Los signos de puntuación como el punto o la coma están en peligro de extinción. Hay un culpable: tu smartphone

  • Escribimos de forma descuidada en nuestros móviles porque la comodidad prima sobre la corrección

  • El problema afecta especialmente a los jóvenes, y eso puede suponer que la ortografía se vea perjudicada en otros escenarios

Photo 1485712207830 8a665e701494
3 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

Soy padre de una preadolescente, así que lo vivo en mis propias carnes. Mi hija tiene móvil, y cuando nos envía algún mensaje a través de WhatsApp la ortografía suele ser lo de menos. Para ella lo importante es que el mensaje, pase lo que pase, se entienda. En casa intentamos que se esfuerce al respecto, pero aunque pueda cuidar un poco más sus mensajes con nosotros, la cosa se desmanda cuando se comunica con sus amigas.

Y por el camino esos mensajes van destrozando las reglas ortográficas. Mi hija no es la única culpable de hacerlo: yo mismo escribo de forma distinta en mi móvil, y a menudo me concedo la licencia de no usar símbolos de abrir interrogación o exclamación y también uso las mayúsculas o las tildes de forma desigual.

Los teclados móviles en pantalla podrían servir como excusa, pero en realidad hace tiempo que no lo son. Los sistemas de corrección automática y la escritura con teclados como Swiftkey permiten seguir respetando la ortografía española sin demasiados problemas, pero lo cierto es que en el móvil parecemos perdonarlo todo.

En Android Authority precisamente recordaban recientemente cómo en Estados Unidos ocurre algo similar. La gente no usa los símbolos de puntuación demasiado, afirmaba el autor. Sin embargo, una de las razones, aparte de la pereza, estaba en la mala accesibilidad del teclado virtual de los iPhone —en EEUU lo usan 5 de cada 10 personas, casi 9 de cada 10 entre los jóvenes—, que no facilita el acceso al punto o a la coma.

Adiós a los signos de puntuación

Efectivamente, el teclado por defecto del iPhone oculta esos símbolos bajo el interruptor del teclado numérico, lo que hace necesario más y más clics para ir poniendo puntos o comas. Hay un método rápido para acceder a ellos (mantener el interruptor "123" y deslizar el dedo hacia el símbolo deseado), pero de nuevo, no es un acceso tan directo. Si uno quiere escribir bien, el trabajo se acumula y esos clics extra pueden resultar demasiado pesados. Puede que te tomes esa molestia para incluir el símbolo de cerrar interrogación, pero ¿para un punto o una coma? Qué pereza.

En Android los teclados suelen incluir esos símbolos y por tanto el problema no es tan grave o acusado, pero aun así los usuarios solemos acabar cayendo en esa misma pereza. Si no lo hacemos con el punto y la coma, podemos hacerlo con otros elementos de nuestra ortografía, como las tildes o las mayúsculas. Si no usamos el corrector automático, muchas palabras acabarán siendo escritas sin seguir las reglas ortográficas porque simplemente es más rápido y cómodo escribir así.

Los adolescentes son probablemente los que más licencias se toman con los móviles y la mensajería instantánea. Ya no es solo que eviten usar símbolos de puntuación, tildes o mayúsculas: es que además escriben incorrectamente palabras con hache y confunden elles, íes griegas, bes y uves con mayor frecuencia que personas de más edad. La pregunta es si eso acabará perjudicándolos en el futuro. Los expertos se mostraban preocupados en un artículo de El País a finales de 2022 y ya entonces se señalaba cómo en los resultados del informe Pisa 2018 la lectura —directamente relacionada con la escritura y la ortografía— era una de las asignaturas pendientes de los estudiantes.

Es probable que futuros asistentes de inteligencia artificial —Apple Intelligence en los iPhone, Gemini en los Android— plantee una solución que haga que el mensaje se transforme y se envíe corregido.

El anuncio de la propia Apple lanzado hace dos semanas precisamente hace referencia a algo así, aunque en ese caso transformaba el lenguaje excesivamente informal de un empleado en un mensaje muy profesional con el que su jefe se quedaba sorprendido. Que al final no tengamos que esforzarnos en escribir bien porque lo hará una IA es preocupante. Puede que inevitable, sí, pero insisto: también preocupante.

En Xataka | Los que corrigen las faltas de ortografía a los demás son unos cretinos. Lo dice la ciencia

Inicio