El mundo está lleno de cosas locas y que parecen que no tienen sentido, sin embargo son muy divertidas, tal es el caso de los famosos Récord Guinness, que incluyen desde cosas realmente increíbles hasta las más absurdas ideas que hayan surgido de la mente de alguien.
Como en esta ocasión, que después de casi cuatro años de haberse impuesto, el récord al dominó de colchones humanos más largo del mundo ha sido superado hace unos días, algo que el papel suena divertido con sólo leerlo, pero también hay una buena causa detrás de esto.
1200 personas cayendo sobre un colchón suena divertido
Aaron Inc., una de las compañías más grandes de muebles en los Estados Unidos, ha sido la encargada de conseguir esta hazaña, donde aprovecharon la reunión anual de directores de cadena en Maryland, algo que se consiguió en el primer intento en un tiempo de 13 minutos y 38 segundos.
En total fueron 1200 participantes, quienes contaban con un colchón en sus espaldas para ir cayendo uno a uno en efecto dominó, algo que sin duda tiene su grado de diversión, pero que la compañía quiso hacer más interesante, ya que prometió que si lograban romper el récord, donarían 1200 camas con todo y colchón (no sabemos si los que participaron en el record) a un par de refugios para jóvenes en Washington.
El lugar designado para esta hazaña fue el National Resort and Conference Center Gaylord, que tiene una superficie de más de 21.000 metros cuadrados, donde Aaron Inc. contrató a Robert Speca, un experto en dominós humanos (¿de verdad existe esa profesión?), quien ayudó a erigir cuidadosamente 34 filas de colchones de la marca Woodhaven Industries, que también pertenece a Aaron Inc.
El récord superado fue el impuesto por la empresa alemana Höffner Möbelgesellschaft GmbH & Co. KG en agosto de 2012, con 1150 participantes, que a su vez rompió el récord que fue impuesto por primera vez en mayo de 2010 con 256 participantes en China, donde a decir verdad luce más divertido que el actual, además de que los golpes en la cara de los niños suma puntos a la hazaña.