El protagonista de esta historia es Toño, jugador del Levante que acaba de renovar hasta 2023 y que se ha pasado tres de las últimas semanas en la cárcel antes de que los juzgados le pusieran en libertad sin fianza. La polémica que ha salpicado a la principal competición de fútbol española es su implicación en lo que se creía una red de chantaje a futbolistas, la Operación Lubido Hezurra.
¿Qué ha pasado? Abelardo, actual entrenador del Alavés, denunció que estaba siendo extorsionado. Ya le habían sacado 30.000 euros en dos pagos, pero no quiso seguir cediendo y acudió a comisaría. Al principio las pesquisas iban hacia una red de captación secreta para personas famosas, pero desde entonces la policía ha podido vincular al menos otros 40 casos como el suyo de personas comunes de todas parte del país.
¿Cómo funcionaba el fraude? A través de la web pasión.com, foro de publicación de servicios de prostitución muy similar a Milanuncios, los timadores posteaban anuncios fraudulentos de chicas como cebo. En principio la gente, de forma libre y voluntaria, llamaba a los números que ofrecían las “escorts” (en realidad números prepago que desechaban). A algunos de ellos se les pedía incluso realizar algún vídeo antes de concertar la falsa cita sexual. Los criminales grababan la llamada y los vídeos y los utilizaban como arma de chantaje para pedir dinero, en algunos casos llegando a las amenazas de muerte.
¿Y quién lo llevaba a cabo? Aunque hay 17 personas investigadas por la causa, los presuntos cabecillas eran M. F. M., alias Erik, y sobre todo I. B. O., alias Salva conocida presencia de la noche valenciana con quien Toño había estrechado lazos en las semanas anteriores. En total se dice que, desde finales de 2018, habían conseguido sobornos por valor de 500.000 euros.
Comunicado oficial de Toño García pic.twitter.com/cL44FpNwu7
— Levante UD (@LevanteUD) March 5, 2019
¿Es Toño culpable? Se está investigando. El jugador, que tiene que firmar cada 15 días en unas diligencias judiciales, está acusado de blanquear el dinero de las extorsiones y de pertenencia a organización criminal. El lateral granota se ha defendido en un vídeo argumentando que él ha sido implicado sin su conocimiento, que su problema es haber sido demasiado crédulo. Según su versión, los 5.000 euros de Salva que se encontraron en su piso era dinero que le estaba guardando porque su amigo le había dicho que sufría de ludopatía y necesitaba a alguien que se lo custodiase. Es ciertamente extraño que participase en estas redes alguien con contrato por valor de 1.5 millones de euros.
¿Cómo va a afectar todo esto al Levante? El Club dice estar a la expectativa de cómo evoluciona el proceso judicial, por el que se podría enfrentar a penas de entre seis meses y un máximo de nueve años, pero de momento Toño ha vuelto a reincoporarse a los entrenamientos. El comunicado del jugador ha sido realizado por el club, lo que demuestra el apoyo de la organización. Los compañeros de equipo también le apoyan, pero no se han mostrado demasiado sorprendidos de los hechos de los que se le acusa. Según ellos, es consecuencia de su gusto por la noche y las compañías que merodeaba.
El Levante al menos lo tiene mejor que el Villarreal, cuyo fichaje de Rubén Semedo le costó 14 millones y no han podido amortizar después de que pasase seis meses en prisión y mantenga las acusaciones de tentativa de homicidio y detención ilegal.
Foto: JM Fernández