Sendos documentales han salido esta semana en Hulu y Netflix para recopilar y ampliar aquel fenómeno de schadenfreude colectiva que se llamó Fyre Festival. Y estos estrenos ya han valido para algo más que entretenernos un rato: dos años después la bahameña Maryann Rolle va a recuperar todo el dinero perdido por culpa de un vendehúmos norteamericano.
La pequeña empresaria afectada: Maryann Rolle es la dueña de un restaurante a pie de playa en la paradisíaca región de las Bahamas, en el cayo de Gran Exuma. Fyre Festival promocionaba que las empresas locales que colaborasen con ellos ganarían el contrato en exclusiva para los cinco años siguientes de festival. Son muchos días de trabajo para unas diez personas, y Rolle aceptó hacerse cargo del catering. Un catering para miles de personas.
Ah, y por cierto, el Fyre Festival iba a tener lugar durante el mismo fin de semana de más actividad de Gran Exuma de todo el año, con lo que su restaurante se quedaría también sin poder dar servicio a muchos potenciales turistas. Pero nada es comparable a la marabunta de festivaleros hambrientos, ¿verdad?
“No quiero volver a hablar en mi vida del Fyre Festival”, decía Maryann Rolle ante la cámara en el documental de Netflix. Según sus estimaciones no sólo no había recuperado la inversión (no vio un sólo céntimo de capital estadounidense), sino que había perdido 50.000 dólares ahorrados que pagó a los empleados con su propio dinero por su trabajo frenético durante un mes y medio (también alimentaron a todo el personal organizador). Ella, como bahameña, no podía dejar de pagar la deuda y coger un avión para no tener que enfrentarse a los nativos de la isla, como sí hicieron los responsables.
“Gracias por preocuparte de que nadie se muriese de hambre”: uno de los cientos de comentarios de los donadores en la página de GoFundMe que han logrado subsanar el daño, haciendo que la empresaria recupere los 50.000 dólares perdidos, otros 73.000 dólares necesarios para recuperar la inversión e incluso otros miles de dólares extra. “En abril de 2017 me puse como objetivo hacerme cargo de al menos 1.000 comidas diarias”, explica, en lo que habrían sido muchas más comidas de haberse alargado el despropósito.
Sin decencia ninguna: Ja Rule, el rapero y co-fundador junto al timador ya encarcelado Billy McFarland del Fyre Festival, ha pedido públicamente disculpas en su Instagram a Rolle, y se ha sumado a los donadores de la campaña. En el mensaje Ja Rule vuelve a hacer gala del comportamiento que también se manifiesta en el documental de Netflix: que esta persona detrás de una estafa que causó sufrimiento a muchas personas sigue sin aceptar su parte de responsabilidad. Días después del fiasco y el linchamiento tuitero, Ja Rule dijo a los empleados de la empresa de Fyre Media que tenían que ser positivos y que había que empezar a trabajar en el festival del año siguiente.
Poco después McFarland anunció que no se les pagaría más pero que tampoco entraría en suspensión de pagos, forzando a que los empleados abandonasen el barco sin cobrar sus retribuciones.