Es tan fácil ver el logo rosa de Klarna guiándote cuando navegas en Asos que es difícil resistirse al embelesamiento de su marketing. Y aún más difícil es no subirse a su carro cuando conoces la tentadora oferta que tiene para ti: una opción para comprar lo que deseas ahora y pagarlo más tarde. Las generaciones Z y millennial se están echando en brazos de nuevas apps de préstamos para compras online y presumen en TikTok de ello, engrandeciendo aún más una cadena que no deja de crecer.
Pero el fenómeno del “compra ahora y paga después” está llamando la atención de los reguladores financieros. Y hay explicaciones para ello.
Una tendencia. Si buscas Klarna en TikTok te aparecerán cientos de resultados de jóvenes mostrando las deudas que han acumulado. Un video de TikTok de una joven contiene un texto que reza: "Cuando usas una prenda nueva y Klarna te recuerda que debes pagar por ella”. Sin embargo, no es suficiente para desanimarlos. "En el pasado, cuando no tenía dinero, simplemente no podía comprar. Ahora con Klarna, puedo". ¿De qué está hablando? De una plataforma que permite a los clientes comprar en planes a plazos o pagar el precio más tarde.
Una manera de comprar artículos caros con salarios más bajos. Si bien las formas de crédito han existido toda la vida, la demanda y el interés de los inversores en estas empresas están comenzando a repuntar. Klarna ya está valorada en 45.000 millones de dólares. Y su popularidad en Europa y EEUU está al alza. El objetivo está claro: que las generaciones jóvenes compren más. Y han tenido una buena pandemia: mientras que las ventas de ropa se desplomaron un 50,2%, las ventas online aumentaron un 30,7%.
¿Cómo funcionan? Estas fintechs están triunfando frente a las tarjetas de crédito por el rumor extendido de que no cobran a los clientes altos pagos de intereses y tarifas. La aplicación sueca Klarna, por ejemplo, se basa en verificación de créditos mediante algoritmos, permite a los compradores pagar su compra hasta 30 días después o dividir el coste en tres o cuatro cuotas durante un período de tiempo más largo. La misma compañía se vanagloria de que el 98% de sus transacciones están libres de intereses.
¿Y cómo ganan dinero entonces? Obtienen la mayor parte de sus ganancias cobrando al minorista, y las tiendas pagan hasta el 3,4% de cada transacción. Todos salen ganando. Los 90 millones de usuarios de Klarna pueden usar la aplicación en una gran cantidad de tiendas físicas y online, incluidas ASOS, H&M, Lululemon o Urban Outfitters. La empresa calcula que los minoristas que ofrecen estos servicios ven un aumento de aproximadamente un 45% en el valor medio de los pedidos. Eso ha hecho que las tiendas incorporen al prestamista en su propio marketing, fuertemente sesgado hacia los jóvenes, claro.
El truco. Desglosar los costes porque "parece menos" ya es una práctica entre las generaciones más jóvenes. Chiziterem Ogbonna, una usuaria de la plataforma admitía en este reportaje que hay una cultura en TikTok y las redes sociales en la que las personas gastan de más y eso está contribuyendo al crecimiento de la tendencia “comprar ahora, pagar más tarde” entre su generación. Muchas plataformas están utilizando TikTok para campañas publicitarias con personajes influyentes, lugar donde algunos Millennials y Gen-Z con problemas de efectivo también utilizan para hacer bromas sobre la tendencia.
Ogbonna, de 18 años, suele utilizar Klarna para las compras de la empresa de ropa Shein por más de 100 euros porque cuatro pagos de 25 "suena más barato aunque no lo es". Y la mayoría atiende a ese mismo sentimiento. "Quieres cosas bonitas y piensas 'podré pagarlas con el tiempo', pero hay muchas veces que tienes que esforzarte para pagarlo”, comentaba otro usuario. “Definitivamente alienta a las personas a gastar más, especialmente cuando se les paga a fin de mes. Y a veces, cuando llega el momento, no te das cuenta de cuánto has gastado y la mitad de tu salario se destina a los reembolsos de Klarna", explicaba otra compradora.
Los reguladores están preocupados. Las jóvenes amantes de la moda en TikTok ven el peligro potencial de cargarse con deudas a corto plazo al usar estas aplicaciones, pero la tentación puede ser demasiado grande. Las agencias de calificación crediticia temen que esta opción de financiamiento cada vez más omnipresente pueda alentar el endeudamiento imprudente. Es esta actitud aparentemente despreocupada hacia el crédito lo que ha perturbado a los supervisores bancarios, especialmente porque la floreciente industria permanece en gran parte fuera de su jurisdicción.
Un informe de la Autoridad de Conducta Financiera de Gran Bretaña sugería que el mercado se triplicó en tamaño en 2020, plantea daños potenciales a los consumidores y debe ajustarse a la regulación. Klarna rechaza la idea de que estimula el gasto excesivo y dice que, a diferencia de las tarjetas de crédito, reevalúa constantemente la elegibilidad de los clientes. La compañía explica:
“Cuando solicitas una tarjeta de crédito, inmediatamente obtienes una gran cantidad de dinero disponible que puedes gastar en lo que quieras, incluso si tus circunstancias financieras cambian. Esto es mucho más peligroso para los consumidores que Klarna, donde verificamos su asequibilidad en todas y cada una de las compras, le brindamos un plan de pago para mantenerlo sin deudas y restringimos el uso de nuestros servicios si no realiza un pago".
Lo que viene. Klarna no es la única. Apple también se está asociando con PayBright de Affirm Holdings Inc. para lanzar un programa de cuotas para los dispositivos Apple comprados en Canadá. Y las acciones de Affirm subieron aproximadamente un 23%. Lo mismo ha sucedido con Afterpay. Han hablado de ello nuestros compañeros de Xataka. El futuro de las compra online se presenta de esta manera, y los más jóvenes decidirán cómo evolucionará.
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