de las imágenes, incluidas obviamente la escultura y la arquitectura. Es más, gracias a Google Maps y las visitas virtuales a museos la experiencia de lo artístico ha dado, nunca mejor dicho, un giro de 360º.
El poder de las redes en este sentido es absoluto.Las colecciones digitales están a la orden del día y permiten que cualquier persona con acceso a internet pueda “viajar”, ver y leer archivos que antes solo estaban al alcance de quien pudiera costearse ese tipo de desplazamientos.
Internet ha cambiado la forma en la que experimentamos lo artístico y permite el intercambio horizontal de información entre artistas, galerías e interesados por el arte. Hace unos días un tuitero escribía al Museo Lázaro Galdiano para advertirles de que el retrato que atribuían al monarca Leopoldo II era en realidad de Auguste Rodin. Esta forma de interacción tan inmediata y a la vez tan sencilla permite que lo que antes era casi imposible, dialogar con lo institucionalizado (el arte incluido) sea ahora accesible y cercano.
#FelizMiércoles Esta es una de las fotos de A. Rodin, conservada en la @PortraitAu, que nos ha llevado a la identificación del escultor sin ningún tipo de duda. Es uno de los modelos de la miniatura.
— MuseoLázaroGaldiano (@Museo_Lazaro) June 5, 2019
Fuente: https://t.co/Ek2WP33xw7
Gracias de nuevo a @Luis_pastor #fotografía pic.twitter.com/sbRHh4Yyr9
También la experiencia ha cambiado para los artistas que empiezan desde que existe Internet. Las redes son un escaparate perfecto para colgar su trabajo. Galerías, agentes del mundo del arte y curators pasan horas y horas navegando en Tumblr e Instagram buscando nuevos talentos. Muchos artistas ni siquiera necesitan intermediarios para dar a conocer y vender sus trabajos. Colgada en la red la obra aparece directamente en nuestras pantallas para ser compartida y admirada por la masa social.
Este intercambio es una oportunidad para muchos artistas que, de no ser por la capacidad igualadora del acceso digital, no encontrarían la fórmula de poder llegar al público, o incluso no llamarían la atención de las galerías, siendo el mundo del arte uno de los más cerrados y elitistas.
Veamos 11 artistas que han consolidado sus carreras y han apuntalado la popularidad de su obra a través de las redes sociales.