La oficina del Sheriff de Kitsap, un condado del estado de Washington, recibió hace unos días la que probablemente haya sido una de las llamadas más delirantes ya no solo de esa comisaría, sino de cualquiera de las que funciona en EEUU.
Quizás suene exagerado, pero el aviso es digno del mejor guion de thriller-comedia de Hollywood. Cuando el personal del 911 (el número de emergencias de EEUU) descolgó el teléfono se encontró con la voz sofocada de una mujer que les contó que su casa estaba rodeada por decenas de mapaches, casi un centenar.
Parece entrañable, pero solo lo parece.
Asedio mapache
El suceso ocurrió en Poulsbo, una pequeña villa de Liberty Bay donde viven menos de 12.000 vecinos. Hace unos días una de ellos llamó a los servicios de emergencia para alertar de una emergencia que la tenía angustiada. No se trataba de un robo, un tiroteo, un accidente de tráfico, un intento de allanamiento ni ninguno de los sucesos con los que está acostumbrado a lidiar el sheriff del condado.
No. Lo que le preocupaba, explicó al 911, es que su casa estaba asediada por mapaches. Por los alrededores de su jardín se repartían decenas y decenas, alrededor de un centenar, según pudieron comprobar más tarde los agentes que acudieron a auxiliarla. No hace falta imaginárselo. El panorama era tan rocambolesco que grabaron un vídeo que luego publicaron en X.
La pieza es breve, de apenas 50 segundos, pero muestra una horda de mapaches merodeando entre las raíces de árboles, sentados, caminando o erguidos sobre las patas traseras. Como recuerda la oficina de Pesca y Vida Silvestre de Washington, estos animales son "una imagen común" en gran parte del estado y no es extraño que acudan a zonas urbanas atraídos por la idea de encontrar alimento.
La gran pregunta era… ¿Por qué había un centenar rodeando una casa?
La respuesta era sencilla: reclamaban comida.
La mujer explicó a los agentes que hace 35 años empezó a alimentar a los mapaches de los alrededores. Ella les daba comida. Ellos estaban satisfechos. Sin mayores complicaciones. El problema es que aquel hábito acabó atrayendo a más y más animales. Y hace unas semanas llegaron animales con un talante menos dócil.
"Se volvieron más agresivos, exigían comida y empezaron a acosarla día y noche", comenta Kevin McCarty, portavoz de la oficina del sheriff del Condado de Kitsap. La situación llegó a tal extremo que cada vez que la mujer salía de casa "la acosaban hasta que les tiraba comida". "Los mapaches que ella alimentaba son agradables, pero los nuevos que han aparecido la asustan", añade McCarty.
"De alguna manera se corrió la voz en mapachelandia, y todos se presentaron en su casa esperando comida", ironiza. Para la afectada no resultó tan gracioso. A la vista de que el problema se le iba de las manos llegó a contactar con una empresa que se encarga de instalar trampas, pero el presupuesto se disparaba: 500 dólares por mapache. Teniendo en cuenta que había decenas resultaba inasumible.
Así las cosas hace unas días la mujer llegó al límite. Como relata The New York Times, se encontró con que había más mapaches nuevos y agresivos, decenas y decenas alrededor de su casa, por lo que sacó el teléfono y marcó el 911.
"Los agentes del sheriff del condado de Kitsap acudieron a su rescate después de que se viera obligada a huir en su coche para escapar de las criaturas peludas y hambrientas", relata el vídeo publicado por las autoridades. La escena "impactó" a los propios agentes, confiesa McCain. "Nunca habían visto tantos mapaches en un mismo lugar. Nadie recuerda haber estado rodeado por una banda de mapaches".
La situación tampoco parece haber sido muy agradable para los vecinos.
Uno de ellos se quejaba a la cadena King 5 of Seattle que sus perros ya se habían peleado varias veces con mapaches. "Solo espero que alguien intervenga y la ayude a solucionar el problema. Y con suerte, deje de hacerlo", comentaba sobre la mujer que se encontró con su casa asediada por los pequeños mamíferos.
El caso acabó pasando al departamento estatal de Pesca y Vida Silvestre. Sin mordiscos, pero con una moraleja que McCarty subraya: "No hay que alimentar a animales salvajes. Cuando tienen una fuente de alimento fiable, siempre vuelven. Eso es lo que han hecho estos mapaches hasta que su número se salió de control".
Imágenes | Kitsap County Sheriff’s Office (X)
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