Daniel es un animal de compañía distinto de los demás. No solo por el hecho de no ser un perro o un gato, la elección habitual en estos casos: es un pato. Uno que además se ha hecho famoso a través de Twitter tras un singular trayecto en avión que lo convirtió en una celebridad.
Uno de los pasajeros de ese vuelo lo inmortalizó y publicó las fotos en la red social. Las capturas no tardaron en hacerse virales: ver a un pato con pañales y calcetines por el pasillo del avión o contemplando melancólico el cielo es algo singular. Pero es que Daniel es además muy especial para su dueña, una persona para la que este pato ha sido su particular salvador tras su trastorno por estrés postraumático.
Un pato muy especial, sobre todo para su dueña
Contaban la historia en el Washington Post: Daniel había sido la sensación de un vuelo al que había acompañado a su dueña, Carla Fitzgerald, que tras adoptarlo en 2012 con apenas dos días de edad había tenido un accidente de coche grave varios meses después.
Here is a 3-second video of Daniel the emotional support duck. His human says, 'and wagging? That's happy.' pic.twitter.com/WElW9d827o
— Mark Essig (@mark_essig) 17 de octubre de 2016
El accidente hizo que estuviera inmóvil durante meses y que tuviera que aprender a andar de nuevo, pero durante todo ese tiempo tuvo un apoyo fundamental, el de Daniel, que respondió con una actitud que parecía asombrosa para un pato que en modo alguno había sido entrenado para este tipo de situación.
Podía notar que algo iba mal, ya fuera el dolor o mi TEPT. Al hacerlo venía y se tumbaba sobre mí, y me daba un montón de abrazos y besos. Y si notaba que iba a tener un ataque de pánico, me avisaba de que debía tumbarme tratando de trepar encima mío.
Daniel ha demostrado ser igualmente inteligente para todo tipo de escenas cotidianas, y por ejemplo avisa de cuando necesita un nuevo pañal —los excrementos nunca acaban donde no deben— o de cuando tiene hambre. Incluso acompaña a su dueña a la hora de ver películas, e identifica cuáles le gustan (sobre todo las que son para todos los públicos, se pone nervioso en otro tipo de metrajes).
Daniel, the duck on my flight, likes to look at the clouds. pic.twitter.com/YiOjCvZ0NO
— Mark Essig (@mark_essig) 16 de octubre de 2016
Todo eso hace que para su dueña Daniel sea mucho más que un pato. "No se puede comparar a otros patos porque los humanos le han dejado una huella. Por lo que a él respecta, cree que es una persona más, pero con plumas". Para Fiztgerald la pregunta es obvia: "¿quiénes somos nosotros para decir qué animal puede o no puede ser un animal de compañía y de soporte emocional? ¿O qué pueden hacer para gente que como yo tienen TEPT? Tenerlo es un infierno".
Here is Daniel The Emotional Support Duck in all his red-shoed glory. pic.twitter.com/rBkK0QnBKr
— Mark Essig (@mark_essig) 17 de octubre de 2016
Cierto. De hecho la reguladora americana en materia de vuelos comerciales precisamente acaba de proponer una nueva revisión al reglamento que permita que a las personas con discapacidad les pueda acompañar un animal de compañía, algo que muchas aerolíneas (no todas) no ven con buenos ojos, ya que eso podrían suponer inversiones y costes millonarios.
Y sin embargo puede que pronto veamos perros o gatos en un avión. Y patos. Y más tipos de animales. Porque como dice Fitzgerald, ¿quiénes somos nosotros para decidir qué puede y qué no puede ser un animal de compañía que nos dé su apoyo emocional?
Aceptamos pulpo (y muchos más) como animal de compañía
Una de las casualidades de este descubrimiento viral fue el hecho de quien lo hizo. Mark Essig hacía un trayecto corto en avión desde Charlotte a Asheville, en Estados Unidos, cuando de repente se encontró con que su acompañante en el asiento de al lado era Daniel. Comenzó a hacerle esas fotos que acabó publicando en Twitter, pero es que para Essig los animales de compañía "raros" no lo eran tanto.
Essig es autor de "Lesser Beasts", un libro en el que precisamente habla de las complejas relaciones de los humanos con los cerdos a pesar de la enorme historia de interdependencia que unos y otros tenemos. Rizando el rizo, si hay un animal de compañía que se ha hecho famoso en los últimos años, ese ha sido el cerdo vietnamita.
George Clooney fue el ejemplo de que estos animales podían ser perfectos apoyos emocionales, y su cerdo Max acompañó a Clooney durante casi dos décadas, haciendo que éste actor bromease sobre cómo Max —que así se llamaba el celebérrimo puerco— se había convertido en la relación más larga que había tenido en toda su vida.
No es el único famoso que ha adoptado algún que otro animal poco corriente como apoyo emocional. Audrey Herpburn tuvo su propio ciervo (Pippin) tras el rodaje de 'Mansiones verdes', y Elvis Presley se hizo famoso por su chimpancé, Scatter, aunque también tenía caballos, perros o pájaros.
Michael Jackson también se hizo famoso por su chimpancé Bubbles (que tiene página en la Wikipedia), al que se llevó a un viaje a Japón y que le acompañó a tomar un té con el alcalde de Osaka. Salvador Dalí tuvo un ocelote llamado Babou, y de hecho los felinos han sido habituales compañeros de actores como Tippi Hedren (que tenía todo un león) o Mike Tyson, que se compró un tigre bengalí. Oh, y Nicholas Cage podría haber sido perfectamente el protagonista del anuncio de Scattergories. Tenía un pulpo como animal de compañía. Yep.
Algunos de estos animales pueden ser un peligro para la salud pública, y aunque en materia de mascotas raras hay elecciones para todos los gustos, hay algunas que tienen la ventaja de no suponer un riesgo para el resto de ciudadanos. Algunos ejemplos exóticos son el zorro del desierto, el ualabí, el galágido o el kinkajú, que por cierto, fue célebre animal de compañía de Paris Hilton.
Otros, aunque aparentemente peligrosos, también se pueden adoptar de forma legal. Es el caso de las tarántulas —rara vez pican a la gente, aseguran los expertos—, los escorpiones emperador —cuyo veneno no es para tanto—, los erizos o las mofetas. Puede que estas últimas tengan mala fama, pero quienes las defienden afirman que son "increíblemente sensibles, inteligentes curiosas y encantadas de que las cojan". Una sorpresa aquí: las boas constrictor tienen muy mala fama, han causado —que se sepa— una sola muerte conocida. Indiana Jones probablemente no estaría de acuerdo, pero la gente confunde a menudo a esta especie con otras que sí han demostrado ser algo más peligrosas.
Diferentes tipos de mascotas
Aquí no obstante hay que señalar que hay distinción entre los animales "de servicio", animales de compañía, y animales de apoyo emocional. Los animales de servicio están entrenados no solo para acompañar a sus dueños (que sufren alguna discapacidad), sino para proporcionar un servicio para ellos. Aquí los perros guía de los ciegos serían el ejemplo clásico.
Un animal de apoyo emocional es un animal (normalmente es un perro o un gato, pero puede ser otra especie) que proporciona un beneficio terapéutico para su propietario mediante su simple compañía. A diferencia de los perros de servicio, no están entrenados para realizar ciertas tareas para ayudar a personas con discapacidad emocional, y no se les permite normalmente acompañar a las personas en ciertas localizaciones.
Eso puede provocar algunos problemas a sus propietarios, pero lo cierto eso no suele ser un obstáculo para quienes deciden ir más allá de las dos elecciones clásicas en cuanto a animales de compañía. La razón es obvia, y como decía Fiztgeral, para ellos son básicamente personas. Con plumas, o con colmillos, o con caparazón, o con tentáculos. Pero emocionalmente, son personas que les ayudan en su día a día.
En Magnet | ¿Es posible que en el futuro podamos tener a una cabra como mascota?