Si Anonymous era conocido por su activismo político en el ámbito cibernético, ya fuera combinando la piratería o ataques DDoS como arma de protesta, ARMY o K-Pop Stans son su semejante en la industria musical. En los últimos tres años, se ha hablado mucho sobre el enorme poder que pueden tener las devotas bases de fans de algunos grupos de K-Pop como BTS o Blackpink en Corea del Sur. Hablamos de hordas de seguidores que harían cualquier cosa por su grupo favorito. Y que, cuando se juntan en Internet, pueden ser imparables.
Aquellas groupies enloquecidas que se desmayaban en los conciertos de The Beatles han desaparecido. Las nuevas "hackean" los algoritmos de YouTube, Spotify, Apple Music y Amazon a base de click.
Tal y como hemos contado en Magnet en otras ocasiones, lo que comenzó como un club de fans del grupo coreano se ha convertido en una organización logística cuyo objetivo principal es el éxito de sus ídolos musicales, en este caso el grupo BTS. De hecho, la mayoría de sus planes implican colocar todos los singles de un disco en Billboard o batir récords de ventas. Y para ello usan todos los recursos disponibles, lo que incluye comprar masivamente singles con antelación o orquestar campañas para conseguir el lanzamiento más exitoso en la historia de YouTube.
Kevin Tongs, director de Flashpoint, explicaba de manera concisa el fenómeno en este artículo de Forbes: "K-pop Stans o BTS Army no son amenazas en un sentido malicioso que busca dañar, robar datos o interrumpir la vida digital en general, son más la movilización masiva de un grupo unificado de personas, utilizando medios digitales como las redes sociales, para crear influencia". Vamos, que están más interesadas en jugar con los algoritmos de YouTube para aumentar las vistas de los videoclips que en apoyar una agenda política.
¿Cómo lo hacen?
A través de una red de influencia gigantesca. Decenas de webs enseñan a las fans religiosamente cómo hacer que BTS aparezca en las listas de tendencias de las plataformas de vídeos y redes sociales. De hecho, las visitas de YouTube también cuentan para las listas de Billboard. En esta web, por ejemplo, explican que reproducir todo el videoclip a velocidad normal, con al menos calidad 480P y no sobrepasar el 50% de volumen evitando pausar o adelantar el video es bueno para posicionar mejor.
Estos impresionantes gráficos creados por fans y para fans sirven a modo de guía con consejos para conseguir los objetivos marcados por la organización. Por ejemplo, usando la pantalla dividida del móvil, reproducir las canciones en segundo plano en Spotify, desactivar la reproducción automática o no reproducir el vídeo en bucle, siendo mejor pasar por 3 o 4 diferentes antes de volver a la canción. Todo ayuda.
También aconsejan usar varias pestañas para reproducir vídeos similares proporcionados por Big Hit (la discográfica del grupo) como los que incluyen letras, prácticas de los bailes o entrevistas, para que el grupo posicione mejor. Y piden no usar las listas de reproducción durante las primeras 24 horas del lanzamiento.
Sí, tanto Agust-D, Jungkook, Jimin, J-Hope, V, Jin y RM, pueden estar orgullosos del poderoso fandom que los respalda en cada lanzamiento y novedad. Lo vimos con Butter, que a las 24 horas horas su videoclip acumulaba 112.8 millones de reproducciones, 8.6 millones de likes y 5.1 millones de comentarios conforme las integrantes de ARMY empezaron a compartir en redes el single. El MV de Boy With Luv con Halsey también registró 74,6 millones de reproducciones en su primer día.
Pero a veces el entusiasmo de los fans ha sido tan fuerte que se han olvidado de algo muy importante. Que el éxito en Internet muchas veces va ligado a ser lo suficientemente sigiloso. En una ocasión publicaron en redes su técnica para el aumento de vistas convirtiendo el hashtag #StreamingPartyON en tendencia en todo el mundo. Como muchos de estos métodos incumplían las normas en YouTube, el episodio concluyó con la eliminación de 67 millones de visitas como penalización.
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