Si hay algo que ha caracterizado este año 2022 es sin duda el regreso del turismo. Desde hace meses, la demanda para viajar en avión está disparada. Las aerolíneas, que habían estacionado aviones y recortado vuelos al principio de la pandemia, ahora trabajan a destajo para poder satisfacer toda esa demanda. Y no lo están consiguiendo. Principalmente porque los principales fabricantes de aviones, como Airbus y Boeing, no están logrando entregar los aparatos a tiempo, algo que, por un lado limita el crecimiento de las aerolíneas y por otro mantiene las tarifas altas.
A medida que el turismo desbocado ha vuelto y que ahora China ha puesto fin a sus restricciones, una irremediable verdad preocupa al sector aéreo: hay escasez de aviones.
Faltan aviones en todo el mundo. Para Boeing y Airbus, entregar a tiempo los aviones que han vendido es ahora su problema número uno. Y mientras, aerolíneas de todos los rincones del mundo esperan "hambrientas" cientos de pedidos que no llegarán este año. Ni al siguiente. Ni al otro. Un embotellamiento en la cadena de suministros hará que esos aviones no se entreguen hasta posiblemente dentro de unos años. Se estima que hay tal acumulación de pedidos (unos 12.720 aviones) que la cosa podría alargarse hasta 2029.
De hecho, Airbus ya ve cómo las aerolíneas se muestran reacias a realizar nuevos pedidos. Y es normal dada la cola de más de 6.100 aviones para la familia A320neo que tiene pendiente y que tardaría ocho años en completarse. Mientras tanto, Boeing, que ha anunciado alrededor de 850 pedidos brutos este año y es la competencia de Airbus, trabaja duro para acelerar el trabajo en sus fábricas. ¿La buena noticia? Los empleados del sector probablemente no serán despedidos en mucho tiempo.
¿Por qué? Las entregas se han visto obstaculizadas por una cadena de suministro debilitada, particularmente para los motores, lo que ha retrasado los tiempos de entrega de muchas aerolíneas. A esto se le suman problemas de logística que arrastramos desde la pandemia y ahora una crisis energética brutal. De hecho, Airbus abandonó su objetivo de entrega de 700 aviones de pasajeros este año citando un aumento en los costes de la energía, que afectará a los productores más pequeños que consumen mucha energía, como los que fabrican piezas de fundición y forja.
Así pues, a medida que las personas vuelven a volar y las aerolíneas vuelven a ponerse en marcha después de años de parón, los transportistas buscan actualizar las flotas envejecidas, desde obtener los componentes necesarios hasta hacer frente a escasez de mano de obra.
¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Los proveedores aumentaron la fabricación durante la década de 2010, pero luego llegó la pandemia del Covid, que obligó a grandes recortes de producción. Muchos ahora tienen muy poco capital y muy pocos trabajadores para satisfacer la demanda de piezas forjadas, fundidas y de máquinas de sus clientes, y la inflación también está pasando factura.
Hay que recordar que las compañías despidieron trabajadores hace dos años y ahora están tratando de contratar y capacitar a los nuevos. Junto con la escasez de pilotos capacitados, son muchos los obstáculos que hacen que la situación sea aún más complicada.
Podría significar volar en aviones más antiguos. "Como último recurso, podemos ver a las aerolíneas extendiendo los ciclos de propiedad", explicaba Sunny Xi, director de la consultora Oliver Wyman, en este reportaje de Bloomberg. Normalmente, las aerolíneas planean flotas en ciclos de 12 años. Pero dada la situación actual y las reestructuraciones recientes, las compañías están ampliado la duración de las flotas existentes y podrían volver a hacerlo en el futuro.
Incremento de tarifas. Todo ello significa que las tarifas aéreas de las que la gente lleva quejándose por sus elevados precios (y con razón) en los últimos meses no van a cambiar. Y las cosas podrían empeorar con la reapertura de la frontera aérea China. Y es que no es sólo la escasez de aviones lo que crea esta situación, son todos los factores, incluido el precio del petróleo. El resultado final para el turista medio serán unas tarifas bastante más altas, que aumentarán a medida que regresen los viajes de negocios y la gente quiera pasar sus vacaciones en el extranjero.
Imagen: Airbus