Tres cosas esenciales definieron y definen nuestra civilización actual: la agricultura, el sedentarismo y la escritura. Este último, quizás el más bello de los inventos humanos, tiene unas raíces profundas y complejas, pero bien definidas. Tal vez por eso el diseñador Matt Baker ha aprovechado este vasto campo para hacer un mastodóntico trabajo de síntesis y compilación de toda la historia de los alfabetos y sistemas de escritura que quedan bellísimamente expresados en su gráfica.
Se trata de una tabla bastante intuitiva que simplifica al máximo el devenir de los alfabetos occidentales y nos permite analizar a golpe de vista, muy rápidamente, todos esos trasvases vividos desde la escritura cuneiforme (que se representa mediante pictogramas o dibujicos, aquí la proto-sinaítica) y hasta el inglés y el latín moderno
Algunas de las cosas que nos llaman la atención son, por ejemplo, cómo las "íes" se convirtieron en efes o zetas mientras que la "zeta" griega pasó a ser una í o una jota. La "cé" del latín antiguo se desdobló para ser, además de una cé, una gé. Al menos en los primeros casos, parece que podría ser un proceso de simplificación de escritura: a menos tiempo dedicas a dibujar cada una de esas letras, más similar se hace a su forma final. Una economía del lenguaje (escrito) que terminó forjando el carácter de los alfabetos modernos.
La otra cosa que destaca por encima de todo es, por supuesto, cómo parece que muchas de las letras han invertido su forma con el tiempo, como si se escribiesen espejándolas. La realidad es que eso es exactamente lo que ocurrió. En los tiempos más arcaicos de la escritura, llegando hasta las primeras civilizaciones griegas, los escritores redactaban alternativamente un renglón de izquierda a derecha y el siguiente de derecha a izquierda o viceversa, haciendo un recorrido de serpiente, mediante una práctica conocida como bustrófedon.
Es una técnica que, de hecho, facilita tanto la escritura como la lectura. Y para muestra un ejemplo:
Pero cuando llegó la época helénica, con sus papiros y tintas, este formato fue abandonándose en favor de la escritura linear que conocemos a día de hoy y que seguimos empleando. Y aunque durante el período bustrófedon se escribía y se leía de forma indiferente la dirección de la letra, al escribir de izquierda a derecha, la forma más rápida y sencilla de dibujar nuestras letras actuales es bajo las formas que han adoptado finalmente. Tienes un análisis pormenorizado sobre los cambios de cada una de las letras en este interesante vídeo.
Como también han señalado muchos apasionados de la grafología y las lenguas, estos gráficos son una forma simplificada de sistemas de escritura y raíces más complejas. En realidad, el trabajo de Baker era originalmente mucho más ambicioso y le valió el premio de Kickstarter. Es aquí donde el creador se mete en barrena y contextualiza otras letras como la thorn o la wynn. Si a ti también te ha atrapado el diseño de Matt Baker, aquí puedes adquirir sus dibujos en gran formato para imprimirlos. Espectaculares son.